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Fútbol de bolsillo: así ha sido la explosión editorial del deporte en España
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el deporte rey ahora también se lee

Fútbol de bolsillo: así ha sido la explosión editorial del deporte en España

De revistas especializadas a colecciones completas. Del ruido de la televisión al reposo de la lectura. El deporte, tras años de abandono editorial en España, ha encontrado por fin su hueco en las librerías

Foto: La literatura deportiva está en auge. (EFE)
La literatura deportiva está en auge. (EFE)

“Así, pues, a cambio de tener no sólo un equipo de foot-ball, sino un mito (una anécdota destinada a ser algo más que simple historia deportiva: auténtica y real Historia, con mayúscula; y no Historia general, sino referida a un pueblo, el nuestro que llegaría a depositar en ese foot-ball, fútbol o balompié todas sus esperanzas tribales ante tanto despojo histórico, sus sueños, sus mitificaciones y delirios, sus pinturas rupestres, su hacha de sílex, su lengua y su Árbol –mitos para la continuidad de los mitos–, en una colectiva locura visceral por rescatar, a fuerza de goles, una identidad de pueblo mil veces ahogada), Getxo le abonó a Ella el cincuenta por ciento de aquellos reales“.

Así novela Ramiro Pinilla en 'La tierra convulsa', el primer volumen de la trilogía 'Verdes valles, colinas rojas', el hecho fundacional: el primer partido de fútbol que se jugó en la playa de Arrigunaga entre los fieros pero torpes locales y los inventores ingleses del navío Newcastle.

Desde entonces hasta hoy, cuando el hecho popular del deporte se ha fundido en internet en el continuo de la sociedad de consumo como un producto cultural más, éste había quedado bastante al margen de la literatura y de la producción de las 'industrias'. Arrumbado en las páginas de los diarios como ésta que leen ahora e invadiendo la televisión, pero sin otra pretensión que contar lo que ha pasado o prever lo que ocurrirá mañana en los terrenos de juego. Tanto ha cambiado que en la misma ciudad donde se jugó aquel partido imaginario de Pinilla, el Athletic Club lleva varios años celebrando un congreso sobre Letras y Fútbol.

Antes del aquí y el ahora de Amazon hubo geniales excepciones latinoamericanas que sí se atrevieron a imaginar el deporte como objeto literario. Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa y su cuento 19 de diciembre de 1971. O el Eduardo Galeano de gambeta o darla al pie en 'El fútbol a sol y a sombra'. Tuvo que ser Manuel Vázquez Montalbán (a pachas con Johan Cruyff) quien se atrevió a quitarle la pátina de equipo segundón y llorica al Fútbol Club Barcelona para elevarlo de anecdótico equipo de provincias a un novelesco ejército desarmado de Catalunya.

Quizás porque entre que el franquismo tiñó el deporte de azul mahón racial, marcial y regulero y porque entre la intelectualidad torpe e mojigata quedaba mal decir que ibas al Bernabéu a comerte las pipas o las uñas, éstos renegaron de escribir libros sobre la pelotita y el sudor mientras afuera pasaban cosas. Donde los guiris, los que inventaron casi todo en sus islas y sus primos yankis. Aunque también tuvieron que esperar a que se abriera la ventana de oportunidad de la no-ficción y el nuevo periodismo. Gay Talese y Norman Mailer con el boxeo y, de entre todos ellos, Hunter S. Thompson que, además, se permitió el lujo de inaugurar el género gonzo en 'El Derby de Kentuky' es decadente y depravado.

Los lectores recordarán la serie o la película titulada 'Friday Night Lights'. El libro, que no está editado en España, es una delicia del ganador del Pulitzer H. G. Bissinger y que lleva como subtítulo 'A Town, a Team a Dream' y en el que con la excusa de seguir al equipo de fútbol americano del instituto Permian en Odessa (Texas) durante una temporada, el autor consigue sacar a la superficie la verdadera esencia de un pueblo deprimido económicamente que pone todas sus esperanzas en chavales de 17 años.

En 1995, Jorge Valdano se atrevió a publicar una antología de cuentos de fútbol de escritores de ambos lados del charco y derribó muchos complejos. Siguiendo todo aquello, aquí, y más cerca en el tiempo, Enric González compuso una amena crónica de Italia a través del calcio y de hace poco son las coplas de un Montero Glez al que no le importa mancharse de talco o de bronce, y hasta de barro en 'A ras de yerba. Apuntes futboleros'. Pero es con el 'boom' de editoriales alternativas de los últimos años y la proliferación de los blogs como cantera de narradores donde la literatura y el deporte encuentran acomodo para dar el salto a las estanterías.

La frescura de las novedades

La Editorial Contra, de Barcelona, se define a si misma como una “editorial independiente con la vocación de publicar libros de cultura popular con un diseño personal y de máxima calidad en los terrenos de la música, el deporte y el cine”. En su catálogo se pueden encontrar desde 'El Combate', de Mailer, a 'Maldito United', de David Peace. Libros del KO posiblemente sea la más conocida con la recopilación de anécdotas ciclistas 'Plomo en los bolsillos', del periodista Ander Izaguirre, y con su colección 'Hooligans Ilustrados', que repasa en varios volúmenes la memoria sentimental de aficionados al fútbol de equipos de zona baja, media y alta de la tabla.

Casas de nuevo cuño como la cántabra Popumbooks han encontrado también hueco para el deporte con el 'Arriva Italia', de Marcos Pereda. Aparte de las especializadas con vocación deportiva: Ediciones JC da cobijo al prolijo Gonzalo Vázquez, entre otros, para hablar de baloncesto; Libros de Ruta y Cultura Ciclista se dedican a los pedales; y en la técnica Librería Desnivel hay desde hace tiempo sitio para la crónica y la narración más allá de su origen montañero y explorador.

Por último, el fenómeno tiene también algo de folletín y algo de fetichista. Un objeto para guardar frente al fast food ordinario. 'Panenka' en fútbol, la extinta 'Cuadernos de Basket' o 'Volata', son buenos ejemplos. A sumar a estas últimas hace un mes nació ‘H’, "el rugby que se lee". Y pese a ser muda, hizo bastante ruido. Mario Ornat, su responsable cuenta a El Confidencial que "el proyecto de una revista de rugby con contenidos de calidad siempre había estado ahí". "Nacemos de esa reacción que existe contra del contenido volátil que se da y genera en las redes y buscando un periodismo de formato largo, reposado, con contenidos, edición y fotografía muy cuidados", explica. Ornat reconoce que por concepción de la revista –casi por ideología– ésta pretende parecerse a un libro donde contar historias de rugby. “El público de rugby forma un nicho fiel y está ávido de contenidos, tanto de lo que ocurre a día de hoy como de historias pasadas. Si alguien tiene una buena historia de rugby que contar seguro que en H lo va a hacer”.

“Así, pues, a cambio de tener no sólo un equipo de foot-ball, sino un mito (una anécdota destinada a ser algo más que simple historia deportiva: auténtica y real Historia, con mayúscula; y no Historia general, sino referida a un pueblo, el nuestro que llegaría a depositar en ese foot-ball, fútbol o balompié todas sus esperanzas tribales ante tanto despojo histórico, sus sueños, sus mitificaciones y delirios, sus pinturas rupestres, su hacha de sílex, su lengua y su Árbol –mitos para la continuidad de los mitos–, en una colectiva locura visceral por rescatar, a fuerza de goles, una identidad de pueblo mil veces ahogada), Getxo le abonó a Ella el cincuenta por ciento de aquellos reales“.

Libros Gay Talese Eduardo Galeano
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