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De las entrevistas en la ducha al 'contacto cero': así han arrebatado el fútbol a la prensa (y a usted)
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La pandemia concluye el proceso

De las entrevistas en la ducha al 'contacto cero': así han arrebatado el fútbol a la prensa (y a usted)

El distanciamiento entre prensa y futbolistas es un proceso silencioso e imparable que la pandemia ha terminado de cerrar. El trabajo del periodista deportivo ha cambiado: ¿quizá por ello tienen tanto éxito los documentales deportivos?

Foto: Rueda de prensa del Atlético de Madrid. (EFE)
Rueda de prensa del Atlético de Madrid. (EFE)

Cualquiera que haya visto una entrevista pospartido con Emilio Butragueño, el director de relaciones institucionales del Real Madrid, sabrá apreciar la habilidad del exfutbolista blanco para llenar minutos de televisión sin dar un titular. Hace 35 años, en la cúspide de su carrera deportiva, era normal que el Buitre y otros compañeros de quinta se tomaran un café después de los entrenamientos con periodistas deportivos. Hoy, sus palabras, como en cualquier otro club, están rígidamente controladas por un departamento de Comunicación cada vez más numeroso. En el fútbol (como fuera de él) hay sin duda menos libertad de expresión que en el siglo pasado.

Manolo Lama, una de las voces más conocidas del deporte español, lo expresa así en conversación con este periódico: “Yo me he montado muchas veces en coches de deportistas, me han llevado al centro, a mi casa, a donde tuviese que ir... Ahora, le gritas a un jugador a 10 metros, se gira, te mira, y a lo mejor se quiere acercar, pero sale uno de estos con traje y corbata y parece que eres el Lute”.

Las diversas fuentes consultadas por este periódico coinciden en señalar que las relaciones prensa-futbolistas empezaron a torcerse (al menos en lo referente al Real Madrid) en 2006-07, durante la segunda etapa de Fabio Capello en el banquillo del Bernabéu. “Empezaron cuando se mudaron de la Ciudad Deportiva a las Rozas, mientras se construía Valdebebas”, cuenta un periodista que cubre la actualidad merengue desde 2001: “De repente, aparecieron unas vallas y ya no se podía acceder al aparcamiento”. Desde entonces, en cualquier club, los departamentos de Comunicación han ido apropiándose progresivamente del flujo de información relacionado con el equipo, hasta el punto de haber eliminado el contacto directo entre futbolistas y reporteros.

placeholder Fabio Capello sujeta el trofeo de campeones de la Liga 2007. (EFE)
Fabio Capello sujeta el trofeo de campeones de la Liga 2007. (EFE)

“El cambio ha sido paulatino”, puntualiza Lama. “Los futbolistas están cada vez más en una burbuja, y cada vez tienen más directores de Comunicación para aislarse de la prensa. ¿Por qué? Porque somos unos ‘tocacojones’ y les molestamos. Prefieren entrevistas amables en sus redes sociales que no generen polémica alguna y que no les hagan pensar. Se han acomodado. Se han convertido en muñecos: coge esta cerveza, ponte esta crema y di que estás muy contento de jugar en este equipo. En paralelo, los famosos ‘dircom’ han ido cogiendo cada vez más fuerza; de hecho, creo que han olvidado que son periodistas. Se han convertido en auténticos inquisidores y policías, que nos persiguen para que no nos acerquemos al futbolista. Y la pandemia ya ha sido el no va más: con la excusa sanitaria, los aislamos todavía más, los apartamos más. Y ahí estalla la falla que impide este acercamiento a los futbolistas”.

La noche antes de la final

El deporte (y el fútbol en particular) no se parece nada al que vivió el locutor de la COPE a comienzos de su carrera. La noche antes de la famosa final de la Recopa de baloncesto de 1989 entre el Real Madrid y el Snaidero de Caserta —que ganó el equipo blanco con 62 puntos de Petrovic frente a los 44 de Schmidt—, Lama estuvo jugando una partida de mus con Fernando Martín, Juan Antonio Corbalán y Juanma López Iturriaga. “Estaba también Angelito, el utillero del Madrid. Y Petrovic entraba de vez en cuando a la habitación a mirar y a preguntar... Estuvimos jugando hasta las tres de la mañana y la final se jugaba al día siguiente por la tarde”.

