Un Barça en la ruina se prepara para subsistir sin Leo Messi

Los jugadores del Barça empezarán el nuevo año sin cobrar su nómina: el FC Barcelona es ahora mismo “insolvente”. Las contundentes declaraciones del presidente de la comisión gestora, Carles Tusquets, este jueves en RAC1 han permitido al gran público conocer en detalle una situación financiera calamitosa, que el acuerdo salarial de 170 millones de euros con los futbolistas alivia, pero no resuelve.

El presidente que gane las elecciones del 24 de enero recibirá un club rodeado de sospechas y procesos judiciales, con facturas sin firmar de la era Bartomeu que desprenden un fuerte olor a corruptela. “No las vemos claras”, dijo Tusquets. Su gestión será responsabilidad de la nueva junta directiva: "No diré de qué se trata, pero son cosas que no están bien formuladas ni creemos que se ajusten al precio de mercado", comentó.

La venta de Messi

Tusquets conoce en profundidad las finanzas del club catalán: fue, de hecho, presidente de la Comisión Económica durante el mandato de Josep Maria Bartomeu. La tesitura es de tal urgencia que obliga a recolocar a Messi, el ídolo máximo del club, en un segundo plano: "Desde el punto de vista económico habría vendido a Messi en verano”, afirmó el presidente interino ante el asombro de los locutores de la radio: “Hubiese sido deseable por el dinero que hubiese recibido el club y el que se habría ahorrado".

El ‘crack’ argentino, de 33 años, está a disgusto en el equipo de su vida y parece un lujo excesivo para un club endeudado (“situación pésima pero con esperanza”, dijo Tusquets) y sometido a la presión de un vestuario envejecido por contratos prácticamente vitalicios heredados de los días de vino y rosas. (Aunque el candidato y expresidente Joan Laporta, en su nueva versión prudente y reposada, ha recordado también que el argentino “produce” mucho y habría que buscar “fórmulas imaginativas”).

Costes salariales

El Barça cerró la temporada pasada con 100 millones de pérdidas; su deuda total es de 800. Tiene los costes salariales más altos de la Champions League. El atrevimiento de Neymar el miércoles afirmando que quiere volver a jugar junto a Messi reaviva el debate sobre la probable marcha del argentino. Agosto, con su humillación futbolística y el culebrón del ‘10’, marcó el punto de inflexión en un club que ha vivido 15 años bajo su batuta. La crisis deportiva es importante, pero lo que preocupa en el Camp Nou es el dinero. Hasta las elecciones de enero costarán la mitad que las de 2015: “Mis compañeros de Comisión y yo nos estamos apretando los cinturones", prometió Tusquets.

Motivos hay sin duda para ello: Tusquets advirtió incluso de que "hay una parte de la estructura del Camp Nou que se está cayendo; en alguna puerta de entrada al estadio han caído trozos del techo". Han desviado una partida económica urgente para solucionar los desperfectos (sorprendentes en un estadio de esa solera).

Los candidatos, mientras tanto, bosquejan candidaturas triunfadoras mirando de reojo la caja del club: nadie está seguro de que la situación no sea aún peor después de las sombras y susurros de los últimos años. “Espero encontrar las mínimas sorpresas posibles”, reconoció Laporta el día que hizo oficial su presentación: “Y también que la comisión gestora no se haya extralimitado en sus funciones y sus acuerdos queden pendientes de ratificación”.