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Frenar a Parker se ha convertido en la obsesión de un cansado Lebron James
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Frenar a Parker se ha convertido en la obsesión de un cansado Lebron James

En la noche del domingo de Miami se disputa el segundo partido de la Final de la NBA y llega con los papeles cambiados, con sentimientos

Foto: Frenar a Parker se ha convertido en la obsesión de un cansado Lebron James
Frenar a Parker se ha convertido en la obsesión de un cansado Lebron James

En la noche del domingo de Miami se disputa el segundo partido de la Final de la NBA y llega con los papeles cambiados, con sentimientos contradictorios. Lo que parecía iba a ser un rodillo del equipo de Florida se ha convertido en dudas e incógnitas respecto a un equipo cansado tras la intensa final de conferencia que tuvieron que hacer frente ante Indiana Pacers. Incluso el todopoderoso LeBron James habla de cansancio, algo impensable antes del inicio de los play offs, pero que adquiere su lógica tras ver el baila al que Tony Parker le sometió en los instantes finales del primer partido.

Parar al base francés se ha convertido en una obsesión de un equipo, los Heat, que han sido declarados los mejores de la NBA en ese aspecto. Todo el mundo le está recordando a James lo que criticó la designación de Marc Gasol como el mejor defensor. Y lo hacen con la penúltima jugada del inicio de la serie, esa en la que Parker hizo suyo el balón cuando parecía perdido, teniendo tiempo aun para hacer saltar al MVP del pasado año y lograr la canasta decisiva. El lider de los Heat no lo olvida. "No pude hacer más. Si esa canasta no hubiera entrado y si el triple de Bosh... el equipo está cansado y lo notamos al final". 

Se apunta a Erik Spoelstra, técnico de los Heat, como culpable de no saber parar al mejor de los Spurs, de no saber repartir los minutos y de ver como se iniciaron los minutos defensivos con LeBron y Dwyane Wade (no se perdió el partido de España ante Haití) en el banquillo y sin las piernas en su debido estado de forma para sacar a relucir su mejor arma, la defensa. 

Los Spurs han llegado en el mejor momento a la fase decisiva. Poco importa que su columna vertebral sume 104 años. Duncan, Ginobili y Parker manejan el tiempo como nadie gracias a la perfecta administración que Popovich hace de sus recursos. Sus 17 años en el banquillo, 16 de esos al lado de Tim Duncan, le colocan ahora mismo con el entrenador con más y mejores recursos de la NBA. Sus equipos juegan como tal y la mano del jugador franquicia no importa tanto. Lo que sí importan son las decisiones del entrenador y de su alter ego en la cancha, Toni Parker. El mismo al que los Heat quieren frenar sí o sí. Saben que una nueva exhibición del francés colocaría a su equipo al borde del adiós del anillo.

En la noche del domingo de Miami se disputa el segundo partido de la Final de la NBA y llega con los papeles cambiados, con sentimientos contradictorios. Lo que parecía iba a ser un rodillo del equipo de Florida se ha convertido en dudas e incógnitas respecto a un equipo cansado tras la intensa final de conferencia que tuvieron que hacer frente ante Indiana Pacers. Incluso el todopoderoso LeBron James habla de cansancio, algo impensable antes del inicio de los play offs, pero que adquiere su lógica tras ver el baila al que Tony Parker le sometió en los instantes finales del primer partido.

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