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El 'invento' de Alex Txikon en la carrera más peligrosa del mundo (en el K2)
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NO SÓLO ES HACER HISTORIA EN EL ALPINISMO

El 'invento' de Alex Txikon en la carrera más peligrosa del mundo (en el K2)

Alex Txikon pretende ser el primer alpinista en la historia en subir en invierno el K2, la segunda montaña más alta del mundo, y sin ayuda del oxígeno

Foto: Alex Txikon junto a su iglú. (Twitter @AlexTxikon)
Alex Txikon junto a su iglú. (Twitter @AlexTxikon)

“En la tienda comedor estábamos a 13 bajo cero, en la tienda de campaña a -26 grados, y dentro del iglú dormimos a -5 grados. Ha sido la mejor noche de descanso de mis ocho expediciones invernales. Según caminas desde la tienda comedor al iglú se te congelan todos los músculos, las manos se endurecen y el viento sopla de cara. Sin embargo, al entrar a los iglúes que hemos construido en el Campo Base, el silencio no se escucha, y el estruendo del viento desaparece. Al amanecer, los sacos están completamente secos y la luz traspasa los muros de más de 20 cm de nieve compactada. Es una maravilla. Pero, sin duda, uno de los mayores descubrimientos ha sido el oxígeno que se respira dentro, la saturación es mayor en el iglú que en la tienda. Por tanto, el descanso es mucho mayor”. Alex Txikon, narraba así un hecho curioso en una histórica 'carrera' del alpinismo, la que está coprotagonizando junto a una expedición (de Rusia, Kazajistán y Kirguistán) para ver quién es el primero en coronar por primera vez el K2 en invierno (y sin oxígeno).

El K2, segunda montaña más alta del mundo, es el único ochomil que no se ha subido todavía en invierno. Alex Txikon, después de intentar el año pasado la primera ascensión invernal de la historia al Everest sin oxígeno, ha apostado este año por una de las cumbres más complejas. Su expedición no es la única en esta montaña de Pakistán y en esta 'carrera de fondo' tiene a un grupo ruso-kazajo -kirguí como 'rival'… Aunque no todo esta épica competitiva es inexistente conociendo la filosofía de Txikon y que ambas expediciones se han coordinado para compartir material, información e incluso se ha sopesado la posibilidad de intentar el ataque conjuntamente. En cualquier caso, la expedición 'cirílica' va por delante de la española: mientras éstos van por el campo 2, Txikon va a por el campo 1 (ya preparando el ataque al 2 con una línea diferente a la rusa).

En cualquier caso, "no hay prisa. En un día de trabajo hemos equipado hasta el campo 1; estamos montando una línea nueva, con nuestras cuerdas de nylon. Hay que andar con tranquilidad, hacer las cosas bien, que el invierno es muy largo y tenemos tiempo de sobra, de sobra", comentaba Txikon este domingo dentro de una aventura que puede durar “tres años”, considerando el primer intento como aprendizaje.

Tenga éxito o no en la ascensión, donde ya ha marcado un hito es en el acondicionamiento del campamento base. “La expedición del alpinista vizcaíno marca un antes y un después en el mundo del alpinismo afirmando que los iglús mejoran el descanso, confort y el rendimiento y condiciones físicas de todo el equipo en el Campo Base del K2”, indicaba el equipo del vasco en una nota de prensa comentando esta manera de afrontar la subida. Txikon, antes de ir a la cordillera del Karakórum, practicó en Pirineos y en Picos de Europa la construcción de estos iglús, los cuales se tardan en levantar “tres o cuatro horas con un equipo formado por dos o tres personas”. La idea es poder construir más en el campo 1, a 5.900 metros de altura y donde la temperatura se acerque a los -40 grados por la noche.

Una investigación científica en la mochila

Más allá del intento histórico y la innovación del iglú, la expedición de Txikon #WinterTopAppeal también tiene una finalidad científica: saber cómo afecta una situación extrema -frío y falta de oxígeno-, a la expresión de los genes. A partir de aquí se podrá evolucionar en el diagnóstico y tratamiento de personas que sufren enfermedades respiratorias crónicas. (La Unidad de Genómica de Enfermedades Complejas del Instituto de Investigación Biomédica del hospital de Sant Pau de Barcelona, la Universitat Politècnica de Catalunya y el hospital Clínic están detrás de este proyecto).

Este I+D made in Spain que roza el cielo será un éxito independientemente de si el ferviente seguidor del Athletic Club hace cumbre o no. La sociedad se verá beneficiada de esta expedición desde diferentes ángulos: no sólo es fuente de inspiración y un símbolo de superación, sino un ejemplo de la importancia del camino en la consecución de un objetivo.

“En la tienda comedor estábamos a 13 bajo cero, en la tienda de campaña a -26 grados, y dentro del iglú dormimos a -5 grados. Ha sido la mejor noche de descanso de mis ocho expediciones invernales. Según caminas desde la tienda comedor al iglú se te congelan todos los músculos, las manos se endurecen y el viento sopla de cara. Sin embargo, al entrar a los iglúes que hemos construido en el Campo Base, el silencio no se escucha, y el estruendo del viento desaparece. Al amanecer, los sacos están completamente secos y la luz traspasa los muros de más de 20 cm de nieve compactada. Es una maravilla. Pero, sin duda, uno de los mayores descubrimientos ha sido el oxígeno que se respira dentro, la saturación es mayor en el iglú que en la tienda. Por tanto, el descanso es mucho mayor”. Alex Txikon, narraba así un hecho curioso en una histórica 'carrera' del alpinismo, la que está coprotagonizando junto a una expedición (de Rusia, Kazajistán y Kirguistán) para ver quién es el primero en coronar por primera vez el K2 en invierno (y sin oxígeno).

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