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El Atleti ya no es el equipo del pueblo: ¿la quiebra del duopolio?
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Primera Liga como favorito

El Atleti ya no es el equipo del pueblo: ¿la quiebra del duopolio?

La conquista del campeonato es la consagración definitiva del nuevo Atlético de Simeone y Gil Marín, al que desde hace algún tiempo ya no le cuadra el discurso de “equipo pobre de Madrid”

Foto: Los jugadores del Atlético celebran el título de Liga. (Reuters)
Los jugadores del Atlético celebran el título de Liga. (Reuters)

Desde hace dos meses, en cualquier redacción u oficina de Madrid, uno de los temas de conversación más repetidos ha sido indudablemente la angustia de los aficionados atléticos ante la posibilidad –en algún momento nada descabellada– de que su equipo perdiese una Liga que tenía ganada en enero. La condena del antiguo ‘Pupas’, de ese equipo que parece no florecer si no está sufriendo, ha perseguido a su hinchada durante semanas duras, coronadas por aquellos diez minutos finales contra Osasuna y la explosión final de Suárez.

El Atlético de Madrid es un club en el que la estrella no es Suárez ni Joâo Félix ni Oblak, sino su entrenador. La década de Simeone ha transformado (quién sabe si para siempre) la personalidad de un equipo que, por el camino, ha dejado de ser el ‘hermano pobre’ de la Comunidad: tiene al entrenador mejor pagado del mundo (43 millones de euros brutos anuales), al mejor portero del mundo, juega (ahora mismo) en el estadio más moderno de España y se ha permitido ser campeón teniendo en el banquillo a un jugador de 127 millones de euros… Pertenece al selecto club secesionista que impulsó la Superliga. No hay más que comparar su banquillo con el del Real Madrid (o el Barcelona) en culquier partido de esta temporada: según Transfermarkt, el valor de mercado de la plantilla colchonera es ya ligeramente superior a la de su vecino merengue.

placeholder Simeone y Joâo Félix, en la banda del Wanda Metropolitano. (Reuters)
Simeone y Joâo Félix, en la banda del Wanda Metropolitano. (Reuters)

Tras el fiasco ante el Leipzig de hace 10 meses, Simeone ha cumplido con el club, con su sueldo y con una afición que sale de la pandemia también cambiada, a su manera: ha debido convivir durante media temporada con el peso del favoritismo (una experiencia nueva), en el alambre y con ataques de pánico. La liberación del triunfo en Valladolid obligará probablemente a una cierta modificación del discurso; ¿pero supone esta confirmación el inicio del fin del duopolio Real Madrid-Barcelona, campeones de 17 de las últimas 20 ligas?

Igualdad de condiciones

Santi Denia, seleccionador español sub-19 y un jugador fundamental para el Atlético que logró el histórico doblete en 1996, afirma que el equipo “lleva bastantes años compitiendo al máximo nivel, a la misma altura que Real Madrid y Barcelona. El paso hacia adelante es evidente. No sé si igualando en todo a esas potencias, pero en lo deportivo ha dado un salto de calidad, compite en igualdad de condiciones; ha hecho un esfuerzo tremendo por tener una plantilla amplia para Liga y Champions. Ha llegado a dos finales. Para competir a nivel económico, sin embargo, hay que encontrar fórmulas que aumenten los ingresos”.

Luis Fuentes, expresidente y miembro de la influyente peña atlética ‘Los 50’ (nacida en 1930), se muestra algo “escéptico” con la tesis del inicio del fin del duopolio. Socio desde que era niño (y con amplia experiencia profesional en el mundo del deporte televisado), Fuentes se reconoce “un aficionado crítico” al que no le gusta el modelo hacia dónde va el fútbol y su club (“estrellas mediáticas, Superliga, etc”). Pero aclara que “la ilusión es la misma…” Su cautela respecto al futuro se basa en la “deuda descomunal” del club, “agravada por el nuevo estadio y por la pandemia… Si el Barça está mal, vamos a estar mal todos”.

