¿Vender el coche por una entrada de tenis? Ser inglés y aficionado al deporte sale caro
Un aficionado confesó haber vendido su coche para ir a la Copa de Maestros. No es raro, los precios de los eventos en Inglaterra están al alcance de bolsillos abultados
Hasta el fin de semana pasado, Londres se convirtió en el epicentro del mundo del tenis. En la superficie del O2 Arena se reunieron los ocho mejores jugadores del momento para contemplar cómo, una vez más, Novak Djokovic se convertía en maestro del tenis. Esta fue, a priori, la noticia más destacada de un evento que dejó curiosas imágenes. Mourinho se dejó caer por el recinto y durante una entrevista que tuvo lugar en el partido que jugaban Federer y Andy Murray, el aficionado que estaba sentado detrás de él se convirtió en el centro de todas las miradas. No era para menos. Portaba un cartel en el que confesaba haber vendido su coche para estar sentado detrás de ‘The Special One’. No es de extrañar teniendo en cuenta que las entradas para la final de la Copa de Maestros oscilaban entre los 199 y los 2.700 euros. Y es que ser aficionado al deporte en Inglaterra sale caro.
Antes de repasa cuánto se tienen que rascar los ingleses para ver un partido de fútbol, de tenis o una carrera de Fórmula 1, conviene sentar las bases. En Reino Unido el Salario Medio Interprofesional (SMI) alcanza los 1.301 euros al mes (datos de 2014), es decir, 15.612 euros al año si tenemos en cuenta doce pagas. Obviamente, es más alto que en España, donde el SMI está fijado en 654,30 euros al mes. Además, del año pasado al presente, en Reino Unido el sueldo ha subido 37 euros al mes. Dicho incremento es mayor que el del IPC de 2013, que fue del 2%, razón por la que los británicos han ganado poder adquisitivo.
Con los datos aclarados y sobre la mesa, es el turno de comparar los precios de los eventos deportivos. En Gran Bretaña, los aficionados al fútbol son los que más tienen que rascarse el bolsillo para ir a animar a sus equipos. Cuando Mourinho criticó la silenciosa actitud de los seguidores del Chelsea quizás no cayó en la cuenta que, de media según el informe Deloitte Money League, las entradas para ver a los ‘blues’ son las segundas más caras de Europa (62,18 euros) por detrás de las del Arsenal (69,33 euros). El siguiente en la lista es el Real Madrid (60,78 euros) que cede el testigo al Manchester United (60’19). Entre los diez primeros equipos aparecen también el Tottenham (sexto con las localidades a una media de 49,9 euros) y el Liverpool (noveno con 44,77 euros de media). El único alemán que parece en el ‘Top 10’ es el Bayern (45,37 euros). Y es que Alemania, con un SMI de 1.445 euros, tiene las entradas más baratas del Viejo Continente.
El fútbol no es el único deporte que destaca por sus altos precios. Aquellos amantes del tenis se tienen que gastar una media de 70 euros si no quieren perderse uno de los eventos con más solera e historia del circuito: Wimbledon. Un templo de la raqueta, donde la final se puede disparar desde las 95 libras (118 euros) a las 3974 (4.957 euros). No es de extrañar que los aficionados vendan sus pertenencias para presenciar el partido que todos quieren jugar. Eso es lo que sucedió en la final de la Copa de Maestros que Djokovic ganó sin jugar porque Federer se retiró antes de hacer el primer saque debido a unos problemas físicos en la espalda. El partido de consuelo no lo sería tanto para aquellos que hubieran invertido 2.700 euros en las entradas más caras; las más baratas costaban 199. Trasladando esto al terreno español, las localidades más baratas de la final del Masters 1.000 de Madrid costaban 86 euros y las más caras, 160.
Las cosas no son muy diferentes cuando se trata de deportes de motor. Gran Bretaña acoge dos grandes citas: una carrera de Fórmula 1 y otra del Mundial de Motociclismo. Hasta la presente temporada, ambas pruebas tenían como escenario el trazado de Silverstone, pero las motos pondrán rumbo a Donington Park en 2015. Sea como sea, los precios son más altos que en España aunque más bajos que en Alemania. Las motos paran en el trazado germano de Sachsenring, donde asistir al gran premio durante todo el fin de semanas cuesta de 145 a 189 euros; en Silverstone las entradas oscilan entre los 127 y los 149 euros. España y sus cuatro citas marcan las diferencias. Teniendo en cuenta la preventa, asistir al GP de Motorland puede costar de 45 a 110 euros. El de Montmeló va de 58 a 103 euros mientras que Cheste puede salir desde los 40 euros de la entrada más barata a los 139 de la más cara.
Los precios para los aficionados de la Fórmula 1 se disparan más que para los amantes de las dos ruedas. Presencia en directo la carrera de Silverstone puede costar desde 175 libras (218 euros) hasta 419 libras (523 euros), precios superiores a los que pagaron los que no se perdieron la cita de Hockenheim de la temporada que acaba este fin de semana: de 129 a 550 euros por el fin de semana completo. El GP de España ofrece precios más bajos que los ingleses pues el abono de tres días oscila entre los 160 y los 396 euros.
Pasando de los deportes de moto al turf, es cierto que poco tienen que ver las carreras que se celebran los domingos en el Hipódromo de la Zarzuela con el Grand National o la Royal de Ascot. Aun así, los aficionados a los caballos que estén en la capital de Madrid podrán asistir a la cita por 5 o 10 euros mientras que en Inglaterra el primero de los eventos cuesta entre 60 y 238 euros mientras que el segundo va de los 37 a los 75 euros. Sin embargo, otra de las tradicionales citas deportivas de Reino Unido tiene precios razonables… aunque sea para los ‘practise days’. Los que no se quieran perder el Open Británico de Golf pueden pagar 5 o 10 libras (6-12 euros) para presenciar dichas sesiones. Las entradas para los días de competición suben de las 25 a las 70 libras (31-87 euros) y si los aficionados pueden permitirse sitios más exclusivos, deberán pagar entre 50 y 100 libras por día (62-124 euros).
Hasta el fin de semana pasado, Londres se convirtió en el epicentro del mundo del tenis. En la superficie del O2 Arena se reunieron los ocho mejores jugadores del momento para contemplar cómo, una vez más, Novak Djokovic se convertía en maestro del tenis. Esta fue, a priori, la noticia más destacada de un evento que dejó curiosas imágenes. Mourinho se dejó caer por el recinto y durante una entrevista que tuvo lugar en el partido que jugaban Federer y Andy Murray, el aficionado que estaba sentado detrás de él se convirtió en el centro de todas las miradas. No era para menos. Portaba un cartel en el que confesaba haber vendido su coche para estar sentado detrás de ‘The Special One’. No es de extrañar teniendo en cuenta que las entradas para la final de la Copa de Maestros oscilaban entre los 199 y los 2.700 euros. Y es que ser aficionado al deporte en Inglaterra sale caro.