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Una máquina de contar billetes, otra de envasado al vacío... ¿El tesoro de Zárate?
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qué había en la casa del exgurú financiero

Una máquina de contar billetes, otra de envasado al vacío... ¿El tesoro de Zárate?

El dinero con el que le acusan de haber huido podría estar en la casa que alquiló en Cervià de Ter (Girona), según la versión de la propietaria del inmueble

Foto: Aitor Zárate (c), junto a un grupo de jóvenes, en la piscina de la casa de Cervià de Ter (Girona).
Aitor Zárate (c), junto a un grupo de jóvenes, en la piscina de la casa de Cervià de Ter (Girona).

Una máquina de contar billetes, otra de envasado al vacío y una caja llena de móviles Nokia. Eso encontró la dueña de la casa que había alquilado Aitor Zárate, mago de las finanzas investigado ahora por presunta estafa, cuando recuperó su vivienda a finales de 2017. Este jueves, después de que El Confidencial adelantara que Zárate se había esfumado con cientos de miles de euros de decenas de ahorradores que confiaron en él, la propietaria se ha dirigido a un juzgado de Girona señalando que parte de ese dinero podría estar escondido en la casa o enterrado en la parcela de casi 2000 m2 que la rodea. Una jueza tiene la palabra.

Pero la jueza debería hacer inmediato uso de ella si no quiere que Aitor Zárate, exjugador de la ACB y contra el que hay dos querellas vivas en Vitoria y Gandía por delitos de estafa, regrese este viernes a esa mansión de Cervià de Ter donde los querellantes, como la dueña, creen que podría tener parte del dinero escondido. Aunque Zárate está desaparecido para los querellantes que intentan recuperar su dinero, su abogado ha litigado con insistencia hasta recuperar el uso de la mansión alquilada en 2010 y cuyo uso perdió a finales de 2017.

placeholder Parte del material que encontró la dueña de la casa que alquiló Aitor Zárate: una máquina de envasar al vacío y varios móviles.
Parte del material que encontró la dueña de la casa que alquiló Aitor Zárate: una máquina de envasar al vacío y varios móviles.

A partir de mañana, Zárate, autor de varios 'bestsellers' de autoayuda financiera, tiene derecho a tomar de nuevo posesión del inmueble, según una sentencia que debe ejecutar la titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Girona, Olga Bautista. Zárate alquiló la vivienda pagando al contado 270.000 euros, el equivalente a 15 años de renta. Luego, seis años después, cuando empezaron sus problemas con varios ahorradores que le pedían la devolución de su dinero, Zárate dejó de aparecer también por ese pequeño pueblo. Cervià de Ter está a 46 kilómetros de La Jonquera, en la frontera con Francia.

De hecho, en noviembre de 2017, la propietaria, que es también la alcaldesa de Cervià de Ter, entró acompañada de la policía autonómica catalana porque habían robado en la casa y los agentes no habían localizado al inquilino. Los Mossos d'Esquadra necesitaban hacer la correspondiente inspección ocular. "La casa parecía abandonada", dice el abogado de la dueña. Un año antes, Zárate había pedido rescindir el contrato firmado por 15 años y la devolución de la parte del alquiler no disfrutado. Pero la dueña no disponía del dinero y Zárate decidió entonces mantenerse como inquilino en la casa, aunque sin habitarla.

Viendo el estado en que se encontraba la vivienda —una casa de piedra, con piscina y valorada en torno a un millón de euros—, y temiendo que pudiera ser okupada ilegalmente, la alcaldesa, Roser Estañol, tomó entonces una mala decisión: decidió recuperar 'de facto' su casa. Y entonces reaparecieron Zárate y su abogado, Benito Pérez Bello, para reclamarla judicialmente. La dueña fue condenada a entregar la casa al inquilino y mañana, 8 de marzo, vence el plazo: si la jueza Bautista no hace huelga y además decide entregar las llaves a Zárate o a su representante legal, el autor de 'Espabila y gana dinero con la crisis' tendrá vía libre para recuperar la mansión y las máquinas que la alcaldesa encontró en el semisótano.

