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Caja Laboral se ‘ahoga’ en la orilla y cede ante el gran potencial de CSKA
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LOS RUSOS SE CONVIERTEN EN EL SEGUNDO EQUIPO CLASIFICADO PARA LA FINAL FOUR (85-94)

Caja Laboral se ‘ahoga’ en la orilla y cede ante el gran potencial de CSKA

Nadar y nadar para morir en la orilla. Así podría resumirse el partido y la eliminatoria que Caja Laboral Baskonia ha disputado ante CSKA de Moscú.

Foto: Caja Laboral se ‘ahoga’ en la orilla y cede ante el gran potencial de CSKA
Caja Laboral se ‘ahoga’ en la orilla y cede ante el gran potencial de CSKA

Nadar y nadar para morir en la orilla. Así podría resumirse el partido y la eliminatoria que Caja Laboral Baskonia ha disputado ante CSKA de Moscú. De entrada, todos teníamos clara la diferencia de plantilla entre uno y otro equipo, lo cual daba una enorme ventaja al conjunto que dirige Ettore Messina. Pero la filosofía de la entidad presidida por Josean Querejeta no permite dar nada por perdido antes de jugarse, y con esa mentalidad afrontaron los baskonistas la difícil tarea de apear al gran favorito de esta Euroliga. La gran victoria del pasado miércoles dejaba abierta una puerta a la esperanza.

El público del Buesa Arena era consciente de que estaba ante una ocasión especial, una gran cita europea, de esas de postín. Los jugadores y el cuerpo técnico también. Todos eran conscientes de la dificultad de la empresa, por eso salieron enchufados desde el principio, unos en la pista y otros en la grada. El ambiente y la intensidad de los de Zan Tabak en la cancha auguraban una cosa muy clara, la empresa no iba a ser fácil para el equipo ruso.

Y así fue, el conjunto vitoriano, jaleado por su gente, dejaba hasta la última gota de sudor en cada jugada. Eso le daba para apretarle las tuercas a los jugadores de Messina, llegando al descanso tan sólo dos puntos abajo (34-36). Las espadas estaban en todo lo alto, la ilusión de llevar la serie al quinto partido seguía palpándose en el ambiente, a pesar de que todos eran conscientes en el pabellón de que si la fiera despertaba, el asunto se iba a poner en chino.

La maquinaria rusa se puso en marcha

Y sucedió. La bestia, adormecida en el tercer partido y durante buena parte de este cuarto, asomó en el inicio de la segunda mitad. Un parcial de 3-16 fue un jarro de agua fría para todos. La grada enmudeció y el equipo se bloqueó. Tabak trató de enmendar la plana con un tiempo muerto, a ver si de esa manera paraba la sangría que CSKA le estaba provocando al equipo español. Pero no había manera. El elenco de figuras con el que cuenta Messina empezó a asomar. Khryapa, Krstic y Weems comenzaron a liderar una más que probable victoria visitante.

Pero Baskonia tiró de todo lo que podía, garra, coraje y su condición de local. El partido se movía en diferencias por encima de los diez puntos, lo que no invitaba al optimismo. Entonces, San Emeterio lideró al equipo, tomando la batuta y anotando en varias jugadas que hicieron levantarse a los aficionados de sus asientos, pero la réplica era inmediata. A cada canasta importante de los azulgranas, los rusos echaban más tierra encima de la cabeza de los jugadores baskonistas. Un triple de Heurtel ponía a Caja Laboral a ocho (64-72), pero una técnica al banquillo local provocó un parcial de 0-5 que elevó nuevamente la ventaja por encima de la barrera psicológica de los diez puntos.

La actuación arbitral también tuvo su minuto de gloria, y poco después, un manotazo totalmente involuntario de Nocioni a Teodosic fue considerado como falta antideportiva por los colegiados. El Buesa Arena estalló, pero el daño ya estaba hecho. El golpe parecía definitivo, pero en el diccionario de Baskonia no se encuentra la palabra rendición. Había un as en la manga, el que se guardó Heurtel para anotar 4 de 4 en triples, hacer encajar un parcial de 15-2 a CSKA y ponerse a tres puntos (82-85) a falta de minuto y medio.

La locura llegó a Vitoria, se volvía a creer en un milagro que parecían tocar con las manos, pero apareció Teodosic. El serbio se tiró un triple desde su casa, al estilo del que anotó a España en el Mundial de Turquía de 2010, y colorín colorado. Hay quienes también achacan la derrota a una última 'ayuda' arbitral, en una técnica a San Emeterio. Da igual, la suerte estaba echada. Caja Laboral había dado la cara como nunca, pero hincaba la rodilla ante un rival, todo sea dicho, que tiene un potencial absolutamente brutal pero que las ha pasado canutas ante un Baskonia del que hay que estar orgullosos.

Ficha Técnica:

85.- Caja Laboral (20+14+20+31):
Cook (3), Causeur (19), Nocioni (3), M. Bjelica (6), Lampe (7) -cinco inicial-, Heurtel (17), Pleiss (8), San Emeterio (15) y N. Bjelica (7).

94.- CSKA Moscú (22+14+31+27): Teodosic (13), Jackson (3), Weems (19), Kaun (5), Khryapa (19) -cinco inicial-, Krstic (19), Micov (12), Papaloukas (4), Erceg (-), Sokolov (-) y Ponkrashov (-).

Árbitros: Christodoulou (GRE), Anakarali (TUR) y Vojinovic (SRB). Señalaron técnica a Nocioni (m. 23), Zan Tabak (m. 33), Khryapa y N. Bjelica (m.36) y San Emeterio (m. 39). Eliminados: Nocioni (m. 35), Pleiss (m. 36) y Lampe (m. 39).

Incidencias: Cuarto partido de cuartos de final de Euroliga disputado en el Buesa Arena de Vitoria ante 12.114 espectadores, según el club local. CSKA Moscú se clasifica para la Final a Cuatro de la Euroliga en Londres.

Nadar y nadar para morir en la orilla. Así podría resumirse el partido y la eliminatoria que Caja Laboral Baskonia ha disputado ante CSKA de Moscú. De entrada, todos teníamos clara la diferencia de plantilla entre uno y otro equipo, lo cual daba una enorme ventaja al conjunto que dirige Ettore Messina. Pero la filosofía de la entidad presidida por Josean Querejeta no permite dar nada por perdido antes de jugarse, y con esa mentalidad afrontaron los baskonistas la difícil tarea de apear al gran favorito de esta Euroliga. La gran victoria del pasado miércoles dejaba abierta una puerta a la esperanza.