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Los reyes del mar pasan por Madrid: "Hay que cuidar a los océanos como a las familias"
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Los reyes del mar pasan por Madrid: "Hay que cuidar a los océanos como a las familias"

Peter Burling y Blair Tuke, posiblemente la mejor pareja de regatistas de la historia de la vela, conversan sobre su lucha por la conservación de los océanos y el medioambiente

Foto: Peter Burling y Blair Tuke.
Peter Burling y Blair Tuke.

Llegar temprano a los sitios suele dar buenos réditos. Es jueves por la tarde, han pasado apenas unos minutos de las seis y aún falta media hora para que arranque el acto que ha organizado NZTE. La oficina comercial de la embajada de Nueva Zelanda en España presenta en Madrid tres marcas neozelandesas de tecnología y equipamiento deportivo, enfocadas a la innovación y la sostenibilidad. Una motocicleta eléctrica singular (UBCO 2x2 adventure), una línea de accesorios increíblemente prácticos para integrar a los más pequeños a las 'mountain bikes' de sus padres (Bike Kids Ride Shotgun) y una futurista bicicleta que camina sobre el agua (Manta 5) son sus productos estrella. Y para apadrinar este peculiar acto lleno comparecerán dos jóvenes que ya son leyendas de la vela: Blair Tuke y Peter Burling.

Los dos llegan paseando con tranquilidad por el centro de Madrid sin ser reconocidos por nadie. Charlar animadamente mientras bajan calle abajo y solo les delatan sus polos negros del New Zealand Sail GP. Burling y Tuke son, probablemente, la mejor pareja de regatistas de vela la historia. Sin embargo, quieren ser conocidos como algo más que unos buenos navegantes. Sus éxitos en el mar les brindan la plataforma perfecta para educar y alentar a otros a proteger y restaurar las aguas en las que navegan.

Ambos crecieron en el océano y sus alrededores, navegando, buceando y surfeando con sus amigos. Blair, de 32 años, en la Bahía de las Islas, y Peter, de 30, en la de Plenty. Ahora son cofundadores de la Fundación ‘Live Ocean’ para la conservación de los océanos que se centra en apoyar e invertir en ciencias marinas, innovación y divulgación. Comparten su preocupación “por cuidar la salud de los océanos”. Y ahí Nueva Zelanda es campeona del mundo con mucha ventaja sobre el resto.

placeholder El equipo neozelandés del Sail GP.
El equipo neozelandés del Sail GP.

Tres medallas en los últimos JJOO

Rompen el hielo un choque de puños. James, su jefe de prensa, pelea dignamente con su español para abrir una charla informal que rápidamente salta al inglés y en la que Tuke toma la iniciativa con Burling en segundo plano. Decir que son los mejores regatistas del mundo parece una afirmación gruesa, pero se convierte en irrebatible al repasar su descomunal palmarés: tres medallas en los últimos tres Juegos Olímpicos en 49er (entre ellas el oro en Río 2016), campeones de la dos últimas ediciones de la Copa América, y seis veces campeones del mundo de su clase.

Peter es un tipo tímido que, desde su atalaya (mide 1,86), observa todo con atención arqueando la ceja. Comienza a ganar terreno a medida que avanza la conversación. Y lo hace con una curiosidad sincera que le lleva a hacer preguntas directas que demandan información en su respuesta. Discreto, educado y meticuloso espera al último turno para elegir bebida en la bandeja del camarero, aún a riesgo de quedarse sin la última copa de agua, que finalmente elige. Este larguirucho de mandíbula poderosa y un fuerte acento neozelandés, a veces difícil de entender, tiene más pinta británica que kiwi y pasa por ser uno de los genios de la vela mundial.

Un niño prodigio que se convirtió en el regatista más joven en los JJOO de 2008, con 17 años, y que desde pequeño ya ganaba títulos a competidores tres y cuatro años mayores que él. Alguien que asumió con una tranquilidad inaudita la rueda del equipo neozelandés en la Copa América para sustituir a un gurú de la vela mundial y un mito viviente como Dean Baker. Era 2017 y Burling, con 26 años, se subió al barco y ganó la Copa como patrón con la misma naturalidad con la que salía a navegar en su Optimist en Tauranga con seis años. La clave la da su padre: “Peter nunca se rinde”.

placeholder Los neozelandeses, antes de la prueba.
Los neozelandeses, antes de la prueba.

Favoritos en Río de Janeiro

Diez minutos más tarde Burling ya se ha soltado y ha tenido tiempo de preguntar por la popularidad del rugby en España, por la situación de los habitantes de la Palma y por Rafa Trujillo, regatista gaditano y conocido común. Ya sonríe abiertamente e incluso se le escapa alguna carcajada.

Blair, su alter ego, es otro perfil. Su piel tostada por el sol y su radiante sonrisa de anuncio son su tarjeta de presentación. Si Burling parece ser digno descendiente del Almirantazgo británico, Tuke es el surfero del binomio. Tiene ese toque 'disfrutón' tan kiwi que le hace entrar y salir de la conversación bromeando a cada rato. Dos años mayor que Peter, Blair ha recorrido medio mundo navegando y conoce España de sobra: Mallorca, Galicia, Valencia, Cádiz, Barcelona, Canarias… De hecho, viene de ver a unos amigos en Tarifa, y no es difícil imaginarlo colgado de una cometa haciendo kitesurf en el paraíso gaditano.

Peter y Blair unieron sus destinos en 2012, en Londres, donde ganaron la plata olímpica en la clase 49er. Pero aquello les supo a poco. Ganar el oro era innegociable para estos dos competidores y cuatro años después, en Río de Janeiro, donde fueron los abanderados de su país, entraron al agua como favoritos indiscutibles. Habían dominado la clase ganando 28 regatas consecutivas! entre los Juegos de Londres y los de Río. Y su supremacía en la Bahía brasileña de Guanabara fue tal, que se colgaron el oro con dos días de sobra y el mayor margen de victorias en vela olímpica en más de 50 años. Algo absolutamente extraordinario.