En 2010, Aitor Zárate alquiló la vivienda en Cervià de Ter pagando al contado 270.000 euros, el equivalente a 15 años de renta

"La máquina de contar billetes sirve para lo que sirve; la de envasado al vacío puede servir para envasar butifarras o dinero", cuenta Juan Carlos Izquierdo, abogado de la dueña, que ha presentado este jueves el escrito ante el juzgado de Girona. "Pero son circunstancias muy sospechosas". El abogado de los tres querellantes personados en Vitoria, José Antonio Tuero, ha presentado también un escrito, alertando al instructor en el mismo sentido que Izquierdo: la hipótesis es que el dinero se envasaba al vacío con vistas precisamente a que no se deteriorase.

Esos cuatro querellantes perdieron 680.000 euros en total. Y El Confidencial ha localizado a otros dos afectados que suman pérdidas de más de 130.000 euros. Sin embargo, hay decenas de ahorradores que depositaron su dinero y su confianza en Aitor Zárate y que se encuentran en la misma situación que los ya identificados: en Cádiz, la Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña o el País Vasco. Según la autora de una biografía sobre Zárate, a lo largo de los años pasaron por sus cursos y campus 4.500 alumnos.

El modo de actuar era doble. Por un lado, ofrecía rentabilidades de más del 10% anual, como muestra este PowerPoint todavía disponible en internet, por un préstamo de decenas o centenares de miles de euros a Funky9, una empresa pantalla registrada en Belice. Por el otro, ofrecía acciones de Factor K, otro de sus títulos y marca comercial usada para impartir cursos y formación en 'trading' —el comercio en bolsa con valores y acciones—. La cantidad variaba en función de cada accionista. Y aunque se firmaba un contrato por las acciones, el pago se debía hacer en efectivo. "Yo puse 12.000 euros y el pago lo hice en un sobre en un hotel de Valencia", añade uno de los afectados por Factor K.

placeholder Una máquina de contar billetes que encontró la dueña de la casa que alquiló Aitor Zárate.
Una máquina de contar billetes que encontró la dueña de la casa que alquiló Aitor Zárate.

Hasta este jueves, solo se habían querellado contra Zárate cuatro afectados de Funky9, pero mañana mismo se personarán en la querella presentada en Vitoria los dos primeros accionistas de Factor K. Este jueves se ha creado también una plataforma de afectados que está tramitando las nuevas reclamaciones que se están sumando. Según el accionista de Factor K contactado por El Confidencial, en las primeras juntas de accionistas, que se celebraron en Madrid, había más de 100 socios.

La vivienda de Cervià de Ter era uno de los escenarios usados por Zárate para impartir los cursos de formación en 'trading' y fiscalidad que durante años fueron una generosa fuente de ingresos. A rebufo del éxito de sus libros ('Mueve tu dinero' o 'Cambia de vida: cómo me hice rico'), Zárate empezó a impartir numerosos cursos y campus en hoteles de toda España en los que los asistentes acudían para formarse en 'trading': en cómo ganar dinero sin trabajar, según se explicaba en un vídeo.

Los cursos de los hoteles, en Vitoria o Valencia, donde se reunían entre 40 y 50 personas, valían unos 3.500 euros. Los que impartía en la casa de Girona, para círculos mucho más reducidos, normalmente de cuatro personas, "valían 6.000 euros más IVA, aunque el IVA te lo quitaba si lo pagabas en efectivo", cuenta el accionista de Factor K, que asistió también a uno de aquellos campus llamados 'No surrender' (no te rindas, en inglés), en Cervià de Ter. "Se llamaban 'No surrender' porque él era muy fan de Bruce Springsteen", añade.

Una máquina de contar billetes, otra de envasado al vacío y una caja llena de móviles Nokia. Eso encontró la dueña de la casa que había alquilado Aitor Zárate, mago de las finanzas investigado ahora por presunta estafa, cuando recuperó su vivienda a finales de 2017. Este jueves, después de que El Confidencial adelantara que Zárate se había esfumado con cientos de miles de euros de decenas de ahorradores que confiaron en él, la propietaria se ha dirigido a un juzgado de Girona señalando que parte de ese dinero podría estar escondido en la casa o enterrado en la parcela de casi 2000 m2 que la rodea. Una jueza tiene la palabra.

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