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Los errores arbitrales no enmascaran la desconfianza de Tito y el 'desastre' de Messi
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LOS CAMBIOS LLEGARON MUY TARDE PARA UN BARCELONA QUE JUGÓ CON LEO MERMADO

Los errores arbitrales no enmascaran la desconfianza de Tito y el 'desastre' de Messi

El Bayern de Múnich aniquiló al Barcelona en el Allianz Arena (4-0). Sin excusas. Los alemanes volvieron a sacar el rodillo que les proclamó campeones de

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Los errores arbitrales no enmascaran la desconfianza de Tito y el 'desastre' de Messi

El Bayern de Múnich aniquiló al Barcelona en el Allianz Arena (4-0). Sin excusas. Los alemanes volvieron a sacar el rodillo que les proclamó campeones de la Bundesliga a seis jornadas del final para convertirse en el único equipo que ha logrado manejar al Barcelona a su antojo en las últimas temporadas. El conjunto de Heynckes empequeñeció a los de Tito Vilanova dándoles un repaso como reconocía Gerard Piqué tras el encuentro. La victoria del Bayern fue incontestable por muchos errores que cometieran Viktor Kassai y su equipo. Y es que el arbitraje no fue lo único que falló anoche en Múnich: Messi evidenció la nula gestión de su lesión y el primer cambio azulgrana, la escasa confianza de Tito en su plan B.

El conjunto alemán compartió protagonismo con el colegiado húngaro que volvió a mostrar que el arbitraje europeo no pasa por su mejor momento. O, al menos, el visto en la Champions League, la máxima competición del ‘Viejo Continente’ donde se presupone que están los mejores. Viktor Kassai concedió tres goles precedidos de una serie de acciones antirreglamentarias y tampoco vio un par de manos claras del Barcelona, la primera de ellas tan clara que era penalti: Piqué cortó un disparo de Lahm, una acción que debería haber sido castigada con la pena máxima y amarilla para el defensa azulgrana que, de esta forma, no podría jugar la vuelta de las semifinales. La segunda acción semejante a la de Piqué estuvo protagonizada por Alexis aunque la mano del chileno fue menos clamorosa que la de su compañero.

No fueron los únicos errores de Kassai en el Allianz Arena. El árbitro húngaro pasó por encima la falta de Dante sobre Alves antes de ceder el balón a Müller para que éste marcase el primer tanto. El jugador del Bayern se apoyó en el brasileño para llegar a cabecear el esférico sin sanción alguna. Nada más empezar la segunda parte, Mario Gómez firmó el segundo en posición ilegal: el delantero alemán estaba en fuera de juego y aunque el juez de área ve la jugada, deja la decisión en manos del linier que da luz verde al tanto. El festival de errores arbitrales no había terminado ya que Kassai también ignoró el bloqueo de Müller a Jordi Alba que dejó vía libre a Robben para hacer el tercero de la noche.

Tres fallos en tres goles 

Los numerosos fallos arbitrales no sirven de excusa para justificar la imagen que dio el Barcelona en Múnich. El conjunto azulgrana saltó al terreno de juego mermado por la forma física de Leo Messi. La ambición del argentino no conoce límites y su motivación es extra en partidos como el de ayer pero la rotura del bíceps femoral no había desaparecido. Leo forzó y apareció en el Allianz Arena para jugar andando, algo que perjudica al Barcelona donde, a día de hoy, Messi es imprescindible. El club azulgrana gestionó mal la lesión del argentino y en este tipo de casos, las prisas no son buenas compañeras de viaje.

El primer cambio, con el 4-0 en el marcador

El Bayern de Múnich aniquiló al Barcelona en el Allianz Arena (4-0). Sin excusas. Los alemanes volvieron a sacar el rodillo que les proclamó campeones de la Bundesliga a seis jornadas del final para convertirse en el único equipo que ha logrado manejar al Barcelona a su antojo en las últimas temporadas. El conjunto de Heynckes empequeñeció a los de Tito Vilanova dándoles un repaso como reconocía Gerard Piqué tras el encuentro. La victoria del Bayern fue incontestable por muchos errores que cometieran Viktor Kassai y su equipo. Y es que el arbitraje no fue lo único que falló anoche en Múnich: Messi evidenció la nula gestión de su lesión y el primer cambio azulgrana, la escasa confianza de Tito en su plan B.

Leo Messi