Messi rescata al Barça de un nuevo drama ante el Levante (1-0)

Un gol de Messi a falta de 15 minutos para que se terminara el encuentro rescató al FC Barcelona del drama ante el Levante, tercero por la cola en la clasificación. Así está el Barça ahora, tan pachucho que ni siquiera cuando quiere, puede. Lo de este domingo no fue falta de tensión competitiva, sino de recursos porque remató a puerta hasta en once ocasiones hasta que Messi les sacó de la agonía de ver cómo corría el reloj y no había manera. Ante la falta de confianza y la crisis abierta tras hacer el ridículo frente al Cádiz y la Juventus, al menos ya tienen un resultado: tres puntos más que les dan algo de tiempo y alivio. No se le puede pedir más ahora mismo a un equipo que está en un hoyo anímico y futbolístico, sin presidente y sin dinero y el cambio de Umtiti por Griezmann en el minuto 89’ es el ejemplo de la decadencia en la que está metido el conjunto azulgrana.

Esta vez, Koeman ni siquiera arriesgó en la alineación. Respecto al partido del Cádiz, el único cambio fue el de Araujo por Mingueza, mientras que Coutinho, inexplicablemente, volvió a ser titular. La novedad estuvo en la disposición, que a veces era un 4-3-3 y a veces no porque De Jong estaba claramente más adelantado que Busquets, con Braithwaite a la izquierda, Griezmann a la derecha y Messi como referente en el ataque. El invento no funcionó y a los 20 minutos el Levante ya les había sacado los colores con un disparo de De Frutos que Ter Stegen despejó con la mano y otro de Dani Gómez que se marchó arriba. Durante algunos minutos el partido fue un toma y daca con ocasiones para ambos equipos; las más claras para el Barça las tuvieron Lenglet en el 22’ y Griezmann en el 40’. El consuelo, así de mal está el asunto, era que al menos remataban.

La agonía para ganar al Levante

En la segunda parte Koeman volvió a colocar a Braithwaite como delantero centro y regresó a su táctica habitual, que había defendido en la previa en rueda de prensa, porque el horno no estaba para bollos. La sensación era que un tanto del Levante les hundiría y el técnico apostó por lo viejo conocido para ganar algo de una seguridad que brilla por su ausencia. El Barça seguía intentándolo, pero sin ocasiones claras y metiéndose a menudo en el embudo de querer jugar por el centro, mientras Messi se empeñaba en lanzar todas las faltas sin éxito. En el 71’, ya con el agua al cuello, Aitor Fernández se lució ante el argentino y cinco minutos más tarde tras una asistencia de De Jong, la estrella por fin marcó de disparo cruzado.

El partido deja un mal sabor de boca para el Barça, aunque haya ganado los tres puntos

En condiciones normales, el gol debería haber dado calma y confianza al Barça, pero es que este equipo está con el tembleque metido en el cuerpo así que el Levante, sin necesitar tampoco de grandes alardes, merodeó por el área azulgrana en los últimos minutos. Para entonces el equipo de Koeman era un manojo de nervios y el entrenador decidió sacar a Umtiti por Griezmann en el 89'. El central rechazó una pelota con el brazo y el VAR intervino para revisar la jugada en unos segundos que se hicieron eternos. Dictaminó que no había penalti, pero el Barça continuó metido en su área rezando para que el árbitro pitara el final del partido. Hacía daño a los ojos.

La agonía resultó insoportable y la imagen de un equipo aterrorizado achicando agua frente al Levante deja un mal sabor de boca por mucho que hayan sumado tres puntos. No hay buenas noticias en este Barcelona. Solo se trata de seguir sin saber muy bien por qué, ni para qué salvo para no hundirse de forma irremediable. O hay un cambio radical, o es engordar para morir.