Eusebio Cáceres: 'el saltador velocista' que aspira a coronarse en Moscú

Tras un salto impecable, Eusebio Cáceres volaba hacia la final de salto de longitud. Hoy (17:30 h., Teledeporte) intentará dar a España la que sería su segunda medalla. Pese a lo mermado de su físico estos días, tras padecer un resfriado que apenas le ha dejado dormir, el atleta de Onil supo activarse a tiempo y logró el pase a la final con la mejor marca (8,25m). Sólo el ruso Menkov (8,11m) y el sudafricano Mokoena superaron la marca exigida para pasar a la final (8,10). Pese a lo idílico del panorama, la gran esperanza del atletismo español paran estos mundiales no quiere ni oír hablar de medallas. “Yo en medalla no pienso. Vengo a luchar, a estar en la final de un Mundial, que es lo que quería y me hace mucha ilusión. A ver qué sale porque puede pasar de todo", admitía tras lograr el pase a la final.

Con una expedición, la española, donde las expectativas son alarmantemente bajas (entre siete y diez finalistas admitía el director técnico Ramón Cid), la aparición fulgurante de Cáceres alimenta esperanzas. Su mejor marca en el año, 8,37 m, que le sitúa como la tercera mejor del ránking, arroja luz en un grupo deprimido. Ya avisaba Cid que estos mundiales son un escalón para poder afrontar con garantías los próximos Juegos de Río en 2016. Pese a la prudencia que admiten en el seno del equipo español, la euforia es libre. Y España necesita ilusiones. Con tan sólo 21 años, Cáceres ha renovado el interés en una disciplina que desde Yago Lamela estaba huérfana de grandes héroes nacionales. Con Cáceres, la actuación de Sevilla en 1999 vuelve a tomar vida.

A diferencia del gran atleta asturiano, Cáceres basa su salto en la velocidad punta antes de la batida. Mientras Yago Lamela lo fiaba todo a su gran potencia en el salto, Cáceres se aferra a su velocidad en la carrera. En los Campeonatos de España de Atletismo, no participó en la prueba de salto de longitud y sí en la de los 100 metros lisos. Allí obtuvo una marca de 10,45. Es por ello que en su estilo predomina alargar algo la carrera para obtener mayor velocidad horizontal. Regular durante todo el año, saltando siempre por encima de los ocho metros, acude seguro a la cita mundial.”Voy con la intención de aprovechar esta buena oportunidad" en una prueba sin claro dominador. "Nadie tiene una marca estratosférica", declara Cáceres.

Su favorito sigue siendo el ídolo local Alexander Menkov, pese a estar segundo en el ránking, por detrás del mexicano Luis Rivera. "Para mí, Menkov sigue siendo el rival. Le he visto con una carrera corta, y aún así ha saltado mucho, y en la final será otro cantar. Dwight Phillips (cuatro veces campeón) se está escondiendo un poco, pero he oído decir que va a intentar su quinto título y va a dar guerra”, sentencia el atleta. Con el recuerdo del Lamela aún vivo, plusmarquista nacional con 8,56m, Cáceres aspira a confirmar una presea que aportaría cierta seguridad al trabajo que se viene realizando en la Federación española en su particular travesía por el desierto.