Carlos Sainz ya se puede perdonar a sí mismo por "el error que cometí"
Carlos Sainz y su copiloto, Lucas Cruz, charlaron este lunes a su llegada a Barajas para contar cómo había sido su victoria en la edición número 40 del Rally Dakar
"Llevo un año con ello y no me lo perdono, el error que cometí, yendo despacio, primeros...". Carlos Sainz, de este modo, explicaba por qué la victoria en este Dakar 2018 tiene un sabor más especial. En el mismo aeropuerto de Barajas y rodeado de la prensa nacional, comentó la espina que ha llevado clavada en 2017 y que se quitó este sábado cuando atravesó la meta en Córdoba. "Iba por un camino de tierra y, debo decir que no se nos da mal porque es lo que llevo haciendo toda la vida. Sé leer bien por dónde va el camino aunque no lo conozca, pero había esa nube de polvo y..." se fue por un barranco. Se recuperó, prometió a "Reyes (su mujer) e hijos" que cruzaría la meta este alo "y no solo lo he acabado". Ahí estaba, con el 'moro' encima de la mesa donde realizó la rueda de prensa.
"Abrumado" y sin esperarse un recibimiento tan multitudinario -incluyendo el abrazo con su hijo Carlos-, Sainz y Lucas Cruz han compartido sus impresiones en un acto organizado por Peugeot para revivir episodios complicados como los del segundo día, "cuando Lucas vomitó seis o siete veces dentro del coche. El tío, muy pulcro, lo hacía en una bolsita de plástico. Yo le decía si quería que parase y Lucas me decía que siguiese. Además, pinchamos dos veces y perdimos bastantes minutos. Unido al día de la caja de cambios fueron momentos difíciles".
El futuro de Sainz
Informativamente se le preguntó por un y ahora, ¿qué? "Estoy en un momento de reflexión, de hablarlo con mi familia con mis amigos y decidiré. Entiendo que la gente se pregunte por qué sigue si no lo necesita, con la edad que tiene. No tengo ningún contrato ni coche así que hay tiempo para todo". Cansado de competir no está, porque quien lo tiene claro no lo consulta con nadie. Otra cosa es si la pasión que tiene por su trabajo compense a las personas que tiene a su lado, sobre todo a su mujer, Reyes.
Su perseverancia en alcanzar metas no sólo le ha llevado a seguir compitiendo, también a lograr que Peugeot fabricara un coche intratable: "Carlos ha sido el único que se ha puesto cabezón ante los jefes de Peugeot para que el proyecto fuera donde tenía que ir. Tres victorias en cuatro años le han dado la razón", indicaba Lucas Cruz, copiloto de Sainz. Sin el león francés involucrado en el Dakar de 2019, ¿le tirará la caña otra compañía para liderar un proyecto como el de Peugeot? Reyes y compañía ayudarán a decidir si merece la pena seguir dando rienda suelta al talento y competitividad que Sainz tiene a sus 55 años.
"Llevo un año con ello y no me lo perdono, el error que cometí, yendo despacio, primeros...". Carlos Sainz, de este modo, explicaba por qué la victoria en este Dakar 2018 tiene un sabor más especial. En el mismo aeropuerto de Barajas y rodeado de la prensa nacional, comentó la espina que ha llevado clavada en 2017 y que se quitó este sábado cuando atravesó la meta en Córdoba. "Iba por un camino de tierra y, debo decir que no se nos da mal porque es lo que llevo haciendo toda la vida. Sé leer bien por dónde va el camino aunque no lo conozca, pero había esa nube de polvo y..." se fue por un barranco. Se recuperó, prometió a "Reyes (su mujer) e hijos" que cruzaría la meta este alo "y no solo lo he acabado". Ahí estaba, con el 'moro' encima de la mesa donde realizó la rueda de prensa.