El padre de Leo Messi creó un 'plan offshore' cuando el jugador todavía era menor de edad

La noticia saltaba este miércoles: la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona se querellaba contra Leo Messi por un supuesto fraude fiscal de 4 millones de euros. El juzgado de instrucción en funciones de guardia de Gavá ha sido el encargado de llevar a cabo la demanda contra el jugador del Barcelona por un delito contra la hacienda pública cometido en las declaraciones de IRPF de los años 2007, 2008 y 2009.

El ministerio público considera más que probado que el instigador de esta serie de actos es el padre de Messi, sobre quien habría claros indicios. Tal y como informa la Fiscalía, allá por 2005, cuando el jugador aún era menor de edad, el progenitor del delantero azulgrana habría encargado a un tercero la creación de una serie de sociedades instrumentales, cuya una finalidad radicaría en tratar de evadir impuesto a la haciendo pública.

Cuando Messi tenía escasos 17 años, el argentino ya apuntaba maneras para convertirse en uno de los grandes genios del balón. Su padre decidió no perder el tiempo, decidiendo que era el momento de crear un importante entramado de empresas que ocultara la tributación de los derechos de imagen del jugador. El dinero pasaba por empresas radicadas en paraísos fiscales, con la intención de que esas cantidades no se declararan y se pudieran evadir impuestos.

"La iniciativa para defraudar partió de Jorge Messi. Con la finalidad de burlar la tributación, se realizó la simulación de la cesión de los derechos de imagen del jugador a unas sociedad puramente instrumentales, radicadas en paraísos fiscales como Belice o Uruguay. Complementariamente, se formalizaron contratos de licencia entre estas sociedades y otras de su conveniencia radicadas en Reino Unido y Suiza", indica la Fiscalía.

Un engaño orquestado

El ministerio público entiende que la finalidad última no era otra más que tratar de ocultar los beneficios conseguidos por el jugador por la prestación de los derechos de imagen, además de asegurar que se pusieron demasiadas trabas para impedir que se pudiera tener conocimiento de estas acciones. Las principales, no sólo no comunicar estas actividades, sino ocultar el último destinatario de esta serie de prestaciones.

"Se han omitido determinados datos relevantes en otras declaraciones tributarias con la finalidad de impedir que la Administración Tributaria tuviera conocimiento de la cesión de los derechos a sociedades residentes en el extranjero. La intención era que los ingresos transitaran desde los países donde radicaban las empresas pagadoras hasta las sociedades instrumentales domiciliadas en los paraísos fiscales sin someterse a tributación alguna", reseña.

La ley establece que este tipo de delitos tengan una pena de prisión de dos a seis años, además de una importante multa económica. De igual manera, la Fiscalía ha dado a conocer los importes supuestamente defraudados, que alcanzan los 4.164.674,96 euros. Messi ha asegurado a través de un comunicado oficial no tener conocimiento de nada de esto, pero la Fiscalía asegura tener pruebas fehaciente del delito cometido por su padre.

El deporte español también tributa en el extranjero

Tributar lejos del país de nacimiento o de trabajo habitual es una costumbre que habitual. Sin ir más lejos, el deporte español lleva haciéndolo durante años: Fernando Alonso, Arantxa Sánchez Vicario, Rafael Nadal o Carlos Sáinz han sido algunos de los que, en algún momento, han tributado en el extranjero. Sin embargo, la gran diferencia radica en que en ningún momento se ha ocultado capital con el fin de engañar a la hacienda pública.

En el caso de Messi, el argentino ha negado por activa y por pasiva haber realizado ninguna acción con carácter fraudulento, la Fiscalía tiene un claro culpable: el padre del delantero argentino. La Fiscalía considera que Jorge Horacio Messi realizó una serie de acciones deliberadas para tratar de burlar la tributación de buena parte de los derechos de imagen, simulando la cesión de los mismos a un serie de empresas instrumentales.