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'La final de 800 desde la barrera'
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LUIS ALBERTO MARCO ESCRIBE EN EL CONFIDENCIAL

'La final de 800 desde la barrera'

Luis Alberto Marco relata desde Moscú cómo vivió la final de 800 metros lisos después de ser eliminado en la semifinal. El atleta español cuenta su experiencia

Foto: Luis Alberto Marco, en las eliminatorias de 800 metros lisos (Efe).
Luis Alberto Marco, en las eliminatorias de 800 metros lisos (Efe).

Luis Alberto Marco (Sevilla, 1986) lleva el atletismo en las venas. El español es un especialista en carreras de medio fondo, 800 y 1.500 metros. Los mejores resultados de su carrera deportiva han sido en 800. Desde muy pequeño práctica esta modalidad deportiva y ya cuenta en su haber con varios Campeonatos de España, varias participaciones en campeonatos de Europa, con un subcampeonato en 2009, y dos participaciones en campeonatos del mundo, contabilizando la de Moscú. Ha sido en la capital rusa donde Marco tuvo que ver la final de 800 desde la grada, tras caer eliminado en semifinales. El sevillano relata cómo vivió la carrera en El Confidencial.

Gran expectación en la noche de este martes en el estadio de Luzinski, al menos eso se percibía desde las gradas, desde dónde desafortunadamente tuvimos que presenciar la prueba. No había ningún español en esa final, de hecho, sólo uno en toda la historia de los mundiales vivió desde dentro una final de 800 (Tomás de Teresa, 1991) Ni Kevin López ni yo mismo, pudimos superar la dura criba de las semifinales, en una prueba en el que el sistema de calificación es brutal (los 2 primeros puestos de cada semifinal y 2 tiempos del total de las tres semifinales) que habitualmente deja KO a algún favorito desde la primera ronda.

En esta final, de los 7 primeros del ranking mundial (quitando al lesionado Rudisha), solo “fallaron” el americano Brandon Jhonson y nuestro Kevin López. Ambos se quedaron en semifinales, el primero a sólo un puesto y Kevin resintiéndose de una lesión muscular en los isquiosurales. Por mi parte, terminé 5º en mi semifinal, remontando puestos desde atrás y acabando fuerte, pero lejos de los dos puestos que daban acceso a esta soñada final. A decir verdad, y aunque a todos los atletas nos gustaría ser los mejores, he de reconocer que tenía muy difícil el pase a la final a tenor del ranking mundial, por lo que mi participación en este mundial, pese a no dejarme completamente satisfecho, me dejó un buen sabor de boca.

Pero volvamos a la final. El público abarrotó las gradas, fue de hecho, el único día que se pudo ver al gigantesco estadio olímpico así. Puede que las importantes finales (800, 400, pértiga, disco...) que se disputaban esa tarde, provocaran tal respuesta en la fría afición moscovita. O quizás, y sólo quizás, la participación de la ídolo de masas y reina local, Yelena Isinbayeva. Ensordecedor cada vez que se disponía a saltar, y más cuando finalmente sus rivales fallaron en la última altura dando el oro a la ‘zarina’. Sin embargo, un silencio sepulcral se hizo a las 21'10, cuando las cámaras y la megafonía anunciaban la final de los 800 metros masculinos. Antes, hicimos una pequeña porra entre los presentes, entre los que se encontraba entre otros, además de Kevin y yo, el ex-ochocentista español Luis Javier González, acompañando a Juan Carlos Granado, entrenador de nuestra mejor ochocentista de siempre, Mayte Martínez. Las distintas apuestas dejaban una cosa clara, ante la ausencia de Rudisha, no había ningún claro favorito, ninguno de nosotros coincidió en las tres posiciones de medalla.

La carrera se esperaba rápida; el americano Duane Solomon, fiel al estilo de su entrenador, Jhonny Gray, acostumbra a salir a ritmo de meeting. No hubo sorpresas en eso, pasándose el 400 en poco más de 50 segundos y con todos los participantes muy agrupados. La contrarrecta no definió al ganador, pero sí descartó a alguno de la vitoria. El jóven francés Bossé perdía posiciones junto con una de las sorpresas de la final, el atleta de Arabia Saudí Mohamed. Solomon entró primero en la recta, con su compatriota Symmonds a su espalda. El rubio americano inició el sprint tomando la cabeza a falta de 80 metros. Por detrás el etiope Amman apretaba los dientes para recuperar tiempo de una mala colocación y a falta de 30 metros tomaba la cabeza para proclamarse campeón del mundo. Symmonds era plata y el bronce caía para Djibouti de la mano de Souleiman (hablando de la universalidad del atletismo...). Los primeros europeos fueron el polaco Lewandoski y el inglés Osagie. Solomon tras el esfuerzo, caía hasta la sextaposición en lo que fue una decepción para el líder mundial del año. Nuevos campeones del mundo; la densidad de atletas de gran nivel en esta prueba ha provocado algo anecdótico: ningún campeón del mundo de los últimos años ha sido capaz de revalidar su título. Aún así, y aunque lógicamente uno prefiere estar en el ruedo y no en la barrera, la final de 800 volvió a dejar un gran sabor de boca a todos los que pudimos disfrutarla en directo.

Luis Alberto Marco (Sevilla, 1986) lleva el atletismo en las venas. El español es un especialista en carreras de medio fondo, 800 y 1.500 metros. Los mejores resultados de su carrera deportiva han sido en 800. Desde muy pequeño práctica esta modalidad deportiva y ya cuenta en su haber con varios Campeonatos de España, varias participaciones en campeonatos de Europa, con un subcampeonato en 2009, y dos participaciones en campeonatos del mundo, contabilizando la de Moscú. Ha sido en la capital rusa donde Marco tuvo que ver la final de 800 desde la grada, tras caer eliminado en semifinales. El sevillano relata cómo vivió la carrera en El Confidencial.