Tregua antes del asalto final: el título mundial de ajedrez se decidirá en dos partidas

Tras meses de preparación, semanas de buscar nuevas ideas e incontables horas estudiando al rival, el Mundial de ajedrez va a decidirse en dos partidas. Serán esas las oportunidades que tendrá a su favor Ding Liren para conducir las piezas blancas y sacar a relucir todo su talento para sorprender a Ian Nepomniachtchi, que sigue un punto por delante (6,5 a 5,5) tras las dos últimas tablas que, la verdad, apenas han tenido historia. El miércoles, en la duodécima partida de un máximo de 14, el jugador chino tiene que salir a ganar.

Y no le va a ser fácil. Es cierto que ya lo ha hecho en este mundial, pero Nepo está mostrando una fortaleza que hace difícil pensar que se le pueda escapar el título ahora que va por delante. Le vale con no perder y, cuando un jugador de este nivel, la máxima élite mundial, sale a empatar, es muy raro que no lo consiga.

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Antonio Martín

La décima y undécima partida son un fiel reflejo de ello. El ruso salió a dejar pasar las partidas, a no sufrir y a firmar tablas sin demasiadas complicaciones. Consiguió todos sus objetivos, con la complacencia de un Ding al que no le pareció del todo mal darse algo de tiempo y recuperar la forma para el último asalto que tendrá lugar después de la jornada de descanso de este martes.

Es cierto que en el enfrentamiento del domingo el chino propuso. Incluso podría llegar a decirse que tuvo opciones para jugar a ganar. Pero no quiso dejarse el Mundial así como así, a sabiendas de que tendrá la posibilidad de atacar en dos de los tres últimos lances. A eso tendrá que agarrarse, y no es poco. Ding siempre ha conseguido cierta iniciativa, incluso victorias, conduciendo las blancas y tiene de su lado que este martes no habrá partida y tendrá muchas horas para descansar y preparar algo con lo que sorprender a su rival. Es hora de aprovechar la creatividad de su lugarteniente, Richard Rapport, otro de los protagonistas del duelo en Astana.

"Voy a intentarlo con todo lo que tengo. Y con el día de descanso de mañana, tengo más tiempo para preparar ideas extra", explicaba Ding en rueda de prensa, dejando escapar alguna sonrisa. Lo cierto es que en rueda de prensa ha mostrado en todo momento una extrema timidez, que se suman a sus muchos problemas con el inglés, pero en ningún momento ha dejado entrever la habitual irritación de Nepo ante cualquier pregunta.

En cualquier caso, el ruso tiene también una fuerte presión. Todo lo que no sea ser campeón del mundo puede tomarse como un auténtico fracaso. De hecho, en la partida de este lunes tuvo alguna oportunidad para buscar cierto dinamismo con blancas, en un momento en el que su posición quizás le permitía empezar a construir un ataque contra el rey negro. En vez de tomar el camino a la victoria, como hubiera hecho en cualquier otro escenario, se decidió por la vía conservadora. No quiso arriesgar.

"Un mono con una granada"

A la presión de tener enfrente un formidable rival que sabe lo que es ganar un duelo a vida o muerte (Ding ganó la última partida del Candidatos cuando se jugaba su plaza en el Mundial), Nepo debe sumar todo lo que está llegando desde Rusia.

El presidente de la federación rusa de ajedrez, Andrei Filatov, se ha descolgado con unas declaraciones contra Nepo que, la verdad, son difíciles de entender. "Parece un mono con una granada de mano", dijo tras una de las victorias de Ding. Preguntado por estas palabras, el jugador ruso prefirió no hacer ningún comentario. Desde luego, no es el momento ni el lugar, cuando se está jugando ser campeón del mundo.

Las palabras de Filatov sorprenden porque el presidente ruso, Vladímir Putin, ya marcó como uno de los grandes objetivos del país recuperar la corona del ajedrez, un honor que durante décadas estuvo en manos de la URRS. Nepo está bien protegido, tiene de su lado a Vladimir Potanin, uno de los oligarcas más cercanos al Kremlin, y su fama le permitió incluso firmar un manifiesto en contra de la guerra de Ucrania. A muchos otros eso les hubiera costado muchos problemas con el Gobierno.

Con presión o sin ella, Nepo tiene frente a sí la oportunidad más grande de su carrera. Y solo tiene que hacer algo que ya ha conseguido cientos de veces: no perder. Con tres tablas consecutivas alcanzaría los 7,5 puntos que le harían acreedor del título. Pero Ding no se lo va a poner nada fácil: se acabó la tregua.