La gran obsesión de Gómez Noya desde niño o cómo 'reventar' el Ironman de Hawái

“Algún día competiré en Hawái”, era la frase que repetía "de crío", con obsesión, Javier Gómez Noya a sus amigos y compañeros con los que entrenaba cuando se dedicaba a pulverizar registros en el triatlón. Así hasta ganar cinco títulos mundiales e insistir que le llegaba el momento de preparase a conciencia para el Ironman de Hawái, el más duro del mundo, que pone al gallego ante un enorme desafío. El debutante Noya busca en Kona (la prueba empieza a las 18:30 horas peninsular española) dejar huella y agrandar su leyenda como uno de los mejores deportistas de la historia. En su mente está 'reventar' Hawái.

Este año es el 40 aniversario de este mítico Ironman y en la pasada edición se estableció el récord de la prueba en 8 horas y un minuto. El objetivo de los mejores atletas del mundo es romper el reloj para bajar las 8 horas, también el de Gómez Noya. Después de demostrar ser el mejor triatleta de la historia, su motivación se ha centrado en dar el paso al Ironman, con mucho más impacto mediático a nivel mundial que un triatlón.

El Ironman de Hawái no es solo el más duro del mundo, sino que es la cuna del triatlón. Es la prueba más exigentepor las condiciones extremas en las tres disciplinas: 3,86 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y los 42,2 kilómetros de carrera a pie. Para Noya, como el resto de aspirantes, la gran dificultad estará cuando se baje de la bicicleta para poner el pie en el asfalto y empezar al maratón. Se calcula que serán las 12 del mediodía, una hora crítica donde la climatología tendrá las condiciones más adversas de calor, humedad y viento. Pero esta dureza es lo que le lleva a Noya a poner su cuerpo al límite, siendo clave para un óptimo rendimiento la buena gestión de los alimentos y líquidos, así como que el cuerpo sea capaz de tolerarlos sin complicaciones.

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Noya cuenta las horas, aparentemente tranquilo y sin nervios -aprendiendo a tocar el ukelele que se ha comprado-, para que llegue este sábado y un reto que no paraba de repetir cuando todavía era un adolescente. Siempre quiso competir en Hawai y lo afronta, a sus 35 años, en un momento de madurez y plenitud. Se siente con esa energía, confianza y seguridad de estar ante una oportunidad para competir contra los mejores. Si gana y consigue bajar de esas 8 horas tendrá un impacto mundial a todos los niveles de leyenda, imagen y económicas -sólo el ganador tiene un premio que ronda los 100.000 euros-.

Así se encuentra Noya

El triatleta y compañero Alejandro Santamaría es una de las personas que convive y mejor conoce qué busca Gómez Noya en Hawái y cómo se encuentra para afrontar esta purísima prueba. Alejandro cuenta a El Confidencial los motivos que han llevado al pentacampeón de triatlón a esta aventura: “Javi, por evolución, ha buscado el siguiente reto en su carrera y este paso lo tenía que dar. Un triatleta tiene presente que Kona tiene mucha repercusión y el de Hawái es la prueba reina. A nivel personal le picaba estar aquí para competir y ver si es capaz de ganar. Tiene esa ambición después de ser el mejor triatleta de la historia. Esa ambición de saber que si gana en Hawái la repercusión a nivel mundial será enorme. A lo mejor en España no le damos la importancia que tiene...”.

Javier Gómez Noya llega a la isla estadounidense después de convertirse en el Ironman de Cairns en el mejor debutante. Razones para pensar que puede conseguir algo importante en la gran cita mundial. Así lo ve Alejandro Santamaría: “Está confiado y tranquilo. Hay otros que tienen más presión, pero Javi tiene muchas batallas encima y está más que acostumbrado. Tiene potencial para ser el primer hombre en bajar de las ocho horas y si no es este año será el siguiente”.