Aunque lo diga Cerezo, Saúl no tiene "el riñón destrozado" y no ha sido operado

Aunque desde el club se llama a la calma por la lesión de Saúl Ñíguez en Leverkusen, diciendo que se encuentra estable y sin problemas, el presidente del Atlético, Enrique Cerezo, ha hecho saltar las alarmas al asegurar que “Saúl tiene el riñón destrozado”. Poco después, más calmado y ya ante los medios de comunicación agolpados y nerviosos ante él, Cerezo reconoció que Saúl tiene “un golpe muy fuerte en un riñón, creo que es el riñón derecho, y está en tratamiento y sigue allí en Alemania. Imagino que mañana vendrá aquí para seguir el tratamiento, pero el golpe es fuerte”.

Parecía un golpe sin más, pero cuando se llevaron a Saúl a la Clínica Leverkusen quedaba claro que no se iba a calmar el dolor del jugador con un simple spray refrescante que le aplicasen en la banda. Como dijo el presidente, el jugador del Atlético de Madrid se encuentra todavía en Leverkusen después de haber sido sometido a un TAC renal para observar si tenía mayores complicaciones. Pero el club ha desmentido categóricamente que haya sido operado, como se ha apuntado en varios medios. Se está siendo cuidadoso, porque un problema renal no es poca cosa, pero no es tan grave como para hacer saltar las alarmas. Vamos, que no tiene el “riñón destrozado”.

Por ahora, el centrocampista se encuentra estabilizado recuperándose del traumatismo renal con un hematoma bastante grande que sufrió después de recibir un golpe en la zona costal. Se le colocó un catéter para que así el riñón fuera drenando poco a poco y poder encontrar si había algún problema en la zona y saber si había que operarle. Seguirá todavía en observación e ingresado para ver cómo evoluciona bajo la vigilancia del Doctor Villalón y del padre del jugador.

¿Cuándo regresará a España? No es fácil decirlo. No es simple permitirle salir de la clínica ya que tendría que estar varias horas, entre aeropuerto y avión, sin la vigilancia médica debida hasta llegar a Madrid, aunque si todo esto se hubiese producido en Madrid, el jugador habría podido pasar la noche de este miércoles en casa y seguiría desde allí todo el tratamiento. Lo único seguro es que Saúl pasará la noche de este jueves siendo observado en Alemania y seguirá pendiente de evolución para que le den el alta.

La extrema cautela con Saúl también se debe a que, según informan varios medios, el jugador ya habría tenido un problema en el mismo riñón cuando era apenas un niño. Una dificultad renal ya es preocupante, pero dos hacen que el susto se convierta en una pesadilla.

No se le pone nada sencilla la organización del centro del campo al Cholo Simeone para los próximos partidos. Si bien lo de Saúl no es grave, es indudable que no jugará este fin de semana contra el Sevilla y dependerá mucho de cómo evolucione para saber si podrá estar en los siguientes compromisos del Atlético, que serán el Valencia en el Calderón, el Espanyol en Barcelona y la vuelta contra el Bayer Leverkusen en Madrid. En el Sánchez Pizjuán, además de la baja de Saúl, está la ya conocida de Koke, que sigue recuperándose de la lesión en los isquiotibiales que sufrió contra el Real Madrid y sería extraño que forzase para jugar esta jornada.