“Es muy difícil acabar con el duopolio”, prosigue Fuentes; “en los años 80 el Barcelona y nosotros teníamos prácticamente el mismo número de ligas, y hoy nos sacan un montón. Madrid y Barça son dos máquinas de hacer dinero y de influencia mediática… La afición del Atleti es más local. No es una marca global. Tendrían que pasar más cosas… Por muy bien que estemos, es raro ver camisetas del Atlético fuera de España”.

placeholder Compañeros felicitan a Oblak tras un partido. (Reuters)
Compañeros felicitan a Oblak tras un partido. (Reuters)

El Atlético lleva años tratando de desarrollar el mercado internacional, porque como dice Denia, “el mercado nacional (abonados y TV) tiene un límite”. Tiene proyectos en Canadá y en México, además de haber abierto sedes en la India o Estados Unidos. El objetivo, como confirman fuentes cercanas al club, “es afianzar la marca en el extranjero”: ganar mercados jóvenes para vender derechos de televisión, camisetas, giras del primer equipo, etc. Como dijo Miguel Ángel Gil Marín en una entrevista el pasado mes de enero, “facturar más de 400 millones, ser el cuarto en el Ranking UEFA, tener más de 130.000 socios y más de 35 millones de seguidores en redes sociales nos da una muestra del camino recorrido. El Atlético es uno de los grandes clubes europeos con mayor capacidad de crecimiento y eso lo hace aún más atractivo”.

De Gil a Gil

Un experimentado directivo de otro club español con corazón rojiblanco (y que prefiere guardar el anonimato) destaca el cambio que se ha producido entre la gestión “impulsiva” de Jesús Gil, el fundador de la saga que controla hoy el 51% del club, y la “labor sensata” de su hijo Miguel Ángel, consejero delegado y reconocido artífice de la transformación del club junto con su mano derecha, Emilio Gutiérrez, director general comercial y de marketing del club: “De forma destacable, por haber conservado a cualquier coste a Diego Pablo Simeone como timonel…” “De los dos equipos grandes”, continúa el empresario, “uno de ellos vive una de las mayores crisis económicas de la historia, y el otro puede sufrir el impacto del fracaso de la Superliga y la posible marcha de Zidane. Nosotros hasta ahora nunca estuvimos en condiciones de aprovechar las crisis de ellos, porque siempre estábamos lidiando con la nuestra. El mérito de Gil Marín es haber puesto al club en condiciones de disputar verdaderamente los títulos a estos gigantes, ya desde hace años. Un proyecto estable, en el que le han dado a Simeone absolutamente todo lo que ha pedido”.

En los despachos de la Liga el apasionante final de temporada ha compensado en parte las amarguras de los estadios cerrados, los protocolos sanitarios, los enfrentamientos políticos y la reducción generalizada de ingresos. La patronal de los clubes destaca que la igualdad registrada, el triunfo del Atlético y la actuación del Sevilla, demuestra el éxito paulatino de la venta centralizada de derechos y su ya legendario decreto de 2015 (por el que el fútbol triplicó casi sus ingresos televisivos al unirse todos los clubes en una sola oferta). El decreto, recalcan, no sólo buscaba aumentar los ingresos, sino reducir progresivamente las diferencias entre los clubes: “Ese reparto tiene parte de culpa en esta liga tan emocionante”.

placeholder Clásico Real Madrid-Barcelona en Valdebebas. (Reuters)
Clásico Real Madrid-Barcelona en Valdebebas. (Reuters)

A pesar de haberse reducido la disparidad, en España la cantidad que recibe el primer club por televisión sigue siendo 3,5 veces superior a lo que recibe el último (un reparto mucho menos equitativo que en la Premier League inglesa, por ejemplo, donde el más ‘rico’ sólo cobra un 150% más que el más ‘pobre’). La Liga Santander, no obstante, es desde hace un lustro la gran competición europea en la que hay menos puntos de diferencia entre el campeón y el subcampeón (en la Premier League es de casi el doble).