Foto: Carteles de aficionados en Turquía (Reuters)

La transformación ha sido progresiva, pero se ha agudizado en los últimos tiempos y alcanzado una nueva dimensión durante la pandemia. En el Mundial de 2010, por ejemplo, todavía hubo periodistas que compartieron la cogorza aérea de la selección campeona en su vuelo de vuelta a Madrid desde Johannesburgo: se mantenía todavía la costumbre de que los reporteros y el equipo viajasen en el mismo chárter, como recuerda el expresidente de la Federación Española de Fútbol Ángel María Villar, retirado del fútbol desde 2017: “Se volaba en el mismo avión, y en algunas concentraciones incluso los periodistas vivían en el mismo hotel. Recuerdo por ejemplo la Eurocopa de 1996, en Inglaterra: la prensa estaba en el mismo hotel que la selección de Javier Clemente. ¡Y no paraban de darle hostias!”.

placeholder La selección española, en la Eurocopa de 1996.
La selección española, en la Eurocopa de 1996.

Villar asume que el panorama “ha cambiado muchísimo, por ambas partes: jugador y periodista. Tienen la culpa ambas partes... Antes, la relación era muy íntima, se hablaban como verdaderos amigos, o compañeros, que sabían que cada uno tenía su rol, que todos eran necesarios y nadie imprescindible. Pero hoy creo que la velocidad actual de las noticias no favorece esta relación; al haber tanta competencia, todo tiene que ser rápido, y muchas veces se publica sin profundizar ni cotejar. Eso ha producido que la noticia no tenga contenido, ni recoja muchas veces la verdad. Y ha distanciado al periodista del jugador”.

Entrevistas en la ducha

Cuando Villar jugaba en la primera plantilla del Athletic de Bilbao (década de los setenta), los periodistas entraban al vestuario y hablaban con los futbolistas mientras estos se duchaban: una imagen (casi) idílica si se compara con lo de hoy. Es evidente que la aparición de internet alteró profundamente la naturaleza del trabajo periodístico en todas sus facetas, pero sus efectos en el ámbito del deporte son superiores (por ejemplo) a los de la política o la economía.

Gerardo González fue secretario general de la Federación Española de Fútbol, y antes de ocupar ese puesto fue su jefe de prensa durante varios años, desempeñando entre otras funciones la de enlace entre prensa y vestuario. En su opinión, el origen de todo está en “la profusión de medios en poco tiempo. De la docena de periodistas que cubrían la actualidad de la Federación, en un momento se pasó a un número muy elevado, que de alguna manera obligaba a ‘ordenar’ la relación futbolista/periodista. Ahí nació, por ejemplo, la elección del jugador que comparecía a las ruedas de prensa diarias”.

Tratábamos de paliar la muralla que crecía día a día entre futbolistas y periodistas

“En la mente de los profesionales de la época”, continúa González, “están sin duda el centro de prensa de Tegelen (Eurocopa 2000) o la Casa de España de Ulsan (Mundial de 2002). En ambos, el periodista se veía reconfortado por la calidad y cantidad de servicios puestos a su disposición (sala de prensa, restaurante, servicio médico…). Y con ello, no lo oculto, tratábamos de paliar la muralla que crecía día a día entre los futbolistas y los periodistas. Ahí comenzó gran parte del cambio. Hasta entonces, ocurrían hechos hoy impensables: que los periodistas conviviesen en el mismo hotel, viajasen en el mismo avión…”.

“No soy la persona indicada para señalar cómo reconducir la situación. O si ello es posible”, concluye el hoy dueño de una empresa de eventos y 'marketing' deportivo. “Pero sí tengo criterio personal, y ciertamente no me gusta el contexto presente. El papel de los periodistas se ha reducido de tal manera que se está convirtiendo en intrascendente. Las redes contribuyen además a ello. Hoy lo importante es lo instantáneo. Lo inmediato. Poco importa el análisis. El fondo. Las circunstancias que condicionan cualquier actuación. Y lo más preocupante de todo, desde mi punto de vista, es lo que se ha perdido: aquel contacto directo entre el protagonista y el periodista, fruto del cual surgía, en ocasiones, algo tan importante como saber más de la faceta humana del personaje”.

¿Peor periodismo?

Un posible efecto perverso de este distanciamiento sería el aumento de especulaciones en la prensa deportiva: noticias no confirmadas, entrecomillados falsos, invenciones, etc. “Es verdad que llevamos una época con muy poco flujo de información”, dice Fernando Hierro. “Y entonces tiramos para atrás y miramos al pasado, a exjugadores que han vivido situaciones análogas a la de la actualidad. Pero casi todo termina siendo polémica... Tú imagínate ahora con la renovación de Sergio Ramos, por ejemplo, que me han llamado de todos los sitios. ¿Qué voy a decir yo? No tengo nada que decir. ¿Qué sentido tiene estar metiéndose en polémicas todo el día? A veces el silencio es lo más valioso. Cuando se pone uno delante de un micrófono a hablar de la actualidad hay riesgo, porque los temas de actualidad rara vez son positivos…”.

placeholder Fernando Hierro.
Fernando Hierro.

