Nada cambia (en el resultado) pero todo cambia (en el juego): este es otro Mundial de ajedrez
Ding Liren y Gukesh siguen empate en el marcador, pero la tendencia ha cambiado. Ya hemos dejado atrás la fase de partidas anodinas y el nivel de juego ha crecido mucho
Ding Liren y Gukesh siguen empatando partidas, pero algo ha cambiado en el Mundial de ajedrez que se está disputando en Singapur. Sí, el resultado ofrece pocas alegrías. Tras nueve partidas, todo está igualado y el resultado, tablas, ha sido el mismo en las últimas seis. Pero la tónica del duelo ya no es la misma.
Y no lo es porque se han juntado dos circunstancias: Gukesh ha pasado al ataque y Ding Liren se ha defendido de forma brillante, recordando al jugador que era antes de ganar el título. No hace tanto que el chino, todavía vigente campeón, encadenó 100 partidas a ritmo clásico sin perder. Ese jugador se ha vuelto a ver en Singapur.
Con todavía cinco duelos por disputar, lo cierto es que no está claro quién tiene ventaja. Gukesh sigue apretando, sí, pero que se alargue el duelo es muy bueno para Ding. El defensor del título estará encantado de llegar a los desempates, que se disputarán a ritmo rápido. En ese formato, es favorito por el simple hecho de que ha demostrado ser mejor jugador en partidas en las que el reloj es menos generoso.
Seguramente por eso Gukesh ha buscado posiciones más agudas, sobre todo en la séptima y octava partidas. Ahí apretó a Ding durante horas, pero no consiguió encontrar la combinación ganadora porque la resistencia del chino fue numantina. No dejó un hueco después de cometer un par de errores que le dejaron en peor posición.
Otro mundial
En cualquier caso, lo visto en esos dos encuentros es totalmente diferente a lo que nos ofreció la segunda tanda de partidas. Todo forzado por Gukesh, que sigue poniendo encima de la mesa nuevas ideas en la apertura. Su equipo de trabajo, que sigue rodeado de misterio, no ha encontrado todavía la clave para doblegar a Ding, pero no van a dejar de intentarlo.
En cuanto al chino, las dudas sobre su rendimiento y sobre su estado anímico y psicológico son muy legítimas. Sus dos últimos años han sido muy malos, entre derrotas y problemas relacionados con la salud mental, pero esas dos defensas tienen que hacernos pensar que su recuperación está cada vez más cerca. No es el Ding de 2019, pero se ven destellos.
Esa capacidad de resistir en situaciones muy complejas, siempre encontrando la jugada más fina y, en ocasiones, la única que le salva del desastre, le tiene que hacer sentir cierto optimismo. No es mentira que él mismo se ha puesto en esas situaciones complejas, pero en ocasiones las defensas han sido casi milagrosas.
Ding sigue teniendo un gran problema: la gestión del tiempo. La partida que perdió, si bien su posición era ya desesperada, fue por tiempo y en el resto de duelos ha estado con apuros constantes. Es verdad que tiene por costumbre hacer cálculos muy profundos, pero tendría que evitar esos momentos en los que dedica 30 o 40 minutos para hacer un movimiento.
Ahí es donde traslucen todavía las dudas que él mismo tiene sobre su juego. Dedicar tanto tiempo para jugadas a veces más o menos lógicas denota que le falta mucha confianza en sí mismo. Parece poco probable que la recupere en este Mundial, pero jugar con más margen solo puede ser positivo.
Ventaja… ¿Ding?
En realidad, el escenario no ha cambiado demasiado respecto de las primeras seis partidas. Gukesh sigue siendo mejor jugador, tiene más capacidad de ataque y todo apunta a que si alguien consigue arrancar una victoria, será él.
Pero el tiempo corre en favor de Ding. El indio apenas ha jugado partidas rápidas en su carrera (solo tiene 18 años y en la escuela india enfocan mucho el desarrollo del jugador en ritmos lentos), mientras que el defensor de la corona aterrizaría en terreno conocido si vamos a los desempates. Ahí consiguió el título contra Ian Nepominiatchi y todo apunta a que tendrá que repetir hazaña si quiere ampliar su reinado.
Ding Liren y Gukesh siguen empatando partidas, pero algo ha cambiado en el Mundial de ajedrez que se está disputando en Singapur. Sí, el resultado ofrece pocas alegrías. Tras nueve partidas, todo está igualado y el resultado, tablas, ha sido el mismo en las últimas seis. Pero la tónica del duelo ya no es la misma.
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