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"En Tokio quiero el oro". El aviso de Orlando Ortega tras el polémico bronce en Doha
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"Hay Orlando para rato", afirmó emocionado

"En Tokio quiero el oro". El aviso de Orlando Ortega tras el polémico bronce en Doha

La Federación Internacional (IAAF) rectificó su decisión del pasado miércoles y, finalmente, concedió un segundo bronce al hispano-cubano, que estrena su palmarés en un campeonato del mundo

Foto: Orlando Ortega posa con el bronce tras la entrega de medallas en Doha. (EFE)
Orlando Ortega posa con el bronce tras la entrega de medallas en Doha. (EFE)

La injusticia deportiva que condenó a Orlando Ortega en la final de los 110 metros vallas se reparó finalmente en los despachos. A la tercera reclamación de la Federación Española de Atletismo (RFEA), llegó la vencida. El hispano-cubano, que terminó quinto en los Mundiales de Doha tras su accidente con Omar McLeod, campeón olímpico en Río 2016, sube al tercer cajón del podio. Es medallista de bronce, aunque aspiraba a la plata tras una extraordinaria remontada. Menos es nada.

Subió al cajón en la entrega de metales junto al francés Pascal Martinot. El atleta, sonriente, por fin tiene una preciada presea en un campeonato del mundo con España. "Han sido 24 horas de emociones que no sabía qué hacer. Solo quería coger aire y estar solo. Esta medalla es solo un paso más para seguir trabajando para todo el pueblo español. Gracias también a toda la Federación Española que ha luchado por esto. No he podido responder a todos los mensajes de ánimo, que han sido muchos. Queda disfrutar de esto y ahora toca lo mejor. Estoy contentísimo", dijo emocionado a las cámaras de Televisión Española.

Su felicidad, como es lógico, contrasta con la tristeza y la desesperación del miércoles tras la final. "Me han robado una medalla", se quejó. El jamaicano, reincidente habitual, se tropezó en los últimos compases de la carrera, a falta de tres vallas, y acabó invadiendo la calle del español, que tuvo que frenar para no pisarle. Acabaría entrando quinto, fuera de un cajón al que ahora sube con total merecimiento. "Hay Orlando para rato", avisó. Las reglas de la IAAF eran interpretables. En un primer momento el organismo entendió que, pese a la obstaculización clara de su oponente, este era un lance de carrera fortuito. Sin embargo, cabía recurso. El precedente más reciente favorecía los interes de la delegación española, pues en 1993 la IAAF mandó repetir la final de los 60 metros vallas femenino por un hecho similar.

La RFEA solicitó, en un primer momento, la repetición de la prueba o la entrega de la medalla de bronce a su corredor. Ambas peticiones fueron desestimadas este mismo jueves a las 2:00 de la madrugada. Ortega marchaba en la tercera plaza, persiguiendo la estela de su 'agresor', cuando este cayó al suelo tras varios traspiés. La Federación no se conformó y esta tarde, cerca de las 18:00h volvió a presentar una nueva solicitud por el bronce con nuevas pruebas. La IAAF revisó de nuevo las imágenes desde diferentes perspectivas y sus jueces acabaron finalmente aceptando la apelación española.

Como indicábamos, no es la primera vez que McLeod, descalificado en esa final, comete imprudencias del estilo. El ruso Sergey Shubenkov, plata, no se mordió la lengua al hablar de su figura ante los medios españoles. "Es un peligro. Quizás deberíamos crear un sindicato de atletas afectados y, si McLeod tiene una calle en el centro, los demás nos plantemos con los brazos cruzados. Si el juez dice 'a sus puestos', nosotros no nos ponemos en nuestras marcas hasta que este no se vaya a la calle nueve", y prosiguió: "Otra solución es que los estadios tengan 10 calles y él corra siempre en esta. Que haya una seguridad entre él y los demás. Es verdaderamente malo que haga estas cosas".

placeholder Orlenda Ortega y el francés Pascal Martinot, los dos bronces del 110 metros valla. (EFE)
Orlenda Ortega y el francés Pascal Martinot, los dos bronces del 110 metros valla. (EFE)

McLeod, reincidente habitual

Precisamente, el vallista siberiano sabe lo que es vérselas con McLeod. Shubenkov ha sufrido varias 'jugarretas' a lo largo de su carrera, por lo que empatizó totalmente con Ortega. El pasado mes de junio, tras haber sido derribado en la misma línea de meta por el jamaicano en la Diamond League de Rabat, compartió con sus seguidores varios vídeos denunciando su comportamiento, a su juicio intolerable. Otros compañeros también se han quejado abiertamente. De hecho, el propio Orlando ya expuso a principios del mes de septiembre su opinión sobre el que sería, a la postre, su verdugo en Qatar: "Los atletas que no tienen una buena técnica con los brazos acaban invadiendo calles. Lo más triste es que no los descalifican. He tenido esa experiencia muchas veces. Me ha pasado con McLeod recientemente este año". Fue una contestación a un hilo abierto en Twitter por Ángel David Rodríguez 'El Pájaro', velocista que no ha podido ser de la partida en Doha.

Ortega confirmó que McLeod no se disculpó tras la carrera en el Mundial: "Si me hubiera pedido perdón a la cara, igual lo veo y le saludo. Me pasó por al lado tres veces y no me miró". Higuero, Ana Peleteiro, Adrián Ben, Jesús España...muchos deportistas españoles apoyaron a través de las redes o los micrónos a Orlando durante estas últimas horas. "Fue algo rápido y furioso cuando me avisaron que tenía el bronce. Me vestí y fue al estadio corriendo", exclamó abrumado.

Con la buena nueva, Orlando pone la guinda (algo amarga), a su excelente temporada. Tras estrellarse en los pasados Europeos de Glasgow celebrados en marzo, el hispano-cubano abandonó Valencia para marcharse a Chipre y ponerse a las órdenes del griego Antonis Giannoulakis. En la pequeña isla al otro lado del Mediterráneo recobró la pasión por competir. Volvió a su mejor nivel, así lo reflejan sus resultados antes de pisar suelo árabe: 12 victorias de 14 posibles y vencedor por segunda vez de la Diamond League (el único español en ganar esta prestigiosa competición junto a Ruth Beitia). A la cita qatarí llegó más fino y concentrado que nunca, dispuesto a todo. Los pronósticos le señalaban como uno de los claros favoritos, si no el más destacado de una expedición de grandes atletas en la modalidad. Su desencuentro con McLeod le pudo costar caro, pero a Orlando por fin le ha acompañado la suerte. Es bronce, aunque podía haber sido plata. En Tokio aspira a más. "Les voy a demostrar que puedo ser oro", concluyó.

La injusticia deportiva que condenó a Orlando Ortega en la final de los 110 metros vallas se reparó finalmente en los despachos. A la tercera reclamación de la Federación Española de Atletismo (RFEA), llegó la vencida. El hispano-cubano, que terminó quinto en los Mundiales de Doha tras su accidente con Omar McLeod, campeón olímpico en Río 2016, sube al tercer cajón del podio. Es medallista de bronce, aunque aspiraba a la plata tras una extraordinaria remontada. Menos es nada.

Orlando Ortega Doha Federación Internacional de Atletismo (IAAF)
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