Messi y De Jong salvan los muebles ante un Rayo que hizo sudar a Koeman (1-2)

El Barcelona ganó 1-2 en el campo del Rayo Vallecano en los octavos de la Copa del Rey con goles de Messi, que reaparecía esta noche, y De Jong, ambos en los últimos minutos del partido. Había esperanzas en Vallecas con esta eliminatoria, ya que el Rayo venía de una larga racha de victorias y hay gran confianza en el trabajo de Andoni Iraola en el banquillo, que ha convertido al Rayo en un equipo fiable.

Sin embargo, el Barça pudo haber dejado el partido encarrilado en la primera parte. Encontró salidas a la presión de los rojiblancos y llegó con claridad a la portería rival. Hizo falta la ayuda del palo derecho, el larguero y el portero Dimitrevski, que en tres ocasiones salió vencedor de un mano a mano con los azulgranas. En el 16, De Jong remató mordido un preciso centro raso de Junior Firpo. El balón hizo una parábola por encima del portero y se estrelló contra el larguero. Minutos después Trincao, muy activo por la derecha derecha, se plantó frente a Dimitreski y no pudo batirle. El rechazo le cayó a Riqui en la frontal, que quiso jugar a ser Luis Suárez y terminó por desperdiciar una ocasión de gol clara.

En el descanso es cuando pesan los goles fallados, pero los jugadores de Koeman regresaron con nuevas ideas para atacar la defensa vallecana. Funcionó la más sencilla: desmarques de ruptura de los extremos y balón al espacio aprovechando que los de Iraola defendían cerca del centro del campo. La respuesta del técnico guipuzcoano, un lector de partidos notable, fue doblar la apuesta: en lugar de retrasar su zaga, metió al extremo Álvaro García para atrasar la del Barça.

El vértigo llegó a las áreas. En el minuto 63, Álvaro García hizo lo que quiso con Lenglet por la derecha y le puso un balón de oro a Fran García, que solo tuvo que empujarla para adelantar al Rayo. Quedaba menos de media hora de partido y Koeman movilizó la reserva: metió a Pedri, Jordi Alba y Dembelé para seguir apretando a un Rayo que está incómodo encerrándose abajo. Siete minutos después, Catena dejó inexplicablemente libre a Griezmann. Cuando el central quiso recular, el francés ya le había dado a Messi el empate. El argentino se borró en la primera mitad, pero en la segunda marcó un gol, dio un pase para otro y reventó una falta contra la cruceta. Incluso estuvo a punto de emular el gol de Maradona en el Bernabéu, pero se escoró demasiado y remató fuera.

La llegada de Jordi Alba fue la peor noticia para el Rayo. El lateral golpeó una y otra vez por la izquierda, aprovechando los balones que le llegaban de Messi y De Jong. A diez del final, cuando los de Iraola ya preparaban la prórroga, Messi se la puso a Alba y este a De Jong, que con Koeman ha recuperado la versión de llegador que exhibió en el Ajax.

Buen partido del Rayo, que tuvo la eliminatoria a su alcance hasta el último segundo pese a que la copa no está entre sus objetivos, y respiro para Ronald Koeman, que recupera a Messi y constata el buen momento de jugadores como Alba, Pedri o Araujo. Los catalanes, pese a su colosal crisis institucional, llegan al mes de febrero como el único grande que sigue vivo en todas las competiciones.