La mamá y maratoniana amateur que sueña con ir a unos JJOO con España

Beatriz Molina Bailén (Valencia, 1973) ha saltado a la palestra después de coronarse como la ganadora indiscutible en el Maratón de Palma el fin de semana pasado. A sus 40 años, ya es mamá de una niña de nueve años y el pasado domingo logró terminar su quinto maratón. Los 42 kilómetros del primer maratón de la mujer que se celebró en Europa, el 261 Women’s Marathon, en homenaje a la estadounidense Katherine Switzer quien también estuvo presente en la prueba, lo terminó en 2 horas 57 minutos y 29 segundos. Una marca lejos de su mejor tiempo, 2 horas 42 minutos que logró en Berlín en 2012, pero con mucho valor después de los obstáculos que ha superado en los últimos meses. Operada de la espalda hace cuatro meses, reconoce a El Confidencial que ha “recuperado las sensaciones” y sigue fijando su objetivo “en unos Juegos Olímpicos”. La mínima olímpica, 2 horas 32 minutos, no deja de rondar su cabeza.

Lleva desde los 8 años practicando atletismo por afición, por pasión y aunque no es profesional, esta valenciana entrena como tal. Beatriz Molina está federada y pertenece a la Agrupación Deportiva Marathon de Madrid donde la prepara Dionisio Fernández desde la distancia Madrid-Valencia. La maratoniana reconoce que “hablan todos los días” y que el también entrenador de Jesús España la “conoce muchísimo”. En Palma, Bea completó su quinta maratón y, aunque estuvo lejos de su mejor marca, explica cómo se sentía tras completar los 42 kilómetros: “Mi objetivo en Palma era buscar sensaciones y más que nada quería meterme lo más adelante posible y si podía ser ganar. Era tomar el contacto para ver cómo respondía la espalda. En otoño buscaré una maratón para intentar hacer marca personal”.

Y es que Beatriz se rompió la vértebra L5 y dos costillas hace diez años al sufrir una caída. Sufrió mucho con la rehabilitación, pero después vinieron sus mejores años: “Conseguí correr mis tres maratones y hacer mi marca personal después del accidente”. Pero esa lesión todavía le da la lata y cada tres años tiene que operarse porque los nervios regeneran y le empiezan a fallar las piernas. La últimas vez que pasó por el quirófano fue hace cuatro meses. El domingo corrió el maratón “sin dolor”.

Las últimas doce semanas ha hecho diez sesiones por semana para preparar la maratón. Aunque asegura que cuando prepara cosas más cortas, a veces descansa un día. Realiza ejercicios específicos porque algunos concretos para preparar maratones no los puede hacer por sus problemas de espalda. Compagina los entrenamientos con el trabajo en su consulta, donde ayuda a la gente a rehabilitarse de lesiones de la espalda y además, da clases de pilates. Todo esto sumado, a ser madre. Reconoce que “no es fácil” compaginarlo todo, pero que “el atletismo es una forma de vida”.

Pese a todos los obstáculos con los que se ha encontrado, sigue estando motivada para entrenar y correr maratones: “La motivación es una misma, es lo que siempre aconsejo y le digo a todo el mundo. Se trata de superarte a ti misma, ponerte tus metas, saber cuál es tu límite, ahora mismo sé que tengo la marca en 2 horas 42 con esa limitación de la espalda y que puedo bajar de 2 horas 40 si todo va bien. Es cuestión de ponerte objetivos que sean realistas y todo siempre con mucha ilusión, con alegría y disfrutando de lo que estás haciendo sin presión de nada”, afirma.

Y su motivación está ahora centrada en acudir a unos Juegos Olímpicos. Es su objetivo principal y trabajará para ello. De momento, en Palma se ha sentido bien y ya mira al futuro: “Me he operado con la idea de completar el último ciclo olímpico. Una maratoniana puede estar hasta los 43-44 años compitiendo y me he operado pensando en completar este ciclo. Sino lo consigo no pasa nada, pero al menos lo habré intentando. Siempre hay que luchar por lo que uno quiere. Por el camino hay muchos obstáculos. Hay gente que tiene cosas mucho peores que yo, pero hay que buscar soluciones, ser positiva y tirar para adelante”, asegura una mamá muy ilusionada con representar a España en una cita olímpica.