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La odisea del musculoso abanderado de Tonga: “Al menos no me caí...”
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el 114 en los 15 kilómetros de esquí fondo

La odisea del musculoso abanderado de Tonga: “Al menos no me caí...”

Pita Taufatofua, el abanderado de Tonga que desfiló bajo cero y apenas sin ropa, alcanzó su gran objetivo. Pudo acabar la carrera de esquí de fondo de 15 kilómetros

Foto: Pita Taufatofua, nada más acabar la prueba de fondo de 15 kilómetros. (EFE)
Pita Taufatofua, nada más acabar la prueba de fondo de 15 kilómetros. (EFE)

Será una de las imágenes que siempre se recordarán de los Juegos de PyeongChang. Sucedió en la jornada inaugural, cuando todos los deportistas desfilaban bajo su bandera nacional. La aparición de Pita Taufatofua no pasó indvertida, un tipo ataviado como si estuviera en el Caribe y no en un frío lugar de Corea del Sur, por la noche y rodeado de nieve por todas partes. El musculado atleta, único representante de Tonga, se mostró al mundo con la tradicional ropa del país (a 'ta'ovala') envuelta alrededor de su cintura, con EL pecho y EL torso al aire. Su participación fue la prevista, aunque evitó quedar en el último lugar en la prueba de esquí de fondo.

Muchas miradas se centraron en Pita cuando llegó la hora de la verdad. Para afrontar la prueba ya no lució músculo, sí se vistió como el resto de competidores. Pero como pasó con otros deportistas en anteriores citas olímpicas, tanto de invierno como de verano, el rendimiento del atleta de Tonga fue el esperado de un hombre que en 2014, en Río de Janeiro, fue olímpico en el mundo del taekwondo y de un día para otro cambió el tatami por la nieve y los esquíes. Al menos no pasó a la historia por quedar el último, también es cierto que acabó la prueba y tiene su mérito....

"Fue un milagro"

Pita Taufatofua acabó en el puesto 114 gracias a que hubo dos descalificación, las del español Martí Vigo del Arco y el italiano Dietmar Noeckler. Y sí, se evocó la figura del nadador guineano Eric Moussambani, que en los Juegos Olímpicos de Sidney, dejó para el recuerdo su actuación en los 100 metros libres, distancia que cubrió en 1,52,72, nadando como un simple aficionado, nada que ver con uno de élite. Cuando cruzó la línea de meta, Pita fue largamente ovacionado por un público que reconoció el tremendo trabajo realizado durante años de un deportista que se crió en ambientes cálidos, alejados del frío y la nieve.

"Pues no me caí...", exclamó ante los periodistas Taufatofua nada más cruzar la línea de meta. La prueba se le hizo eterna y reconoció que la última vuelta fue mentalmente muy exigente, muy dura. Reconoció el esquiador que "durante la última vuelta pensaba: 'Dios, por favor, que no me caiga delante de todo el mundo, permíteme acabar la prueba con la suficiente fuerza...". Siempre consideró que fue "un milagro" obtener una plaza para participar en estos Juegos y tras el esfuerzo realizado, tras el éxito de acabar la prueba, subrayó que "la gente en general tiene miedo de fallar, tiene miedo a las críticas, teme lo que sus padres puedan decir sobre cosas y luego no hacen nada". Pero él se sobrepuso a todo y finalmente pudo sonreír con una paz interior que nunca olvidará.

El ciclón

Tras cubrir los 15 kilómetros, exhausto por el tremendo esfuerzo realizado, feliz por haber terminado la prueba, miró hacia el futuro el tongano y planteó un nuevo reto para volver a vivir como protagonista sus terceros Juegos Olímpicos. Y en una nueva especialidad... "Quiero competir en algún deporte acuático", desveló Taufatofua al referirse a su firme deseo de representar a Tonga en la cita de Tokio 2020. "¡A ver si puedo conseguirlo!", enfatizó el popular esquiador.

La carrera tuvo un colofón cargado de emociones. Ver acabar al de Tonga dio felicidad a todos sus rivales, que aguardaban en la línea de meta expectantes, deseando que su colega alcanzara su objetivo. "Nos abrazamos y nos dijimos que estamos listos para luchar otro día", desveló el mexicano Germán Madrazo, que también consiguió acabar la carrera. "Pita me hizo llorar, fue la mejor sensación que he tenido", reconoció el azteca. La gesta del tongano queda ahí, un deportista que no sabía esquiar y llegó a entrenar con esquíes que se deslizaban sobre ruedas...

Ahora, una vez acabado el sueño de haber participado en sus segundos Juegos Olímpicos, otro objetivo, mayor todavía, aparece en la hoja de ruta de Taufatofua. "Ahora quiero reconstruir Tonga", manifestó al recordar el ciclón que golpeó con dureza el país que defendió sobre la nieve. Recalcó que ahora centrará su vida en impulsar acciones para reconstruir determinadas zonas, dar esperanza a las decenas de familias afectadas. "Esa es otra cosa por la que vale la pena luchar", sentenció tras poner el punto y final a su participación en PyeongChang.

Será una de las imágenes que siempre se recordarán de los Juegos de PyeongChang. Sucedió en la jornada inaugural, cuando todos los deportistas desfilaban bajo su bandera nacional. La aparición de Pita Taufatofua no pasó indvertida, un tipo ataviado como si estuviera en el Caribe y no en un frío lugar de Corea del Sur, por la noche y rodeado de nieve por todas partes. El musculado atleta, único representante de Tonga, se mostró al mundo con la tradicional ropa del país (a 'ta'ovala') envuelta alrededor de su cintura, con EL pecho y EL torso al aire. Su participación fue la prevista, aunque evitó quedar en el último lugar en la prueba de esquí de fondo.

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