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La vergüenza de Sun Yang en el Mundial de natación: escándalo y numeritos en el podio
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la sombra del dopaje tiene la culpa

La vergüenza de Sun Yang en el Mundial de natación: escándalo y numeritos en el podio

Sun Yang está siendo protagonista del Mundial de natación celebrado en Corea del Sur no sólo por sus conquistas en la piscina, sino por sus reacciones fuera de ella

Foto: Sun Yang dirigiéndose al británico Scott. (EFE)
Sun Yang dirigiéndose al británico Scott. (EFE)

Muy pocos entienden cómo puede estar compitiendo el nadador chino Sun Yang en el Mundial que se está celebrando en Gwangju cuando en septiembre el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) le puede suspender de por vida por romper un vial con su sangre con un martillo en un control antidopaje. “No le gusto a nadie”, dijo Sun Yang el domingo después de ganar su cuarta medalla de oro en los 400 metros libres (décima en mundiales) y que el australiano Mark Horton se negara a fotografiarse con él en el podio. Y menos que va a gustar después del vergonzoso numerito que ha montado este martes en la entrega de premios de los 200.

El lituano Danas Rapsys tocó la pared primero y lo celebró antes de que los jueces le descalificaran por moverse en la salida. Sun, todavía en el agua, comenzó a celebrarlo y el público le abucheó. Minutos después, ya en el podio, el nadador chino se encaró con el británico Duncan Scott -tercero en la prueba junto a Malyutin- y le gritó en la cara, puño en alto, después de que le dieran la medalla de oro. Tras escuchar el himno, Sun Yang posó para los fotógrafos junto al japonés Matsumoto (segundo) y el ruso a los que estrechó la mano, mientras que Scott se apartó igual que hizo Horton el domingo, gesto que fue aplaudido por el público y que no amilanó a Sun que pasó delante de Scott diciéndole adiós y más tarde le esperó para soltarle ante las cámaras “tú has perdido, yo he ganado”, mientras éste permanecía impávido y Matsumoto y Malyutin asistían al bochornoso espectáculo.

La escena fue pública y añade otra muesca más al extenso repertorio de Sun Yang, que la tomó con Duncan Scott después de que su compañero, la estrella Adam Peaty, se manifestara en contra del nadador chino. “No quiero ver a ese tipo compitiendo contra mis compañeros de equipo que han trabajado muy duro para poder estar en el Mundial. Estoy seguro que no soy el único”, afirmó. Y no, no lo es. La estadounidense Lilly King ha calificado como “una locura” la decisión de la FINA de dejarle competir.

The Daily Telegraph acaba de publicar que en septiembre de 2018 Sun Yang rompió un vial con su sangre entre amenazas cuando la AMA -Agencia Mundial Antidopaje- le visitó. La FINA le abrió un expediente que cerró en enero dando por buenas las alegaciones de la federación de China, que defendió que su nadador no había sido informado en tiempo y forma del control al que sería sometido. La AMA ha forzado la reapertura de una investigación ante el TAD y en septiembre habrá un fallo. Es difícil explicar cómo no lo ha habido antes de que se disputara el Mundial, pero si le sancionan será el final de su carrera. Porque Sun Yang es reincidente y no podrá volver a competir.

Ya dio positivo en 2014

En noviembre de 2014 fue castigado con tres meses de suspensión tras dar positivo en un control por trimetazidina, una sustancia estimulante. Alegó que tomó el medicamento porque tenía un problema de corazón y su federación le impuso la sanción justo en los tres meses que no había competición y una multa irrisoria de 650 euros. En los Juegos de Río varios nadadores mostraron su repulsa hacia el chino, que ya no era precisamente el más popular entre sus compañeros después de que en el Mundial de Kazán en 2015 diera la espantada en la final de 1500 cuando era el gran favorito después de un incidente con la nadadora brasileña Larissa Oliveira, a la que molestó en la piscina de calentamiento. Tampoco fue la única.

En Río, también en la piscina de calentamiento, coincidió con Mark Horton antes de las series de los 400 metros libres y éste le negó el saludo. Sun le salpicó, Horton decidió ignorarle y desveló el incidente posteriormente en rueda de prensa: “No tengo tiempo para dopados”. En la final el australiano ganó el oro por 13 centésimas y Sun tuvo que conformarse con la plata. Al día siguiente el equipo chino pidió oficialmente una disculpa pública a Horton por sus manifestaciones. “Usé la palabra dopado porque dio positivo. Sólo tengo un problema con nadadores que han dado positivo y es que siguen compitiendo”, remató Horton que evidentemente no se disculpó.

El pasado domingo, ya en Corea, Sun Yang ganó a Horton en los 400 y en el podio el australiano se quedó en su sitio y no quiso posar con él, un gesto que fue celebrado por la mayoría de nadadores tal y como desveló Lilly King: “Cuando llegó al restaurante de los deportistas todo el mundo se puso a aplaudir, estuvo muy bien ver a los nadadores unidos con él. Fue realmente valiente”. A la FINA no le pareció tan bien y redactó una carta de advertencia a Horton. “La libertad de expresión debe ser ejercida en el buen contexto. Los deportistas saben que no deben utilizar las competiciones de la FINA para expresar opiniones personales”, emitió la Federación Internacional en un comunicado. Este martes, la FINA ha tenido que redactar otras dos cartas de advertencia después de lo sucedido en la entrega de medallas, una para Sun y otra para Scott “porque ambos nadadores han tenido un comportamiento inadecuado”.

El británico no quiso hacer declaraciones, pero Adam Peaty sí: “Sun debería preguntarse a sí mismo si debería seguir cuando la gente le está abucheando, pero ya sé cómo es… Duncan tenía el derecho a que su voz se escuchara y el público también. Si ni siquiera los fans le quieren no sé por qué Sun está aquí”. Está porque la FINA lo ha permitido y el TAD no se reúne hasta septiembre y de eso el nadador no tiene la culpa, pero Sun Yang tampoco está ayudando con su comportamiento macarra y después del incidente con Scott todo el mundo ha podido ver cómo se las gasta. Y da vergüenza.

Muy pocos entienden cómo puede estar compitiendo el nadador chino Sun Yang en el Mundial que se está celebrando en Gwangju cuando en septiembre el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) le puede suspender de por vida por romper un vial con su sangre con un martillo en un control antidopaje. “No le gusto a nadie”, dijo Sun Yang el domingo después de ganar su cuarta medalla de oro en los 400 metros libres (décima en mundiales) y que el australiano Mark Horton se negara a fotografiarse con él en el podio. Y menos que va a gustar después del vergonzoso numerito que ha montado este martes en la entrega de premios de los 200.

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