"Esto es un cachondeo", un campeonato de España de atletismo… sin ambulancia

El pueblo alicantino de L’Alfàs del Pi acogió el pasado sábadoel Campeonato de España de fondo en pista de las categorías júnior y juvenil. La cita estaba marcada para el sábado a las 17:40, hora a partir de la cual debían empezarse a disputar las pruebas de 5.000 m.l. en la categoría juvenil de hombres y mujeres, 5.000 m.l. júnior de mujeres y 10.000 m.l. júnior de hombres. En total, 52 inscritos llegados desde todos los puntos de España para afrontar una competición en la que muchos atletas se jugaban su presencia en el Campeonato del Mundo Júnior que se celebrará en Eugene (USA) del 22 al 27 de julio.

Todo estaba dispuesto en Alicante para la celebración de una prueba que finalmente comenzó pasadas las seis de la tarde, o lo que es lo mismo, con un retraso de aproximadamente media hora. Cuando todo estaba preparado y los atletas juveniles, los primeros en aparecer en liza, estaban dispuestos para correr los 5.000 metros, la organización no pudo dar la salida, porque no había una ambulancia. Los efectivos sanitarios que siempre deben estar presentes en este tipo de pruebas son una ambulancia y un médico. La Federación Española de Atletismo (RFEA) es la encargada de que todo esté en orden. En este caso, el vehículo se había desplazado a buscar al doctor minutos antes del comienzo de la primera prueba. Por lo que no se podía dar la salida a la hora marcada.

Pasadas las seis de la tarde, los atletas seguían calentando en la línea de salida, con la incógnita de saber cuándoiban a poder correr y si lo mejor era seguir allí o volver a vestirse por miedo a enfriarse con el riesgo desufrir tirones musculares u otras lesiones. “Esto no es serio, es un cachondeo”, aseguraba el encargado de una de las federaciones de atletismo allí presentes. Pero la poca consideración hacia los atletas presentes en Alicante no terminó ahí.

La organización decidió juntar en unaprueba a las atletas juveniles con las júnior. En ambas categorías, las chicas debían correr 5.000 metros. Según fue transcurriendo la carrera, las júnior fueron doblando a algunas juveniles y los jueces perdieron la cuenta de cuántas vueltas les quedaban a variascorredoras. Fueron los padres, entrenadores y público allí presentes los que, a gritos, iban indicando las vueltas que les faltaban a cadaatleta.

Por si esto fuera poco, el cronómetro general se estropeó, por lo que algunos tiempos se confundieron. Una atleta se clasificó con el tercer puesto, cuando en realidad había quedado cuarta, y un récord estuvo en el aire porque no se conocía cuál había sido el tiempo real que había realizado.

La indignación fue la tónica general del público que pidió “respeto por unos atletas que se sacrifican mucho por este deporte”. Una mala organización para una competición de la talla de un Campeonato de España que reunía a los mejores atletas del panorama nacional juvenil y júnior. Una Federación en plena crisis de resultados, no puede permitirse que los encargados de representar a España en el futuro sufran este trato.