“El deportista de élite”, continúa el exfutbolista internacional del Real Madrid, “utiliza sus redes y llega a millones de fans, con el mensaje que él quiere, sin intermediarios. Siempre es bueno relacionarse con periodistas, por supuesto, y todos hemos acudido a los medios cuando nos convenía. Posiblemente yo me he llevado muy bien con los medios. Pero quizá ya no necesitan tanto al periodista… Todos los futbolistas no pueden, solo los elegidos… Pero el jugador de élite que tiene una empresa de comunicación detrás, con sus redes, ya no los necesita tanto. La comunicación ha cambiado enormemente este último año: se hacen entrevistas en redes o con ‘youtubers’. Y casi toda la información es polémica. Los medios de comunicación quizá tienen que reflexionar, no hay término medio, ¿y los deportistas qué ganan metiéndose en polémica?”.

Manolo Lama no cree que se haya perdido veracidad en el producto periodístico. “Eso va en cada uno, ha pasado siempre… La gente se ha tirado a la piscina antes, cuando había relación, y ahora que no la hay. El periodista debe seguir confirmando su noticia, como siempre (...) Y tampoco me parece más aburrido mi trabajo que antes. Los deportistas no se han dado cuenta de que nosotros somos periodistas, con ellos y sin ellos, y vamos a seguir ejerciendo la profesión con ellos y sin ellos. Si los que les manejan creen que no necesitan a los medios de comunicación, creo que cometen un error; si piensan que su futuro está en las redes sociales, es respetable; pero el periodismo no va a dejar de ejercer y sacar noticias (la operación de Ramos, el sueldo de Messi, las broncas de vestuario). Nos hablen o no nos hablen... El periodismo está muy por encima de esta relación personal”.

"Se están cargando el fútbol"

Luis Gargallo es un camarógrafo ‘freelance’ especializado en fútbol, con más de 25 años de experiencia. Su especialidad ha sido siempre la cámara ENG: no retransmite, sino que graba contenido para el día después (lo que las cámaras de la retransmisión no pueden ver). Vivió la época en que podía seguirse durante 24 horas a Ramón Mendoza en su último día como presidente del Madrid (comiendo además en un buen restaurante), visitar la finca de Valdeolivas de Jesús Gil y conocer a su caballo ‘Imperioso’ o ir a casa de un jugador como Savo Milosevic para ver cómo se preparaba las horas anteriores a un partido con el Zaragoza.

Foto: Borja Iglesias anotó el primer tanto en el Betis 2-3 Barça de este domingo. (Efe)

“No sé de quién es la culpa”, afirma durante una charla con este periódico: "Si de la Liga, de los clubes, de los jugadores o incluso de los medios de comunicación. Pero ya no se puede hacer ese tipo de reportajes. Antes hacíamos entrevistas todo el tiempo y nos los llevábamos donde queríamos. Y no tenían ningún problema... Ahora no, tiene que ser con una trasera de publicidad". “A finales de los noventa”, cuenta, “tú entrabas a un campo de fútbol y podías hacer lo que te saliese de las narices. Menos entrar en el vestuario, lo que quisieras... Y al final de los partidos podías saltar al campo con el inalámbrico. Y entrevistabas a quien quisieras, no como ahora (otra cosa es que los jugadores accedieran o no)”.

“Hoy es totalmente lo contrario”, insiste. “Depende de tener derechos o no tener derechos” (los derechos son propiedad exclusiva de Movistar hasta 2022). “Nos dejan entrar 15 minutos antes del partido, escoltados, y nos llevan a la peor posición posible del campo. ¿Que si mi trabajo es más aburrido que antes? Muchísimo más aburrido que hace 15 años. Y es lo que la Liga ha querido cortar. Quitar ‘la basurilla del fútbol’, como dicen: las tanganas, los gestos feos, los escupitajos, etc. No quieren que salgan estas imágenes”.