Killers del agua

Están considerados por sus rivales unos 'killers' del agua. Y no ocultan que cuánto más complicado es el reto, más se motivan. Habla Burling: “Una de las cosas buenas de la forma en que Blair y yo navegamos es que realmente disfrutamos de la presión. La razón por la que estamos ahí es para tratar de rendir cuando los tornillos están más apretados. Disfrutamos del escenario más grande. Cuando hay presión para todos, ves errores que normalmente no se cometerían. Y ahí es donde nosotros más disfrutamos”.

Tuke es más cáustico: “¿La clave? Ir más rápido que los demás”. Y sonríe socarronamente. Para ir más rápido hacen falta muchas cosas, una es innegociable: el orden. “Me gusta tener el barco limpio y ordenado y que todo esté en su sitio. Nada me molesta más que no ganar una regata porque se rompió algo que no debía romperse", afirma Burling.

Para Hamish Willcox, entrenador de Yachting NZ que trabaja con Peter desde 2004, “cuando pones a dos marineros increíbles juntos, la química funciona y obtienes un 200 por ciento de ese rendimiento. Pete y Blair son capaces de pulsar los botones correctos juntos y tienen una gran cantidad de respeto y confianza que los hace funcionar así".

Burling va camino de convertirse en uno de los navegantes más grandes de la historia. Un tipo con el talento de Mozart, la fortaleza mental de Rafa Nadal y la determinación de Kasparov. “Pete es una roca. Es sólido e imperturbable. Físicamente es extremadamente fuerte, lo que es de gran ayuda. Pero la mayor fortaleza de Pete es su estabilidad mental", afirma Wilcox. Sus rivales sostienen divertidamente que en plena competición, con la adrenalina disparada en situaciones extremas, su corazón no supera los 10 latidos por minutos. Un témpano de talento.

placeholder El equipo neozelandés, en plena competición.
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Y ahora han convertido esa audacia y esa forma vanguardista de navegar en una herramienta para hacer frente a un problema global, “la salud de los océanos”. Los dos están en España para competir en Cádiz en las Sail GP 50, una suerte de Fórmula 1 del mar que viaja por todo el mundo. Han unido sus fuerzas como codirectores ejecutivos del New Zealand SailGP Team, promocionando al tiempo ‘Live Ocean’ por todo el mundo. Blair afirma: "Nuestro objetivo es construir un equipo de regatas ganador, y comercialmente viable para Nueva Zelanda, que lleve en su ADN promover la protección y restauración de los océanos".

Burling recupera el semblante serio del inicio de la conversación cuando habla de este asunto: “Trabajar con ‘Live Ocean’ es algo que nos apasiona. Necesitamos escuchar a la comunidad científica para saber cómo utilizar el mar, qué cambios están ocurriendo y cómo podemos desacelerarlos. Buscamos soluciones creativas para mejor los resultados”.

Tuke también abandona por un segundo su sonrisa para reflexionar sobre lo que está ocurriendo en los océanos: “La gente está empezando a actuar viendo lo que está produciendo por el cambio climático. Están más informados que nunca en el sentido del cambio de los océanos y su vinculación con el cambio climático. El océano absorbe prácticamente el mismo nivel de CO2 que la tierra. Cada segundo de oxígeno que inhalamos está producido por el océano. El impacto del océano en nuestras vidas es inmenso. Para que la humanidad sea próspera es imprescindible que océano también está a este nivel”.

placeholder Burling y Tuke, tras una prueba.
Burling y Tuke, tras una prueba.

Retoma el mensaje Burling, quien con su pragmatismo habitual, desvela cómo hacerlo: “Queremos utilizar como herramientas la ciencia y la innovación, sumando el know-how de las poblaciones indígenas del mundo que tienen un conocimiento que han ido transmitiendo de generación en generación”.

Y concluye con una reflexión inquietante: “Los océanos están cambiando rápido. Escuchas historias de cómo eran antes y ves cómo están ahora y... Desde arriba no se ve la mayor, porque además el daño se está produciendo abajo día tras día. No se trata de un cambio que se ha producido durante siglos, en mis 30 años de vida yo noto los cambios que ocurren a mi alrededor. Tenemos que cuidar los océanos como cuidamos a nuestras familias. Hay que actuar ahora. Hay que actuar ya”.

La tarde termina con un apretón de manos y un par de recomendaciones en Cádiz para estos dos kiwis que se dejarán caer por el Manteca este fin de semana. Los reyes del mar han pasado por Madrid y dejan un mensaje que nos debe hacer reflexionar. 'Thanks, mates'.

Llegar temprano a los sitios suele dar buenos réditos. Es jueves por la tarde, han pasado apenas unos minutos de las seis y aún falta media hora para que arranque el acto que ha organizado NZTE. La oficina comercial de la embajada de Nueva Zelanda en España presenta en Madrid tres marcas neozelandesas de tecnología y equipamiento deportivo, enfocadas a la innovación y la sostenibilidad. Una motocicleta eléctrica singular (UBCO 2x2 adventure), una línea de accesorios increíblemente prácticos para integrar a los más pequeños a las 'mountain bikes' de sus padres (Bike Kids Ride Shotgun) y una futurista bicicleta que camina sobre el agua (Manta 5) son sus productos estrella. Y para apadrinar este peculiar acto lleno comparecerán dos jóvenes que ya son leyendas de la vela: Blair Tuke y Peter Burling.

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