Con Eusebio, saltamos todos

Luis Alberto Marco(Sevilla, 1986) lleva el atletismo en las venas. El español es un especialista en carreras de medio fondo, 800 y 1.500 metros. Los mejores resultados de su carrera deportiva han sido en 800. Desde muy pequeño práctica esta modalidad deportiva y ya cuenta en su haber con varios Campeonatos de España, varias participaciones en campeonatos de Europa, con un subcampeonato en 2009, y dos participaciones en campeonatos del mundo, contabilizando la de Moscú. Ha sido en la capital rusa donde Marco tuvo que ver la final de 800 desde la grada, tras caer eliminado en semifinales. El sevillano relata ahroa como vive el Mundial de Atletismo desde la grada enEl Confidencial.

Hoy viernes a las 17'30 muchos seremos los que estaremos nerviosos cual competidores de la final de longitud del campeonato del mundo. Entre los participantes estará un pequeño atleta de Onil (Alicante), sin embargo, de alguna manera, también estaremos muchos presentes allí.

Eusebio Cáceres (Onil, 1991) es un pequeño atleta de tan sólo 1'75, y digo tan sólo, teniendo en cuenta a sus rivales en el foso, aunque a diferencia de muchos ellos cuenta con un ‘tobillo’ prodigioso. Atleta que nació en las pruebas combinadas, en las que ha ido batiendo el récord de España en todas las categorías inferiores y dónde incluso llegó a tener el récord del mundo junior de heptathlon en pista cubierta. Por el camino de las combinadas también ha tenido tiempo de batir los récords de las pruebas individuales de vallas y longitud. En definitiva un talento precoz, que con el tiempo ha ido madurando y orientando su entrenamiento hacia la longitud, pero sin olvidar en ningún momento la preparación invernal de las pruebas combinadas.

De la mano de Jesús Gil y de José Antonio Ureña, nos impresionó a todo en los europeos de Barcelona 2010, dónde saltó 8'27 metros en la calificación, consiguiendo el récord de Europa junior. Además ese mismo año, ya ganó la medalla de plata en el mundial Junior de Moncton (Canadá). Tuve la oportunidad de conocer a Eusebio en ese campeonato de Barcelona y ver que es un atleta distinto, y perdónenme la expresión, un atleta que vive totalmente en su mundo. Tranquilo, incapaz de ponerse nervioso antes de las competiciones, algo despistado y, sobre todo, muy perezoso, capaz de dormir horas y horas si nadie lo levanta. Alejado de las nuevas tecnologías, es poco habitual de las redes sociales y diría que también de internet, aquellos que tengan su número de teléfono tampoco podrán encontrarle vía “whatsapp”. En definitiva, como decía, un atleta distinto con una personalidad propia.

Desde Barcelona, siempre ha sido una de las grandes promesas de atletismo, de las que desafortunadamente no andamos sobrados. Sin embargo, Eusebio ha atravesado una etapa de irregularidad, capaz de lo mejor y de lo peor, quedando eliminado en la calificación de prácticamente todos los campeonatos internacionales absolutos (excepto en el citado europeo de Barcelona y en el pasado europeo de Helsinki 2012).

Esta temporada hemos vislumbrado un cambio en Eusebio. Siempre ha sido un atleta “casero” en cuanto a competiciones, nunca se había dejado ver en grandes meetings tipo Diamond League o parecido pese a tener marcas que le darían plaza en cualquiera de ellos. Sin embargo este año debutó con victoria en el meeting de Rabat (8'22 metros) y pocos días después volvió a vencer en el meeting de Dakar (8'20 metros), demostrando una gran regularidad por encima de los 8 metros. Lo siguiente que vimos de él fue colgarse la medalla de oro en el campeonato de europa sub’23, quitando, además, el récord de los campeonatos a nuestro saltador más laureado, Yago Lamela. Eusebio se fue hasta los 8'37 metros incrustándose en el top-three del ranking mundial.

Hace dos días, Cáceres volvió a dar otra muestra de su calidad. La calificación de la longitud se celebró a las 8:25 de la mañana en España. Una hora poco habitual para los atletas para competir o entrenar y en los que muchos, me incluyo aquí, no tenemos las mejores sensaciones. Saltador tras saltador, vimos como no sólo los 8'10 metros que se exigían para el pase a la final quedaban lejos para la casi totalidad de ellos, sino que incluso había problemas para llegar a los 8. Turno para Eusebio, encaró el foso a una velocidad endiablada, batió y se fue hasta los 8'25m en su primer intento. Él no entendió de horarios, recogió sus cosas y se marchó a descansar, dejándonos a todos boquiabiertos y deseando volver a verle en la final de hoy.

No me gusta hacer pronósticos, la mayoría de las veces, porque si no se cumplen, parece que el resultado es un fracaso. Otras veces, porque como atleta, sé lo que es sentir la presión externa y lo que puede provocar en tu rendimiento. Pero, como ya he comentado, Eusebio es un caso especial, dudo que algo le vaya a poner nervioso, es más, dudo que vaya a leer nada que se escriba de él en internet. Creo sinceramente que esta tarde, Eusebio nos va hacer ponernos en pie y gritar de alegría, creo que va a darnos una nueva medalla a la selección, pero si todo esto no pasa, da igual, Eusebio ha conseguido volver a ilusionarnos, ha logrado crear una gran expectación y para mí eso ya es una medalla. Y es que Con Eusebio, saltamos todos.