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El kimono que transforma a Carmen Herrera: su proeza con un 10% de visibilidad
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El kimono que transforma a Carmen Herrera: su proeza con un 10% de visibilidad

La judoca compartió mesa en el primer día del curso sobre periodismo deportivo femenino en la Universidad de Málaga con la palista internacional Carolina Navarro

Foto: Carolina Navarro (i), Javier Imbroda (c) y Carmen Herrera (d), participantes en el curso 'Las 5 W del deporte femenino'. (Foto: Jesús Domínguez)
Carolina Navarro (i), Javier Imbroda (c) y Carmen Herrera (d), participantes en el curso 'Las 5 W del deporte femenino'. (Foto: Jesús Domínguez)

La primera mujer española en ganar un oro paralímpico en judo lo hizo en Atenas 2004. Carmen Herrera (Málaga, 1974) convive desde su nacimiento con un déficit de visibilidad que solo le permite ver un 10% del campo visual, pero con el deporte encontró la libertad que necesitaba. “Me di cuenta de que con el kimono no tenía techo”, comenta la luchadora, quien pospuso el sueño de competir en unos Juegos Paralímpicos: “Pude ir como nadadora en Sídney 2000, pero elegí el judo porque es donde no tengo límites”. Oro en Atenas, oro en Pekín y oro en Londres. Sin límites.

Carmen Herrera participó, junto a la jugadora de pádel Carolina Navarro, en el curso 'Las 5 W del deporte femenino' que organiza El Confidencial en Málaga. Que una mujer practicase artes marciales no era visto con buenos ojos cuando comenzó con 21 años, pero el destino le ha dado la razón. “Los tres oros paralímpicos son las tres fechas clave que reflejan años de trabajo y esfuerzo”, comentó en una charla íntima con este periódico tras su ponencia en el curso. Ahora, la yudoca solo compite de forma semiprofesional.

"No paramos de ganar medallas"

Carolina, por su parte, pretende mantenerse al máximo nivel, al menos, dos años más, aunque confesó que tras sus dos lesiones de rodilla hace 10 años se planteó la retirada profesional. “Hubo un momento en el que pensé que mi cuerpo no podía más”. Una victoria, junto con Cecilia Reiter, ante las imbatidas Icíar Montes y Neki Berwig la aupó de nuevo. “A la prensa ya no le queda otra: no paramos de ganar medallas”, sentenció Navarro en relación a la visibilidad de las mujeres en el periodismo deportivo.

Carmen y Carolina hablaron este miércoles sobre la superación en el deporte durante la primera jornada del curso, patrocinado por Unicaja Banco. Víctor García, redactor jefe de El Confidencial; José Luis Rojas Torrijos, profesor de periodismo deportivo; Laura Pérez, experta en nuevos formatos del periodismo deportivo, y Javier Imbroda, exseleccionador nacional de baloncesto, fueron los primeros en pasar por la tarima de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).

La información del deporte practicado por mujeres, como recomiendan decir los expertos, no supera el 4% del total de la información deportiva en radio, no llega al 7% en prensa impresa y se estanca en el 5% en los medios digitales. La periodista Laura Pérez, experta en audiencia digital y SEO de Avance Deportivo, lo dejó claro: “Las imágenes que más repercusión han tenido últimamente en el deporte son las de las aficionadas”.

Un problema que con el paso de los años se está revirtiendo en el periodismo nacional. La manifestación del 8 de marzo supuso un antes y un después en la sociedad. Nacho Cardero, director de El Confidencial, lo recordó en la presentación: “Para hacer un periodismo de calidad, tiene que ser un periodismo con conciencia, que luche para que no haya discriminación”.

Laura Pérez también expuso las claves para la visibilidad del deporte femenino, así como consejos para eliminar las expresiones estereotipadas, insultos y enfoques sexistas de la prensa deportiva. “Ellas suelen aparecer bajo una connotación de belleza”, argumentó. Incluso cuando ganan alguna medalla.

“El problema del deporte en equipo femenino es que solo se visibiliza al equipo, y así no se crean referentes”, declaró Laura, quien tiene claro el modelo de negocio al que se dirige el periodismo: el vídeo y las redes sociales. El 38% de los usuarios de Twitter es seguidor del deporte y el 67% de los españoles consume contenido deportivo en internet, la mitad desde el 'smartphone'.

El fútbol, de lo más androcéntrico

“Las mujeres que más aparecen en los periódicos deportivos en papel son actrices, modelos, esposas o novias”. El profesor de periodismo deportivo de la Universidad de Sevilla José Luis Rojas Torrijos dejó claro que, dentro del periodismo deportivo, es en el fútbol donde se infravalora más a la mujer. “Se suele utilizar un lenguaje textual y visual de corte sexista”, declaró.

Rojas Torrijos también incidió en la importancia, mal entendida bajo su punto de vista, por la academia del periodismo deportivo: “Es el contenido más consumido por los espectadores y un vehículo idóneo para combatir la desigualdad”. Más mujeres periodistas, mejorar la situación de infravaloración del periodismo deportivo, campaña de sensibilidad y educar en igualdad fueron sus recomendaciones.

El primer día del curso de verano sobre periodismo deportivo femenino lo clausuró el ex seleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda, quien hizo reflexionar a los alumnos sobre cinco conceptos: competición; padre/madre mánager; detección temprana; talento y esfuerzo, y formación. La charla se centró en el papel de las canteras de formación, de las que, en el caso del baloncesto, solo el 1%, según expuso, llega a la élite. Los 20 jugadores españoles que juegan asiduamente en la ACB conforman el 8% de los jugadores de la competición: “¿Se puede decir que el baloncesto español goza de salud?”, se preguntó Imbroda. “El talento es saber administrar las cualidades que se tienen, y el talento sin esfuerzo solo sirve para divertirse”, concluyó.

La primera mujer española en ganar un oro paralímpico en judo lo hizo en Atenas 2004. Carmen Herrera (Málaga, 1974) convive desde su nacimiento con un déficit de visibilidad que solo le permite ver un 10% del campo visual, pero con el deporte encontró la libertad que necesitaba. “Me di cuenta de que con el kimono no tenía techo”, comenta la luchadora, quien pospuso el sueño de competir en unos Juegos Paralímpicos: “Pude ir como nadadora en Sídney 2000, pero elegí el judo porque es donde no tengo límites”. Oro en Atenas, oro en Pekín y oro en Londres. Sin límites.

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