El patrón demócrata que hace volar al Mapfre en la Volvo Ocean Race

"Ha roto el esquema del típico patrón que lleva la caña y hay una jerarquía estricta, como viene siendo desde hace años". Las palabras del regatista e integrante del equipo Willy Altadill realzan una forma diferente de manejar una embarcación. Se refiere a Xabi Fernández, el hombre que lidera el Mapfre en la Volvo Ocean Race y que tan buen papel está firmando en esta edición, que hasta hace poco lideraba. Es uno de los pocos patrones del mundo que no lleva el timón de manera casi permanente. Habitualmente, son los que conducen el barco más tiempo, pero en este caso delega en otros y prefiere dedicarse a supervisarlo todo para que todas las piezas estén perfectamente engrasadas en todo momento.

Lideró la prueba y ahora pelea por recuperar el lugar de privilegio. La categoría del equipo formado por diez tripulantes está quedando de manifiesto en estas primeras semanas. Son en total nueve meses de competición, mucho tiempo en el que viven todos delante del espejo, viendo siempre lo mismo ante sus rostros. El desgaste físico es brutal, pero el psicológico no se queda muy atrás. La figura del patrón es esencial para que la travesía sea la adecuada. En el caso de la nave española, la habitual dictadura del jefe da paso en este caso a un escenario más democrático. "Es la máxima autoridad, pero no es un patrón al uso", resume Alejandro Varela, el director de comunicación del equipo.

En conversación con El Confidencial, el integrante del equipo (en tierra) ofrece una serie de claves para entender una cuestión que llama la atención por no ser habitual en el mundo de la navegación. Explica que "no es muy democrático el mundo de la vela. Aparecen en su historia grandes navegantes, grandes patrones que lideraron grandes gestas", señala. Nombres que sepultan muchas veces el trabajo de tripulantes que también fueron protagonistas de esta o aquella hazaña. El español es de repartir los méritos. Siempre fue tripulante y por ello entiende perfectamente que el trabajo en equipo es el perfecto sendero que caminar para alcanzar la cima. "Xabi siempre escucha", enfatiza.

Máxima intensidad

Subraya que "en una prueba de tantas jornadas no se gestiona de igual manera el liderazgo en relación a otras pruebas de otras especialidades deportivas". "La Volvo Ocean Race es 100 veces más intensa que un Dakar. Entre etapa y etapa, los pilotos pueden dormir unas horas, pasar por la camilla del fisio, asearse, comer en condiciones… En el mar la actividad es constante, las 24 horas del día. Hay guardias porque durante las duras noches, una parte de la tripulación está despierta, al tanto de todo", recuerda. "Siempre está en la mesa de navegación para diseñar las estrategias", apunta, y añade que "su especialidad es que todo esté en orden en todo momento". "Sí, en algún momento alguien le puede decir que se equivoca", acentúa Varela al referirse a Xabi.

Para el ejecutivo del Mapfre, "Xabi se diferencia del resto en que no tiene el rol de 'skipper' (patrón). No quiere ese protagonismo, ser siempre el primero en todo. El equipo rinde más cuando él se dedica a supervisalrlo todo, que todos los engranajes estén perfectamente ajustados". "Cada uno sabe perfectamente qué debe hacer en cada momento, cuál es su función", dice para destacar el reparto de responsabilidades, una filosofía que se desvela como exitosa a la vista de lo que está sucediendo en la actual edición de la Volvo Ocean Race. No se obsesiona por obtener la máxima velocidad cuando conduce, sino sacar partido a todos los tripulantes. "Un loco puede tener un golpe de genialidad un día cuando acelera y alcanzar así el objetivo, pero no siempre es así", recalca.

Un entrenador/jugador

"Si lo trasladamos al mundo del fútbol, tenemos la idea de que es el delantero goleador la estrella, el líder del equipo, pero en este caso hablamos de un Xavi Hernández o un Xabi Alonso, un elemento que sabe cuándo toca atacar y cuándo defender", explica Varela. Considera que "la gran virtud de Xabi es la visión de juego, cómo manejar a todos en cada momento. Saber valorar el trabajo de todos". "A veces le toca decidir en décimas de segundo, otras veces con más tiempo, pero su apuesta es escuchar siempre a todos", resume para entender cómo se maneja el patrón español a diario. "Podemos decir que se trata de un entrenador/jugador perfecto", apostilla.

Repite una y otra vez el director de comunicación del Team Mapfre que "se ha ganado la confianza de la tripulación por muchas razones", pero sobre todo porque "no se mete constantemente en el trabajo de los demás, confía en todos. Todos hablan con libertad porque Xabi es muy democrático. No es de decir 'aquí se hace lo que yo digo', escucha a todos". "Es como el presidente de un Gobierno, que cuando llega el Consejo de Ministros escucha lo que piensan los integrantes de su equipo de trabajo", agrega. Diez personas navegando por los lugares más inhóspitos del planeta, guardias de cuatro horas por la noche con dos conductrores en cada una. Todo un mundo en un espacio reducido. "Cuando duermes, tienes que tener mucha confianza en los demás. Todos tienen que confiar en todos", valora como clave del éxito del equipo.

Restañar heridas

La convivencia no siempre es sencilla porque la tripulación convive en un espacio muy reducido. Frío, húmedo, sin el más mínimo detalle de confort. La preparación aeróbica es básica para aguntar en estas condiciones. Todos se manejan en cuclillas en el angosto interior de la embarcación. Surgen los clásicos roces, algunas rencillas porque convivir durante meses no es sencillo, todos trabajando sin descanso a todas horas y con una gran presión. "Pero Xabi siempre tiene claro que el 'team building' es la mejor receta para triunfar, fomentando el buen rollo en todo momento para que los roces se olviden cuanto antes", enfatiza Alejandro.

Cuando el barco toca tierra y llega el momento de desconectar durante unos días, de oxigenar cuerpo y mente, el patrón aprovecha estas jornadas para acercarse con más pausa y tranquilidad a los integrantes de su equipo. Tocar atar los cabos que estén sueltos, volver a aplicar pegamento en esas pequeñas brechas que hayan surgido fruto de ese constante roce a máxima presión de los tripulantes. "Cada uno es de su padre y de su madre, pero Xabi es muy buen psicólogo y ese trabajo lo realiza perfectamente", realza el integrante del equipo.

Comparten sacos de dormir, la higiene no existe prácticamente, también comparten cucharas, 'bowls', almohadas... "Es un escenario salvaje, casi primitivo", resume Varela para subrayar las complicadas condiciones que envuelven a un equipo que participa en tan exigente prueba deportiva. No se trata solo de navegar, toca cocinar y realizar otras actividades que se reparten de manera conveniente. Ahí también aparece la figura del patrón, para que su talante democrático también se exprese en el interior de la embarcación, no sólo en cubierta, donde sucede lo más importante. Y en lo que es importante, en la competición, el Mapfre está cumpliendo como el mejor.