Higuero, sobre la cruda realidad de Sopot: "Mejorar esas cifras cuesta generaciones"

Juan Carlos Higuero (Aranda de Duero, 1978) apura los días para tratar de llegar al Europeo de Zúrich del próximo verano. El fondista reconoce a El Confidencial que es “un romántico del atletismo” y que ver un campeonato desde la tele le produce “hasta llanto”. Por eso, está poniendo todo su empeño en llegar en plenas condiciones al mes de agosto: “Pese a la lesión, estoy con ilusión”. Mientras, le ha tocado disfrutar del Mundial de Sopot (Polonia) desde la distancia. Para Higuero, en el campeonato del mundo de pista cubierta sucedió “lo esperado” y se cumplieron sus pronósticos: “No me quedé decepcionado, era lo que yo pronosticaba”, asegura.

El director técnico de la Federación Española de Atletismo, Ramón Cid, reconocía que el equipo español “no había cumplido” en Sopot. Días antes, había pronosticado a este periódico “una medalla y cuatro finalistas”, unos registros que se quedaron muy lejos de la realidad, con sólo el bronce de Ruth Beitia y ningún finalista, a excepción de la saltadora cántabra, claro está. Higuero analizó cómo había visto el Mundial y estas previsiones del director técnico: “Creo que el equipo era muy reducido. En estos últimos años, el atletismo es el deporte más universal y alcanzar una medalla es muy complicado. En España han nacido nuevas estrellas pero todavía no son suficientes para estar consagrados a nivel mundial En Sopot sucedió lo esperado. La única favorita a medalla era Ruth y así lo hizo. Es una atleta muy longeva y es ahora cuando mejor está. Fue impresionante. Tiene mucho oficio y sabe transmitirlo muy bien en la competición”, reconoce.

Pese a que España cosechó el peor resultado de la historia del atletismo español, Higuero no habla de fracaso, sino de ciclos: “No me quedé decepcionado. Yo era lo que pronosticaba. La única opción clara de finalista o medallista era Ruth Beitia y se cumplió. Si miras el ranking mundial, así lo acreditaba. En las otras pruebas había alguna opción de final, pero eran carísimas. Tampoco hay que decir fracaso. Ahora mismo, el nivel es el que tenemos y vamos a ver si mejoramos esas cifras y esos datos. A ver si con este campeonato de Europa de veranonos animamos un poco”, afirma ilusionado.

Por primera vez desde Toronto’93, el atletismo español no tuvo representación en la final de 1.500. Higuero, como especialista en esta disciplina, cree que es una cuestión generacional: “Es muy difícil encontrar atletas de un gran nivel. Son generaciones y ahora, sí que es cierto que en el ranking estamos en la mitad de la tabla a nivel mundial. Tenemos que mejorar esas cifras y eso cuesta generaciones. Habrá que esperar un poco más, hay que dar un poco de tiempo y tener un poquito de paciencia porque el nivel es altísimo”.

Todavía recuperándose de su lesión, Higuero asegura que le quedan cinco meses de mucho trabajo por delante para trata de estar en Zúrich, donde, en caso de competir, no sabe si lo haría en 1.500 o en 5.000: “Estoy mejor, pero todavía me falta un poco para coger la forma. Quiero recuperarme lo antes posible. Estoy con ilusión. Quedan cinco meses, estoy haciendo mucha piscina, ‘agua running’, y eso va a hacer que me cueste menos coger la forma. Si transmito lo que estoy haciendo ahora en la piscina, creo que sí puedo llegar. Si consigo estar allí, mi intención es hacer 5.000, pero habrá que ver cómo voy en esa línea de entrenamientos. Lo bueno es que soy un atleta que puede hacer cualquier prueba, así que no descarto el 1.500 tampoco, ya que es una prueba que le tengo cogida más la medida”, asegura. Si Higuero consigue llegar a Zúrich, tratará de rescatar al atletismo español de una etapa complicada.