El Atlético de Madrid es el equipo que más ha crecido desde que la Liga implantara el control financiero, en 2013, y cerrase la venta centralizada, dos años después. “Una mayor solidez financiera y un reparto más equitativo de los ingresos han influido directamente en una mayor fortaleza de todos los clubes y, a su vez, de una mayor igualdad”, expresan las citadas fuentes de la Liga.

¿Democratización del fútbol?

Nacho Legido, expresidente del Alcorcón (Segunda División), estuvo en la Comisión Delegada de la Liga y de la Federación durante la tramitación de aquel decreto televisivo. Hoy habla de “democratización del fútbol”. “Hasta ahora había dos clubes muy destacados durante años”, afirma, “por méritos propios y también por el viento de cola del entorno, la política, la capitalidad, masa social, etc. Los ingresos por televisión buscan premiar la meritocracia, la clasificación media de los últimos cinco años. Y el campeón se lleva una parte importante del pastel, puede hacer por ejemplo un buen fichaje con ese dinero”.

“Nunca se quiso perjudicar a Real Madrid y Barcelona con ese decreto”, continúa Legido. “El fútbol ha cambiado mucho; antes por televisión sacaban 850 millones por temporada, ahora 2.100. Barça y Real Madrid siguen ganando lo que ganaban, pero ahora un equipo que sube a Primera tiene derecho a 50 millones. El Cádiz, por ejemplo. Con pocos retoques (Negredo y un poco más) y con una buena gestión logra mantenerse en la mejor liga del mundo. Lo mismo sucede en Segunda, que se lleva un 10% del pastel”.

placeholder Youssef En-Nesyri (Sevilla) controla un balón. (EFE)
Youssef En-Nesyri (Sevilla) controla un balón. (EFE)

Además del Atlético, Legido incluye el excelente momento del Sevilla entre las pruebas del cambio progresivo (“el Valencia parecía que también, lo ha arruinado la mala gestión”). “¿Cambio de hegemonía?”, se pregunta el abogado: “El Sevilla y Monchi han demostrado que se puede crecer generando ingresos con la cantera y aplicando una política muy inteligente de fichajes. El Atlético ya está al mismo nivel futbolístico que sus máximos rivales. Hay además una inflación en los jugadores y en los sueldos de Barcelona y Real Madrid, que les termina pasando factura (los casos de Hazard o Dembelé, por ejemplo). Hay un precio de mercado y otro para los grandes, hasta el triple. De hecho, ahora están jugando muchos canteranos en ambos equipos”.

¿Es sostenible el modelo sin Simeone?

El entrenador del primer equipo tiene tal responsabilidad en el desarrollo de este nuevo Atlético que resulta difícil no preguntarse si puede confiarse en la continuación del mismo el día que Simeone decida irse. “El ‘Cholo’ tiene que estar…”, responde Santi Denia. “Ahora mismo es imprescindible, una piedra angular del crecimiento. Pero por encima de una persona, aunque sea tan importante, el club tiene que estar preparado para cualquier circunstancia, y lógicamente por encima de cualquier persona”.

Luis Fuentes resume el sentimiento de gratitud de la hinchada hacia el técnico. “Es absolutamente fundamental. Su mentalidad, su forma de recuperar a jugadores que parecía que no servían… Con su llegada nos hemos acostumbrado a entrar siempre en la Champions y a pelear ligas. Competimos con los mejores. Si recuerdas, poco después de ganar el doblete nos fuimos a Segunda División. Me gustaría que este campeonato fuese un punto de inflexión, pero no me lo creo aún, tengo que verlo”.

Desde hace dos meses, en cualquier redacción u oficina de Madrid, uno de los temas de conversación más repetidos ha sido indudablemente la angustia de los aficionados atléticos ante la posibilidad –en algún momento nada descabellada– de que su equipo perdiese una Liga que tenía ganada en enero. La condena del antiguo ‘Pupas’, de ese equipo que parece no florecer si no está sufriendo, ha perseguido a su hinchada durante semanas duras, coronadas por aquellos diez minutos finales contra Osasuna y la explosión final de Suárez.

Diego Simeone
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