“Hoy es totalmente lo contrario: depende de tener derechos o no tener derechos”

“Antes, el contacto con los jugadores era permanente”, continúa Gargallo. “Hoy, el contacto es cero. Los entrenamientos solían ser abiertos enteros, excepto quizás un día a la semana, el de la táctica. Ahora, incluso sin pandemia, solo puedes hacer 15 minutos el día anterior al partido. Y ese cuarto de hora de entrenamiento es un rondo que no le interesa a nadie, todo de cara a la galería. Se están cargando el fútbol, es solo para el que pague. Entiendo que lo hayan cerrado un poco por los derechos, y los demás que se busquen la vida. Pero creo que están perdiendo esa publicidad. Y la Liga, hace unos años, cuando estaba Ronaldo, iba como un tiro, pero ahora hay un bajón tremendo. Y quizá deberían abrir un poco la mano a los medios para que saquen cosas. Un síntoma: yo siempre he viajado con el Real Madrid, y he hecho las llegadas del equipo a toda España y en todo el mundo. Hace unos años, cuando estaba Ronaldo, era tremendo, había cientos de personas, a veces más. Desde que se fue Ronaldo, es deprimente. Me preocupa incluso como aficionado”.

Más espectadores durante la pandemia

Preguntada por este extremo, la Liga responde: "Los derechos audiovisuales son la principal fuente de ingresos de los clubes, y existen operadores que abonan mucho dinero por esos derechos audiovisuales, por lo que es lógico que estos operadores tengan ciertos derechos frente al resto. Ahora bien, es falso que ahora ya no se vean ciertas imágenes. Al contrario, la producción de televisión, gracias al aumento del número de cámaras y la calidad de estas, capta cada vez más detalles. Seguimos viendo en televisión esas peleas, pero ahora en 4K HDR". En cuanto al presunto bajón en el interés que despierta la Primera División española, la patronal de los clubes afirma que se trata de un argumento muy extendido pero "falso": "Los datos indican lo contrario. El interés por el fútbol, y por LaLiga concretamente, no ha dejado de aumentar en los últimos años, incluso después de haberse marchado Cristiano Ronaldo. Tanto en asistencia a los estadios como en televisión: los últimos datos disponibles dicen que esta temporada está aumentando un 8,4% en LaLiga Santander".

placeholder Messi y Ramos, en acción durante el Clásico disputado en octubre de 2020. (Reuters)
Messi y Ramos, en acción durante el Clásico disputado en octubre de 2020. (Reuters)

Un experiodista deportivo que hoy se dedica a la comunicación en una empresa muy conocida (y no echa de menos su profesión) da su opinión bajo condición de anonimato: "Es verdad que ha cambiado mucho. Pero no todo es achacable al veto de los departamentos de Comunicación de los clubes. Creo que también hay que hacer un poco de autocrítica. Y ver cómo tratamos en el mundo actual a los futbolistas y la información que nos llega. Antiguamente, la relación era más cercana porque había otro código. El 'off the record' se respetaba. No publicaban las cosas que veían en una red social a los dos minutos. El periodismo se queja de las redes sociales, pero son los mismos periodistas quienes las utilizan con demasiada celeridad y sin contrastar. Y el futbolista se acaba hartando de que le pregunten siempre por los mismos temas. Muchas veces, el que se niega a la entrevista es el propio jugador, no el ‘dircom’. Al contrario, otras veces son ellos los que querrían hacer más cosas con los futbolistas, exponerles un poco más. Pero no quieren. O hablan con alguno que es amigo suyo, o le dan la exclusiva a un ‘youtuber’... Pero es decisión del futbolista”.

Fernando Hierro también se refiere al "código": “Yo me he ido a comer o a cenar muchas veces con periodistas deportivos. Pero había unos códigos. Nos íbamos a comer como amigos y hablábamos, pero sabían que no podían preguntarme sobre cosas internas de un vestuario. Yo para eso no valía. Era una forma de proteger a tu gente. Yo vengo de una generación en la que lo que pasaba en un vestuario era sagrado, pero ahora tengo la sensación de que con las redes sociales, etc., quizás es menos sagrado que antes, que había mucha menos información".

Cualquiera que haya visto una entrevista pospartido con Emilio Butragueño, el director de relaciones institucionales del Real Madrid, sabrá apreciar la habilidad del exfutbolista blanco para llenar minutos de televisión sin dar un titular. Hace 35 años, en la cúspide de su carrera deportiva, era normal que el Buitre y otros compañeros de quinta se tomaran un café después de los entrenamientos con periodistas deportivos. Hoy, sus palabras, como en cualquier otro club, están rígidamente controladas por un departamento de Comunicación cada vez más numeroso. En el fútbol (como fuera de él) hay sin duda menos libertad de expresión que en el siglo pasado.

Manolo Lama Periodismo
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