La Federación denuncia al periodista que contó la noticia de la fiesta de los jugadores en Recife

La Federación Española de Fútbol ha emprendido acciones legales contra el autor de la información aparecida en el medio brasileño Globosporte según la cual el robo que sufrieron los jugadores de la selección española en Recife estuvo precedido de una fiesta con la presencia de personas ajenas al hotel y a la delegación del combinado español. Los dirigentes de la Federación hicieron público en la madrugada de España un comunicado en el que niegan todos los hechos relatados por el citado medio.

La Federación confirma que seis jugadores de la Selección fueron robados, tal y como informó El Confidencial. El hecho fue denunciado a la policía, gesto que no sentó nada bien dentro del comité organizador. En las conversaciones mantenidas previas a la notificación de los hechos en la comisaría, miembros del comité advirtieron a la delegación española sobre la poco conveniente que sería que se hiciera público el tema, denuncia de por medio. Incluso, llegaron a amenazar con posibles represalias que, por lo que se ve, han llegado en forma de noticia.

La nota hecha pública señala que la denuncia no está presentada por tratarse de Brasil, ya que se reconoce que podría haber sucedido en cualquier parte del mundo. De hecho, quieren resaltar el buen trato recibido por el país sudamericano desde la llegada dos semanas atrás.

La noticia cayó como una bomba en el seno de la concentración de la Selección. Tras pasar la mañana en la playa, los jugadores continuaron con la rutina diaria como si nada hubiera pasado, pero los corrillos y murmullos se repetían entre los dirigentes y empleados de la Federación. No alteró el pulso de los jugadores, pero sí que vino a ser como una columna de humo que enturbia un ambiente que hasta el momento era idílico.

Los directivos federativos no salen de su asombro con todo lo que ha sucedido y con las muchas cosas que han tenido que tragar sin decir nada absolutamente. En un gesto más, hay que señalar que días atrás un directivo vio cómo le arrancaban una cadena de oro a escasos metros del hotel de concentración situado en primera línea de playa.