El día que Ana Peleteiro hizo historia: "Soñaba con la medalla olímpica desde que era una niña"
La triplista española consiguió romper el récord de España hasta en dos ocasiones para lograr la medalla de bronce y ser historia del deporte nacional en los Juegos Olímpicos
Ana Peleteiro ya es historia del deporte español. La triplista de A Coruña hizo historia hace solo unos meses cuando consiguió hacerse con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, con un estratosférico salto de 14,87 metros que la permitió entrar en la leyenda de nuestro atletismo. Aún desconoce si podrá llegar a París 2023, pero aquel salto no podrá ser olvidado jamás por los aficionados españoles.
Peleteiro puede presumir de ser la mejor triplista de nuestra historia. Campeona del mundo júnior, campeona de Europa en pista cubierta, una plata y dos bronces europeos, solo le faltaba la medalla olímpica para conseguir redondear una carrera brillante... con solo 26. Y la esperada presea llegó en Tokio, donde se vivió una de las peleas más ajustadas de los últimos años que la llevó a hacerse con el ansiado bronce.
El oro y la plata eran inalcanzables, donde la venezolana Yulimar Rojas y la portuguesa Patricia Mamona tenían la medalla asegurada. Solo quedaba por determinar el bronce, momento en el que la española se inventó un estratosférico salto de 14,77 metros para, destrozando el récord de España, colocarse tercera en la gran final. Pero no estaba todo el pescado vendido: la jamaicana Shanieka Ricketts no iba a dar su brazo a torcer.
A falta de pocos saltos para que acabara el concurso, Ricketts conseguía una marca de 14,84 metros para superar a la española y dejarla, momentáneamente, fuera del podio. Peleteiro estaba obligada a lo imposible: no solo necesitaba hacer el mejor salto de toda su carrera para conseguir el bronce olímpico, sino que debía de saltar ocho centímetros más de lo que nunca hubiera conseguido antes para lograrlo. Era el momento de lo imposible.
Fue entonces cuando llegó su penúltimo salto, con el que hizo historia: se concentró, se mentalizó de lo que debía de hacer y comenzó la carrera hacia la tabla, talonando en cada uno de sus pasos a las mil maravillas para lanzarse al aire en busca de su sueño. Nada más caer, Peleteiro sabía que el salto era bueno, muy bueno de hecho, pero hasta que no vio la marca definitiva no quiso mover una pestaña. Varios segundos después, explotaba de emoción.
Acababa, de nuevo, de volver a romper el récord de España con otro monumental salto de 14,87 metros, que le permitía volver a ponerse tercera y soñar con la medalla... pero aún le quedaba un salto a Ricketts. A pesar de que la jamaicana lo intentó, no logró superar la marca de la española y Peleteiro cumplía su gran sueño: se convertía en medallista olímpica gracias al mejor salto que ha hecho a lo largo de su carrera deportiva.
"Llevo soñando con esto desde que era una niña. Antes de empezar la competición, recibí muchos mensajes de que ya no estaba concentrada, que estaba en otras cosas y me fastidió mucho. Así que le dedicó esta medalla, además de a toda mi familia y a toda la gente que está a mi lado, a todos aquellos que pusieron en causa mi profesionalidad", explicaba tras lograr la medalla. Sin duda, uno de los grandes momentos del deporte español.
Ana Peleteiro ya es historia del deporte español. La triplista de A Coruña hizo historia hace solo unos meses cuando consiguió hacerse con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, con un estratosférico salto de 14,87 metros que la permitió entrar en la leyenda de nuestro atletismo. Aún desconoce si podrá llegar a París 2023, pero aquel salto no podrá ser olvidado jamás por los aficionados españoles.