"Tiene un 'piponazo' impresionante". Así es Mbengue, el futuro del balonmano español

A muchos el nombre de Seynabou Mbengue (Las Palmas de Gran Canaria, 1998) no les sonará de nada. Y seguirá sin sonarles en los próximos años mientras el deporte femenino siga siendo ninguneado en gran parte por los medios (mea culpa). Pero de vez en cuando, en campeonatos europeos, mundiales y ojalá que olímpicos, oirán hablar de ella porque sobre sus hombros descansan parte de las esperanzas del balonmano español en los próximos 15 años. Ella es el futuro, pero también quiere ser el presente, como demuestra que haya sido convocada para el Mundial que arranca este viernes. La canaria fue como invitada al torneo de preparación celebrado en Melilla la semana pasada y acabó logrando un hueco en la lista definitiva. Una sorpresa para casi todos, incluida ella.

"Yo tenía mi billete para irme a casa, estaba de hecho en el aeropuerto despidiéndome de mis compañeras y se me comunicó que me quedase un día más y que al día siguiente me daban una respuesta. Y esa misma noche el entrenador me comunicó que contaba conmigo para el Mundial", relata horas antes de partir hacia a Alemania, sede del campeonato. España debuta el sábado contra Angola (20:30 horas).

De invitada a convocada sorpresa

El seleccionador, Carlos Viver, explica que hizo "una semana de trabajo buenísima" en Melilla, donde se ganó un puesto en el equipo. "Es una jugadora joven que sin embargo ha mostrado tener poso y tranquilidad. Con lo cual no se puede renunciar a la posibilidad de que pueda participar en un Mundial que le puede aportar tantísimas experiencias", continúa el técnico, que ha apostado por la júnior como jugadora 17 en el campeonato.

Sayna, como la llama todo el mundo, es una lateral zurda de físico poderoso (1,85 metros, 80 kg). Es una de las revelaciones de la temporada en las filas del Rocasa Gran Canaria ACE, líder invicto y ganador de la Supercopa. En diez jornadas, Mbengue se ha convertido en una pieza clave del equipo, con el que ha marcado 39 goles. "Es una jugadora que tiene unas cualidades brutales", afirma Silvia Navarro, portera de la selección y del Rocasa. "Es zurda natural, tiene envergadura, no tiene miedo y tiene un desparpajo para jugar impresionante. Es una mezcla entre magia, juventud y ganas de querer hacerlo bien".

"Tiene un 'piponazo' que es impresionante. En mi equipo, a la jugadora que más complicado me resulta atajarle un balón es a ella. Es una tía que se arriesga y que no es nada tímida a la hora de jugar", afirma la portera, que elogia también su cabeza. "Es una tía que tiene los pies en la tierra. Puede parecer que es un poco alocada, pero tiene las cosas muy claras. Yo juego con ella y no hay más que ver la temporada que está haciendo. Le está dando responsabilidad nuestro entrenador y está respondiendo estupendamente".

Ya ha superado una grave lesión

Mbengue dice que va al Mundial con el objetivo de ayudar a sus compañeras y sobre todo de aprender. "Todavía soy muy joven y me quedan muchas cosas por mejorar. Esto me va a servir mucho para ganar experiencia", dice la jugadora canaria, que se aficionó al balonmano siguiendo a su hermano. Ambos comenzaron en el CB Somar, del barrio de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria. "De ahí viene todo, me formé allí", dice Seynabou, que hace unos años dio el salto al Rocasa, el mejor equipo de la isla y uno de los mejores de España.

Ahí comenzó una carrera que sufrió un importante revés la pasada temporada, cuando se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha. "El año pasado fue bastante duro. Me lesioné en el primer partido de liga y estuve ocho meses de baja. Llegué para los últimos partidos de la Copa de la Reina. Es una lesión a la que tienes que sobreponerte mentalmente. Pero me recuperé bien y este año estoy bien", comenta. Tan bien que ha conseguido colarse en un Mundial absoluto a una edad inusual.

Tras los pasos de Marta Mangué

Algo parecido hizo hace 16 años Marta Mangué, otra grancanaria que ha batido récords en el balonmano español: es la jugadora que más partidos (300) y más goles (1.033) ha sumado en la historia de la absoluta, tanto femenina como masculina. En Alemania no podrán compartir equipo porque Mangué se quedó fuera de la lista. "Para mí es un referente, desde que era pequeña y empecé a jugar. La conozco. Me da pena que no esté aquí, porque uno de mis sueños es compartir cancha con ella. Siempre va a ser para mí la imagen de las guerreras", dice Mbengue, la cara más joven de un equipo en pleno relevo generacional tras ocho años en la elite.

"Es una jugadora aún por pulir, no le vamos a pedir ni una pizca más de la responsabilidad que tiene que tener una chica de 19 años que participa por primera vez con la selección absoluta, pero si ella misma percibe todas las características positivas que tiene, puede ser una jugadora de largo recorrido en la selección", analiza Carlos Viver. Mbengue recoge el guante y dice que va "sin presión". "Creo que el equipo puede dar bastante y puede hacer un gran papel en el Mundial". Palabra de una jugadora que va a dar que hablar.