España y Tomé colapsan a las puertas del oro: partido de chiste ante una burda Brasil (4-2)

España ha desperdiciado una oportunidad para hacer historia. No hay mejor resumen de un encuentro indigno si tenemos en cuenta que lo que había en juego era una final por una medalla de oro. Brasil goleó y, aun con todo, el resultado pudo ser mucho peor del que fue. Ahora espera Alemania en un partido por el bronce al que el combinado nacional llegará muy tocado.

Quizás no era día para experimentos, y más cuando tus prestaciones en el torneo no habían sido las mejores. Pero Tomé, valiente dentro y fuera del campo, escogió un once titular sin Laia Aleixandri, Patri Guijarro, Alexia Putellas y Athenea del Castillo. Las cuatro habían arrancado los Juegos como titulares, pero, ante Brasil, Laia Codina, Tere Abelleira, Jenni Hermoso y Eva Navarro fueron las elegidas de la asturiana. En frente, la Canarinha sin su líder, Marta, que cumplía segundo partido de sanción tras la entrada cometida a Olga Carmona en fase de grupos.

El inicio del partido fue, en la línea del campeonato de España, rocambolesco. En el minuto 5, Cata Coll recibió en área pequeña y, al despejar, el balón impactó en Irene Paredes. Error impropio de una semifinal olímpica y gol en propia puerta. Tocaba remontar.

España salió dormida, tenía que reaccionar. Pese a ser experta en remontadas, el día de la derrota podía llegar. La Selección estaba atascada y solo cuando el balón llegaba a Aitana daba una verdadera sensación de peligro. De sus botas salió el primer disparo, que se marchó cerca del palo.

Un flan en defensa

En el minuto 20, Lorena, la portera de Brasil, comenzó su particular juego de tirarse al suelo y quejarse de dolor en la rodilla. Lo mismo que hizo, en más de cuatro ocasiones, en el partido que acabaron perdiendo 2-0. Antes Portilho, en el gol, se rio en la cara de Cata. Dos acciones lamentables e innecesarias que debían motivar a España.

A raíz de esa acción de la guardameta de la Canarinha, España empezó a crecer. Primero, con un disparo de Jenni Hermoso desde la frontal que obligó a intervenir a Lorena. Luego, un par de acciones aisladas a balón parado. No obstante, fue Brasil quien en botas de Priscila perdonó el 2-0.

Las de Tomé, en defensa, sufrían en cada acción. Y cuando concedes tanto, lo normal es encajar. Portilho, que había perdonado anteriormente, remató un centro lateral para poner el 2-0. Un reseteo en el descanso era más que necesario. El oro se alejaba.

Tras el paso por vestuarios, Oihane Hernández y Athenea del Castillo entraron en lugar de Olga Carmona y Eva Navarro. Un doble cambio a priori, poco ambicioso considerando la ardua tarea que España tenía por delante. Otro despiste en defensa de Irene estuvo a punto de provocar el 3-0 y sentenciar la semifinal. En la acción siguiente, fue sustituida por Laia Aleixandri. Tomé, de esta forma, retiró a su capitana y perdió una ventana de cambios tan solo cinco minutos después del descanso.

España no fue España

Con Alexia en el banquillo de manera incomprensible y España generando muy poco peligro, Guijarro sustituyó a Tere Abelleira. La pérdida de rumbo era evidente. La seleccionadora, la primera. Jenni Hermoso, de lo poco salvable, intentó en el minuto 70 anotar el primero con un disparo desde la frontal. Lorena la envió al saque de esquina.

En un contraataque que desencadenó una jugada rocambolesca, Adriana anotó el tercero para Brasil y sentenció la semifinal. En el minuto 77, con todo el pescado vendido, entró Alexia por Laia Codina. Pese al 3-0, el show de Brasil no cesó y las pérdidas de tiempo sedaron el partido.

Salma recortó distancias con un cabezazo, Alexia mandó un disparo al larguero y Brasil aprovechó otro error en defensa para marcar el cuarto. Paralluelo volvió a anotar, pero era demasiado tarde para soñar con otra remontada.

Ahora, España tendrá que conformarse con pelear por la medalla de bronce. Un premio insuficiente, pero que incluso podría ser una gran recompensa en vista del mal torneo que ha realizado la Selección de Montse Tomé. En frente Alemania, que plantó cara a Estados Unidos y la llevó a la prórroga. Toca recargar pilas.