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El conductor de autobuses valenciano que ayudará a un parapléjico a ir al Dakar
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JULIÁN VILLARRUBIA, UN LAZARILLO EN MOTO

El conductor de autobuses valenciano que ayudará a un parapléjico a ir al Dakar

Julián Villarrubia cumplió su sueño de correr el Dakar. Pero, además, hizo mucho más que eso: facilitó que otros lograran triunfar, y ahora forma parte de un prometedor proyecto

Foto: El valenciano Julián Villarrubia. (Foto: Twitter @JVillarrubiaG)
El valenciano Julián Villarrubia. (Foto: Twitter @JVillarrubiaG)

Este año a Julián Villarubia le toca ver el Rally Dakar por televisión, porque el proyecto en el que anda metido en las últimas temporadas todavía no ha podido hacerse realidad. A Julián le conocen bien en los 'raids'. Fue uno de tantos pilotos que soñaron con enfrentarse al reto del Dakar y uno de los pocos que lo consiguió, tomando parte en cuatro ediciones (2009-2012). Pero la cuestión económica limitó siempre sus posibilidades. Para un competidor amateur como él, que se gana la vida como conductor de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia, el presupuesto lo condiciona todo.

Tras la edición 2012 parecía que tendría que renunciar a su sueño de regresar al Dakar y tener que conformarse con las competiciones nacionales, donde siempre destacó como uno de los mejores: fue campeón de España en 2002 y 2007. Pero le llegó la oportunidad de la mano del piloto polaco de quads Rafel Sonik, que contrató al bueno de Julián como asistencia rápida en carrera. Era algo insólito, pero muy práctico. ¿Quién tiene la agilidad y la rapidez necesarias para prestar ayuda a un piloto de quad? Una moto llega antes y más rápido, y la estructura del equipo es más simple. Así que dicho y hecho.

Campeón del Dakar con Sonik

Eso le permitió tomar parte en varias pruebas del Mundial de Rallyes-TT y el Dakar 2013, donde Sonik alcanzó el podio final. Lo mejor estaba por llegar, porque el piloto polaco estaba encantado con el trabajo de Villarrubia, y en 2014 repitieron la experiencia, con un más que notable éxito: Sonik se anotó la victoria en el Dakar en la categoría de quads, y la ayuda de Julián fue esencial para lograrlo.

Su labor como lazarillo, como asistencia rápida, fue repetidamente reconocida, y aunque no volvió a disputar el Dakar en moto, Julián siguió acudiendo a la carrera como coordinador del equipo de Sonik, siempre entre los mejores de la categoría.

Para un piloto que lleva la moto tan dentro, no es fácil conformarse con ver los toros desde la barrera. Julián quemaba el gusanillo en las pruebas nacionales, que por cuestiones medioambientales cada vez son más difíciles de sacar adelante. Pero no tardó en encontrarse ante un nuevo desafío, un reto en el que se implicó de lleno, colaborando con un viejo rival de las carreras, el italiano Nicola Dutto.

Dutto es un habitual de los raids europeos y las bajas. Fue una cara conocida en nuestro país porque ganó el título nacional de Rallys-TT en 2004 y 2006, y Villarrubia fue uno de sus rivales en aquellas ediciones. El ambiente del 'off road' siempre ha sido muy sano, con un espíritu de colaboración muy acentuado.

Foto: Una impresionante duna en la etapa Perú-Pisco del Dakar. (Reuters)

Cuando Dutto quedó parapléjico

En 2012, Dutto sufrió un terrible accidente en la Baja Italia, una caída a 150 km/h que se saldó con una lesión medular: quedó parapléjico. Una cosa así cambia la vida, la tuya y la de los que te rodean. Pero Dutto no renunció a nada. Cuando las carreras impulsan tu vida, es difícil renunciar a ellas, como tampoco lo hicieron Isidre Esteve, hoy en el Dakar con un ambicioso proyecto, o Joan Lascorz, que tuvo que dejar el Mundial de Superbikes y ahora quema gasolina en los raids nacionales con un buggy.

Normalmente, las cuatro ruedas son la alternativa más accesible que se pueden permitir los lesionados medulares. Dutto también siguió ese camino, y un año después de su accidente competía con un buggy con su esposa Elena como copiloto. Pero Nicola es un piloto de moto. Con la ayuda técnica de unos amigos diseñó unos elementos que acoplados a su moto le permitían volver a rodar en dos ruedas. Y desde entonces dejó a un lado el buggy. Eso fue allá por 2014. Y no se contentó con montar a su aire, quiso volver a la competición.

placeholder Julián Villaruubia acompañó al polaco Rafal Sonik en varias ediciones del Dakar. (EFE)
Julián Villaruubia acompañó al polaco Rafal Sonik en varias ediciones del Dakar. (EFE)

El Dakar por televisión, de momento

Pero para poder competir necesitaba alguien que le sirviera de ayuda y asistencia, un genuino lazarillo que le auxiliara cuando necesitara apoyarse, cuando el terreno no le permitiera realizar un paso claro. Y entonces pensó en Julián Villarrubia. Su trabajo con Sonik dio a conocer su eficiente labor, así que Dutto pensó que Julián sería ideal para esa tarea. Dicho y hecho. Desde entonces, Dutto ha participado en varios raids europeos y bajas, con la asistencia de Julián. Su sueño es el Dakar. Consultó incluso con Marc Coma, actual director de la carrera, que le indicó que la principal pega que veía a la idea era su escasa experiencia en navegación.

Y si lo que hacía falta es aprender a navegar, al desierto que se fue Dutto, a aprender a moverse en la arena, con Julián y con Pablo Toral, otro ilustre valenciano de los raids, como apoyo. Corrió el Desert Challenge de Abu Dabi, y el Rally de Merzouga. Y pensó en el Dakar 2018. Las circunstancias le han impedido estar en la presente edición de la carrera. Por eso Julián contempla el Dakar por televisión. Así cogerá la carrera con más ganas. Seguramente, en 2019 volverá a ser el lazarillo del Dakar.

Este año a Julián Villarubia le toca ver el Rally Dakar por televisión, porque el proyecto en el que anda metido en las últimas temporadas todavía no ha podido hacerse realidad. A Julián le conocen bien en los 'raids'. Fue uno de tantos pilotos que soñaron con enfrentarse al reto del Dakar y uno de los pocos que lo consiguió, tomando parte en cuatro ediciones (2009-2012). Pero la cuestión económica limitó siempre sus posibilidades. Para un competidor amateur como él, que se gana la vida como conductor de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia, el presupuesto lo condiciona todo.

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