Alex Txikon, un pionero del alpinismo respetuoso con la naturaleza

“Desde hace años empleamos una o dos botellas de gas de 20 kg para calentarnos en las hospederías ('lodges') en las que descansamos y reponemos fuerzas en cada una de las etapas de nuestra marcha hacia el Campo Base. Con esto intentamos evitar que las poblaciones locales tengan que talar los bosques de rododendros, árboles autóctonos que están en retroceso en ciertos valles y que son muy importantes para el equilibrio natural de sus ecosistemas. Al llegar a los 'lodges', la botella de gas se enciende en la sala principal y solicitamos no alimentar con madera las estufas de carbón”. Quien habla es Ignacio de Zuloaga, el responsable de que todo esté en orden, el director técnico en las expediciones del alpinista español Alex Txikon. Zuloaga fue quien tuteló la marcha de aproximación y acogió a EL CONFIDENCIAL cuando informamos desde el Campo Base del Everest sobre la expedición invernal (febrero de 2018).

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Pedro Gil

Txikon se encuentra en el Manaslu (8.163 m) en un intento cien por cien invernal en el que participan Iñaki Álvarez y los sherpas Kalden, Namja, Chhepal y Gelum. Las últimas informaciones recibidas desde el Campo Base confirman el inicio de la ascensión. Una gran nevada “hasta la cintura” ha frenado la progresión del grupo de seis alpinistas que se encuentran -a viernes 12- en el Campo 2, a la espera de que los partes meteorológicos aclaren la situación. La cumbre estaría prevista para el domingo 14 de febrero.

A la fecha de esta crónica, el alpinista italiano Simone Moro, que forma cordada con Txikon, estaría camino del Campo 2. El Confidencial se ha puesto en contacto con Vítor Baía, uno de los mejores meteorólogos de montaña, para conocer las previsiones de los próximos días. “Es imposible hacer cumbre hasta el día 16. Mucho viento. Del 16 al 20 de febrero puede ser posible un intento, pero tendría que mejorar algo”, ha respondido. Esta valiosa información se la hemos remitido al equipo de Alex Txikon.

Energía limpia en el Campo Base

Las últimas expediciones de Alex tienen algo que las hace diferentes: la búsqueda de la eficiencia energética y el intento de reducir la agresión que toda actividad humana produce en el entorno. En el Campo Base del Manaslu nueve paneles solares proporcionan energía para los distintos dispositivos (baterías, teléfonos, radios, ordenadores, estaciones meteorológicas, drones) que se alinean en las mesas. La Fundación EKI ha facilitado los elementos necesarios. Cada panel tiene una capacidad de 1.100W y el inversor es de 800VA. Invierte de los 24V de las dos baterías a 230V para consumo doméstico.

“En las expediciones al K2 (2018-2019) y al Amadablam&Everest (2019-2020), con el uso de una instalación de solo tres paneles, fuimos capaces de ahorrar más de 500 litros de combustible. Redujimos alrededor de 1,2 toneladas de emisión de CO2”, precisa Zuloaga. Alex Txikon insiste en ello: “La verdad es que es todo un reto, pero necesario y posible. El año pasado lo demostramos, estuvimos más de 50 días en el Campo Base del K2 invernal y no empleamos queroseno en ningún momento para alimentar los equipos electrónicos”.

Les preguntamos qué sucede con el combustible que se utiliza para cocinar y calentar las tiendas donde conviven los expedicionarios, ya que los metros cuadrados de paneles solares que se instalan no son capaces de aportar tanta energía. “En mi opinión, ese es otro de nuestros grandes desafíos en las expediciones al Himalaya. Hay que intentar eliminar el uso de queroseno en las cocinas y estufas del Campo Base. Ya no solo por reducir las emisiones contaminantes, sino por mejorar la calidad de vida y condiciones laborales de las personas que trabajan durante varios meses en estas cocinas”, responde Zuloaga.

El agua, una gran preocupación para la expedición

Un estudio de febrero de 2020, realizado para analizar la calidad del agua embotellada procesada y en el que se recogieron un total de 50 muestras de diferentes marcas en lugares públicos del Valle de Katmandú, reveló la presencia, en el 76% y el 92% de las muestras, de bacterias fecales (Escherichia coli) y coliformes totales (CT), respectivamente. La población bacteriana superaba ampliamente los límites de referencia (>300 CFU/100 mL de E. coli) establecidos por el Departamento de Tecnología Alimentaria y Control de Calidad (DFTQC) (0 CFU/100 mL de agua). (Journal of Water, Sanitation and Hygiene for Development, volumen 10, nº 1 2020).

En la expedición al Manaslu, y gracias a la colaboración de AQUADAT, una startup que contribuye a gestionar el agua de manera más sostenible, los alpinistas depuran el agua resultante de la fundición del hielo y la nieve antes de su consumo, para hidratarse de manera segura. Para ello se sirven de filtros de agua de 0,1 micrones que eliminan los organismos nocivos (bacterias 99,999% y protozoos como giardia y criptosporidium 99,9%), superando las normas EPA sin utilizar productos químicos u otros dispositivos.

“Además, mediante el filtrado de todo el agua, hemos eliminado por completo el uso de agua embotellada durante la marcha de aproximación, afirma Ignacio Zuloaga. Estimamos que hemos evitado el consumo de 1.600-1.800 botellas de plástico de medio litro. Si esta iniciativa hubiera sido adoptada por las más de 120.000 personas que visitaron el Everest en el 2019, se habría ahorrado el uso de más de siete millones de botellas de litro, o lo que es lo mismo, más de 125 toneladas de plástico. Y no solo plástico, también se elimina la huella que supone el hecho de transportarlas desde Katmandú hasta el Parque Nacional de Sagarmatha.”

Le hacemos notar a Ignacio que en el trayecto desde Lukla hasta el Campo Base del Everest escasean las fuentes de agua. “Así es. En nuestras reuniones con los responsables de la Nepal Tourism Board les hemos manifestado la conveniencia de construir al menos una fuente en cada etapa del trecking. Creemos que poder abastecernos de agua con los filtros que llevamos no afectaría a la economía de las familias que te ofrecen servicios durante el trayecto y sería muy beneficioso para el medio ambiente. También les insistimos en que deberían ser muy vigilantes con el destino de los residuos que transportan desde los campos base. Nosotros separamos lo orgánico y los envases. Nos encargamos también de almacenar el aceite usado y asegurar su retorno y lo mismo con todos nuestros residuos. Resulta desalentador ver el enorme basurero que existe en Namche Bazaar, al fondo del barranco donde está la mayor cascada de hielo del Himalaya”.

Preservación de nuestro entorno y desarrollo económico, dos variables difíciles de armonizar en uno de los países más pobres del planeta. El alpinismo de Alex es un esfuerzo pequeño, pero muy importante en esa dirección.