EEUU e Italia culpan a Armstrong y Cipollini, ¿señalará España a Urco u otro deportista?

Estados Unidos puso en evidencia a una de sus referencias deportivas y sociales. Tal fue el apuro, que al orgullo hecho persona no le quedó más remedio que confesar. Lance Armstrong reconoció el pecado siete meses después de saber de mano de la USADA (Agencia Norteamericana) que había sido desenmascarado. Ahora es el turno para otro que presume de triunfos y de ser el número uno en eso de la velocidad, en eso del sprint y en lo de conquistar mujeres. La Gazzetta dello Sport no ha tenido inconveniente alguno en destripar a Il Bello Mario Cipollini y señalarle como implicado en la Operación Puerto. Prudhomme, director del Tour de Francia, organización que destrozó al equipo francés Festina, pide que salgan todos los tramposos de cualquier deporte. Norteamericanos, italianos y franceses han decorado a la perfección el escenario para que España dé el paso, ese que nunca ha dado. No hablamos de suposiciones y sí de despejar algunas incógnitas que rodean el caso de la Operación Puerto y que parecemos empeñados en no destapar. 

Los actuales rectores del deporte español no piensan quedarse de brazos cruzados, pero el desarrollo del juicio les impide, en muchos casos, tomar partido de una manera directa. Afirman están dispuestos a llegar hasta el final, a no parar, encontrar y señalar a todos los culpables o tramposos, que cada uno coloque la definición que crea más acertada. Hay conciencia de ello. Miguel Cardenal y Ana Muñoz, desde el CSD y la Agencia Antidopaje van a apretar hasta el límite o hasta dónde les dejen. Saben que si no lo hacen pueden quedar a la altura de los que años atrás decidieron mirar hacia otro lado o negar la evidencia. "El informe sólo habla de ciclistas y las dudas sobre España vienen del mundo del ciclismo", afirmó Lissaveztky antes de reunirse con Peter McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) el 14 de noviembre de 2007.

En el sumario aparecen multitud de acrónimos e interrogantes por los que se está pasando de puntillas. Pero también aparecen nombres que nada tiene que ver con el ciclismo. Tal y como recogen los documentos que El Confidencial muestra, el nombre de Manuel Pascua Piqueras, entrenador de muchísimos atletas entre ellos Marta Domínguez (en los últimos años estuvo con César Pérez), Reyes Estévez, Nuria Fernández, Alemayeh Bezabeh, Digan Luz... y cuya última relación profesional conocida fue con el golfista Nacho Garrido. Sus últimas declaraciones, ante la prensa o ante el juez, siempre han ido encaminadas hacia el reconocimiento de lo prohibido. "Si piensas que lo que hace Bolt lo hace sin ayudas, eres tonto", afirmó a As.

¿Por qué ha desaparecido del caso Pascua y nadie se ha parado en investigar esos Urco y Rosa que aparecen al lado del apunte ‘atletis’?  El entrenador habla, en el sumario, de atletas que buscan mejorar y piden ayuda extra. Durante meses el apelativo Urco fue asociado a Marta Domínguez por el nombre del perro de su compañero. El mismo periódico que la señaló años después la ensalzó y defendió de toda implicación en la Operación Galgo. Una entrevista tuvo la culpa. Lo único que ha quedado claro es que la bolsa de sangre que corresponde al citado nombre no tenía rastro de EPO, pero las transfusiones de sangre eran y siguen siendo consideradas prácticas prohibidas. Nadie ha movido un dedo en identificar ese nombre. Es una evidencia, como la circunstancia de que en los papeles aparecen ciclistas y otros que no lo son.

España y su deporte están ante una oportunidad histórica de saldar una cuenta con la historia. Hasta el momento han confesado Jesús Manzano, gran labor la del diario As en su momento, Gadeo y Lobato que se han caído del cartel de la calle Julián Camarillo tras decir que al segundo le echaron de un equipo por no doparse y Paquillo Fernández, pero una vez que le pillaron con el pastel en su propia casa. Es curioso que Estados Unidos se apoye en la Operación Puerto y que Italia desenmascare a Cipollini por los mismos papeles. Mientras, aquí en la España de los sobres, siete años después se juzga si la sangre fue transportada de manera correcta o no. 

Un número de fax ha significado la caída de un dios de deporte como Cipollini, señalado en su país. ¿Darán la cara Urco o Rosa cuando aparecen en los papeles de manera clara y contundente y todo el mundo sabe que no son ciclistas y sí atletas? Seguiremos esperando. Por lo menos Jaskche, Hamilton y Contador pondrá algo de interés en sus declaraciones.