Es noticia
El deporte español se irrita ante el caos de la nueva temporada
  1. Deportes
Conflicto por los calendarios del fútbol

El deporte español se irrita ante el caos de la nueva temporada

Las federaciones hacen frente común para exigir medidas al Consejo Superior de Deportes mientras continúa la guerra desatada por el caso Fuenlabrada en el fútbol profesional

Foto: Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, saluda a Vicente del Bosque en la celebración del décimo aniversario del Mundial de fútbol de Sudáfrica. (Efe)
Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, saluda a Vicente del Bosque en la celebración del décimo aniversario del Mundial de fútbol de Sudáfrica. (Efe)

El caos producido en el deporte español por el coronavirus y la urgencia por encontrar una manera de organizar la próxima temporada comienzan a arrinconar al Consejo Superior de Deportes (CSD), y más concretamente a su presidenta, Irene Lozano. El calendario del fútbol español (cuyas ligas de Primera y Segunda comenzaban teóricamente el próximo 12 de septiembre) sigue completamente paralizado después del último intercambio epistolar entre la Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga, entidades enemigas que han convertido el caso Fuenlabrada en un serial judicializado de imposible resolución a corto plazo. La Federación niega autoridad a la Liga para efectuar el sorteo y la Liga afirma que ante la situación preelectoral de la RFEF (y, por tanto, inexistencia de su Asamblea) puede tirar por el camino más directo y realizar el sorteo esta misma semana, con objeto de no retrasar el inicio de la competición.

La situación en el fútbol profesional es grave, dada la necesidad de acomodar un calendario en una temporada que arranca ya con mal pie por la corta pretemporada, la merma de ingresos de los clubes y la irregularidad provocada por el hecho de que cuatro equipos (Sevilla, Real Madrid, Atlético y Barcelona) han jugado partidos hasta hace pocos días y precisarán de descanso durante las primeras jornadas del campeonato. Lo único en lo que se ponen de acuerdo la Liga y la RFEF es en la necesidad de que el Gobierno se implique urgentemente, a través de la Secretaría de Estado de Deportes.

Por si fuese poco, las partes siguen enfrentadas sobre la propuesta de ampliar la Segunda División a 24 equipos (como ha pedido la Federación) o a 26 equipos (como ha solicitado el sindicato de jugadores, AFE) para atender a los equipos que descienden este año a Segunda B "ante la situación excepcional que atravesamos a causa de la pandemia de COVID-19 y las consecuencias en las que ha desembocado la suspensión parcial de la Jornada 42". La Liga volvió a recalcar este lunes que considera "inadmisible" cualquier propuesta que no respete los resultados logrados sobre el césped.

¿Trato equitativo?

El fútbol rico es lógicamente el que más ruido hace, pero el panorama es igual de sombrío (o incluso más, dada su carestía económica) para el fútbol no profesional (Segunda División B y Tercera), el fútbol sala, el fútbol femenino y el resto de deportes de equipo. Las protestas empiezan a escucharse incluso en un mes de descanso como agosto. La Asociación de Jugadoras de Baloncesto emitió el viernes pasado un comunicado para manifestar su “preocupación y falta de interlocución” ante el inicio de la liga, exigiendo una “reunión urgente” entre el CSD y la Federación de Baloncesto para poder retomar la competición “protegiendo la salud como cualquier otra trabajadora”.

El problema es transversal a todo el deporte: hasta una modalidad tan segura en tiempos pandémicos como el golf decidió este fin de semana suspender los campeonatos nacionales mientras no mejore la situación sanitaria. El malestar general ante lo que se considera "pasividad" del CSD y de Irene Lozano (que parece haber adquirido la costumbre de marcharse las reuniones con los representantes federativos a los cinco minutos de empezar) ha llevado a algunas federaciones a actuar por su cuenta, apadrinadas por el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.

Precisamente este lunes se celebró una reunión de algunos presidentes federativos influyentes y Blanco con el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, a la que finalmente asistió la Secretaria de Estado, Irene Lozano, de vacaciones la semana pasada, después de que surgiera malestar por una reunión previa de nueve federaciones a la que no había sido invitada. No se ha divulgado ningún acuerdo concreto sobre la reunión de ayer, pero este periódico ha podido verificar que el reproche fue unánime: la falta de planificación y protocolos seguros para reanudar la actividad deportiva de competición (sólo el fútbol profesional, según la Liga, supone el 1,37 % del PIB y genera 185.000 empleos) es ya un problema nacional que merece la atención del Gobierno.

"La situación viene agravada por el hecho de que las Comunidades Autónomas están aprobando normas regionales que no siempre coinciden entre sí, pero las competiciones de ámbito estatal necesitan un protocolo único", explica a El Confidencial un alto cargo federativo. "Necesitamos un protocolo único, y eso es responsabilidad del Gobierno".

El Pacto de Viana entre CSD, Federación y la Liga ha pasado ya a la historia. Liga, federaciones y el comité Olímpico han recurrido al ministro para alertar de la presunta inactividad del CSD. La presión para diseñar un protocolo único crece cada día que pasa: sin ese documento es imposible que el deporte no profesional pueda regresar a la competición. El problema, como señalan fuentes federativas, es que ese deseado protocolo, si alguna vez llega a existir, lo van a poder seguir solo unos pocos: los que pueden permitírselo. Irene Lozano llega con algunas semanas de retraso a un desafío nuevo en un territorio, el deportivo, que pisa por primera vez. Y el deporte empieza a irritarse.

El caos producido en el deporte español por el coronavirus y la urgencia por encontrar una manera de organizar la próxima temporada comienzan a arrinconar al Consejo Superior de Deportes (CSD), y más concretamente a su presidenta, Irene Lozano. El calendario del fútbol español (cuyas ligas de Primera y Segunda comenzaban teóricamente el próximo 12 de septiembre) sigue completamente paralizado después del último intercambio epistolar entre la Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga, entidades enemigas que han convertido el caso Fuenlabrada en un serial judicializado de imposible resolución a corto plazo. La Federación niega autoridad a la Liga para efectuar el sorteo y la Liga afirma que ante la situación preelectoral de la RFEF (y, por tanto, inexistencia de su Asamblea) puede tirar por el camino más directo y realizar el sorteo esta misma semana, con objeto de no retrasar el inicio de la competición.

Consejo Superior de Deportes (CSD) Irene Lozano
El redactor recomienda