Mercedes hace doblete en Brasil, Sainz se gana subir al podio y Alonso, quinto, se exhibe ante Ocon

George Russell ganó en Interlagos en una victoria muy cómoda para el británico. Hamilton fue segundo y Sainz, que estuvo a punto de ceder su lugar en el podio a Leclerc, hizo podio. Alonso volvió a recordar a todos su excepcional nivel.

Foto: Fernando Alonso dio un recital al volante. (Reuters/Ricardo Moraes) — Fernando Alonso dio un recital al volante. (Reuters/Ricardo Moraes)

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13/11/2022 - 21:04 Actualizado: 13/11/2022 - 21:13

A sus 41 años y tras media vida en la Fórmula 1, Fernando Alonso volvió a recordar a todos (Esteban Ocon incluido), que su pericia al volante y jerarquía sobre las cuatro ruedas dista mucho de la teórica pérdida de facultades que debería estar sufriendo. En la que fue una de sus mejores carreras del año, el piloto asturiano logró una quinta posición final que hace justicia a todas las veces que los problemas de fiabilidad de Alpine, la mala suerte y los errores propios le dejaron sin estar entre los mejores pilotos de la parrilla. En el doblete de Mercedes en el Gran Premio de Brasil, con George Russell sin ceder ni un centímetro y Hamilton a un gran nivel, Alonso fue el gran protagonista.

A pesar de sufrir una penalización por su accidente del sábado con Esteban Ocon que provocó una guerra civil en Alpine y que le obligó a salir decimoctavo, el piloto español dio una exhibición de valentía al volante. Le llamaron en la vuelta 15 a boxes para realizar un undercut y, a partir de ahí, fue aprovechando los errores del resto de pilotos. El accidente entre Verstappen y Hamilton y entre Leclerc y Norris alteró la dinámica de la carrera y Alonso olió la sangre.

Cuando el asturiano estaba quinto, ya superado el ecuador de las 71 vueltas, Alpine le hizo parar. Sin embargo, esta vez la parada fue desastrosa y amenazó con arruinar el desempeño de Fernando hasta el momento. Lo que nadie sabía entonces es que Alonso iba a protagonizar una remontada épica a la altura de su carrera. Stroll y Tsunoda cayeron como moscas. Entonces llegó el golpe de suerte tan esperado. Norris tuvo un problema en el motor y salió el safety car, con lo que paró por tercera vez. También lo haría Carlos Sainz.

Con neumáticos blandos, nadie pudo parar a Fernando Alonso. Tampoco Esteban Ocon, que se resistió a ceder su posición de manera amistosa a un Alonso que venía con mucho más ritmo por detrás. "Concéntrate en vencer a Vettel, no en Alonso, porque tiene ventaja en sus neumáticos. No te quiero ver luchando con Alonso. No me has entendido. Espero que esté claro", le dijeron a Ocon por radio cuando el francés pedía que le "dejaran conducir" y evaluar él mismo la situación.

Alonso le adelantó sin dificultad, como también a Bottas, y se colocó quinto para ya nunca soltar esa posición hasta el final de la carrera a pesar de la insistencia de Verstappen por detrás. Esa maniobra de Fernando, apretando a Leclerc y al propio Sainz, que marchaba tercero tras una gran carrera donde apeó a Checo Pérez en un notable adelantamiento, provocó que Carlos subiera el podio como tercero, ya que Ferrari no pudo realizar el cambio de posición.

La carrera acabó con incendio en Red Bull. Las órdenes de la escudería se basaron en dejar pasar a Max Verstappen por delante de Checo Pérez. El mexicano le cedió la posición sin protestar. Sin embargo, desde la radio le dijeron al neerlandés, entonces sexto en el tramo final de la carrera, que si no podía acercarse a Leclerc ni superar a Alonso, debía devolverle el sexto puesto.

Max no recortó distancias lo suficiente y se saltó las órdenes de equipo para terminar por delante de Checo. Preguntado por el desplante a su compañero, Verstappen respondió: "Os di las razones por las que no iba a hacerlo", mientras Pérez, al enterarse en la última vuelta y en séptimo lugar, espetó un irónico "Gracias, chicos".

El conflicto empeoró al apearse del coche. Checo Pérez se lanzó a morder a la yugular del neerlandés: "Sí, estoy muy sorprendido. No sé qué pasó. Sobre todo, por lo que he hecho por él. No entiendo sus razones, de verdad estoy muy sorprendido y si tiene dos campeonatos es gracias a mí". La bomba en Red Bull es de dimensiones bíblicas.