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Una carrera veraniega y en un barrio con solera: llega la Chamberí Summer Race
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se disputará en 10 kilómetros

Una carrera veraniega y en un barrio con solera: llega la Chamberí Summer Race

El día 10 de julio se disputará por primera vez esta prueba de 10 kilómetros que pretende dar la bienvenida al estío en calles tan emblemáticas como Fuencarral o Santa Engracia

Foto: la carrera
la carrera

En el corazón de la ciudad, el barrio de Chamberí, había corredores pero no una carrera. Las calles de la zona lindaban con un centro del atletismo madrileño, el Estadio de Vallehermoso, pero la instalación quedó abandonada y con ella fue muriendo también un poco la especialización. Ahora vuelve el estadio y también la organización de eventos relacionados con el deporte y la vida sana. Las ganas de correr nunca llegaron a extinguirse del todo.

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El 10 de julio se disputará, por primera vez, la Chamberí Summer Race. La idea es hacer del evento un clásico madrileño, recibir el verano corriendo del mismo modo que el año empieza siempre con una carrera. El escenario elegido es un barrio con solera, lleno hasta arriba de gente, de tendencias y que rezuma vida en todas sus calles. Todo empezará a la Calle Santander, en el Estadio Vallehermoso que se está intentando revitalizar y reconstruir para que vuelva a ser lo que nunca debió de dejar de ser: un centro neurálgico del deporte en Madrid. Serán 10 kilómetros y, un día antes, una milla callejera por la calle Pablo Iglesias.

En Vallehermoso también estará el final de la prueba, pero antes se verá como el pelotón, con algunos atletas de primerísimo nivel, enfilan la Glorieta de Cuatro Caminos y la calle Raimundo Fernández Villaverde, una de las zonas más comerciales de la ciudad que disfrutará del paso de los participantes cuando el cansancio aún no haya hecho demasiada mella.

Terminar esa calle significa entrar en una de las vías centrales de la ciudad. El Paseo de la Castellana es una de las arterias de Madrid y, también, un paisaje habitual en el deporte español. La arboleda que caracteriza a la enorme vía central madrileña cobijará a los deportistas, que verán como pasan por las plazas de San Juan de la Cruz y de Emilio Castelar hasta desembocar en otro de los platos fuertes de la carrera: la Plaza de Colón.

Fue, en su momento, lugar de celebración para aficionados futboleros. Es un recinto enorme, con mucho por ver, desde las enormes torres al Jardín del Descubrimiento. La plaza es la frontera de Chamberí, divide el barrio de Salamanca, el distrito centro y también el barrio central de esta carrera. Quedará la mitad del recorrido, la parte más dura, cuando las piernas ya empiezan a notar los kilómetros recorridos.

Para entrar en el barrio, para que Chamberí sea realmente Chamberí, los deportistas tendrán que coger la muy conocida calle de Génova para ver, en el fondo, Alonso Martínez, uno de los lugares con más ajetreo de la ciudad, siempre lleno de gente en sus terrazas, se verá tomado por los atletas con ganas de mejorar poco a poco su marca. Allí se tuerce a la derecha, espera una de las calles más emblemáticas del barrio: Santa Engracia.

A la derecha los corredores podrán encontrar la pequeña Plaza de Chamberí. No es comparable con otras, como Bilbao, Alonso u Olavide, también en la zona, pero algo tiene ese lugar para haber terminado dándole a todo un barrio su nomenclatura. Al fondo espera el metro de Iglesia y la calle Eloy Gonzalo. De ahí a la Plaza de Quevedo, que es el inicio de una de las partes más esperadas de toda la carrera.

Fuencarral, espina dorsal del barrio

Pocas calles tiene Madrid como Fuencarral, que empieza en Quevedo, sigue hasta Bilbao -en este tramo se correrá- y se adentra entre callejuelas hasta la Gran Vía. Fuencarral es divertimento. Una calle llena de tiendas, de mercados y bares, siempre llena de gente diversa. Uno de los lugares más alegres de toda la ciudad y, también, la espina dorsal de un barrio que ahora recupera su atletismo.

Llega la Glorieta de Bilbao, una plaza semicircular que distribuye el tráfico y es lugar de encuentro de miles de personas. El 10 de julio también de corredores. Alberto Aguilera es otra avenida ancha, con la Universidad a la izquierda y calles con mucho aroma madrileño que parten de ella a ambos lados como Conde Duque o Galileo. Al final de la calle: Argüelles.

Es el limite del barrio de Chamberí, ese que conecta con otro de los lugares llenos de tiendas como es la calle de Princesa y de ahí a San Francisco de Sales. Queda poco, atleta, aunque es una de las partes más duras del recorrido. Los 10 kilómetros se confunden en el horizonte, una pequeña cuesta con recompensa al final: Estadio de Vallehermoso. Puro Chamberí.

En el corazón de la ciudad, el barrio de Chamberí, había corredores pero no una carrera. Las calles de la zona lindaban con un centro del atletismo madrileño, el Estadio de Vallehermoso, pero la instalación quedó abandonada y con ella fue muriendo también un poco la especialización. Ahora vuelve el estadio y también la organización de eventos relacionados con el deporte y la vida sana. Las ganas de correr nunca llegaron a extinguirse del todo.

Chamberi Summer Race