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Javier Fernández, el 'chico Ikea' campeón de Europa que se marea "si cambia el giro"
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EL PATINADOR MADRILEÑO ATENDIÓ A 'EL CONFIDENCIAL'

Javier Fernández, el 'chico Ikea' campeón de Europa que se marea "si cambia el giro"

Javier Fernández (Madrid, 1991) se define como “exigente consigo mismo”, unos minutos de charla con él son suficientes para darse cuenta de que es así. Se

Foto: Javier Fernández, el 'chico Ikea' campeón de Europa que se marea "si cambia el giro"
Javier Fernández, el 'chico Ikea' campeón de Europa que se marea "si cambia el giro"

Javier Fernández (Madrid, 1991) se define como “exigente consigo mismo”, unos minutos de charla con él son suficientes para darse cuenta de que es así. Se acaba de proclamar campeón de Europa de patinaje sobre hielo en Zagreb y ya tiene la mente puesta en el Mundial que se celebrará en London (Canadá) del 10 al 17 de marzo. Con sólo 14 pistas en España, Javier sigue en su lucha constante por “darle un nombre a este deporte en este país”. Todavía sorprendido por el revuelo que ha causado su medalla de oro en el europeo, el patinador madrileño atendió a El Confidencial antes de regresar a Canadá, lugar donde reside y entrena.

No se lo cree, ha entrado en la historia del deporte de hielo en España, pero Javier Fernández todavía lo está asimilando. “Cuando vi que era el ganador no me lo llegué a creer. Si hace un par de años me dicen que el patinaje iba a estar así no me lo creo. Hemos crecido a lo bestia internacionalmente y para nosotros es un orgullo tener cada vez más banderas y más fans. Cada vez hay más interesados por este deporte. Gracias a todos vamos a seguir trabajando duro para estar aquí otra vez”. Esa es su mayor premisa, volver a ganar y “trabajar para ello”.

Los patines llegaron el día anterior a la competición

En Zagreb, la felicitación más importante para Javier fue la de sus padres. “En la prueba larga cuando gané la medalla, con los puntos que logré al terminar estaba satisfecho, contento, pero todavía quedaban dos por competir. Sabía que eran muchos puntos. Después de que terminó la prueba y logré la medalla, la felicitación más importante para mí fue la de mis padres. Después de subir al podio, encontré a mis padres, los encontré yo entre el público y patiné y patiné por toda la pista hasta llegar y darles un abrazo. Me dijeron que era un crack, que me lo había ganado y que siguiese así porque iba a llegar a lo más alto”, aseguraba todavía emocionado.

La melodía elegida por Javier Fernández para acompañar su ejercicio fue la sintonía de una de las películas de Charles Chaplin y el patinador explicó el porqué. “Desde hace ya un par de años quería hacer algo de Charles Chaplin. A la gente le gusta mucho, es una música muy bonita con mucho sentimiento, entonces hablé personalmente con mi coreógrafo y mi entrenador y dije ‘¿y porque no hacerlo para este año? y contestaron que era una idea muy buena y que adelante”.

El ejercicio de Javier constó de cuatro cuádruples, un ejercicio de gran dificultad. Pese a ello, el madrileño explica el truco para no marearse. “Es cuestión de mucha práctica. Llevo desde los seis años haciendo piruetas. Es hacerlo una y otra y otra vez. No tiene más secreto que ese, entrenar y practicar. Siempre las hago para el mismo lado, si la hago para el otro me mareo más porque no estoy tan acostumbrado. Todo viene por acostumbrarse y practicar”.

Para Javier Fernández competir con sus patines no fue una tarea fácil. “Perdí la maleta. No estaba. Así que hasta que la encontramos pasaron dos días en los que ya no pude entrenar que sumados a los dos del viaje, fueron cuatro en total. Cuatro días sin hacer nada. Ahí pensé ‘bien empezamos’. Lo cierto es que tuve ayuda por todas partes. Los patines llegaron un día antes de competir, así que no pude entrenar en la pista antes de competir en el programa corto. Los patinadores somos muy maniáticos con eso porque los hielos son diferentes, la dureza de las pistas… Como yo no pude probar nada pues no sabía que iba pasar. Pero al final todo fue genial, conseguí los patines y una medalla de oro”.

Su llegada a Estados Unidos, una odisea

En los últimos años, Javier Fernández no ha dejado de progresar aunque reconoce que todo se ha desarrollado muy poco a poco. “La progresión en estos últimos años ha ido muy poco a poco. Paso a paso, hemos ido ganando posiciones. Esta medalla viene gracias a toda la experiencia adquirida, por las horas de entrenamiento y gracias a mejorar los programas. Todas esas horas sumadas me han dado más tiempo para mejorar”.

Pero en toda esta progresión, Javier se ha encontrado con momentos muy complicados, sobre todo cuando se trasladó a Estados Unidos para entrenar. “Hace tiempo hubo un momento muy duro en mi carrera. Me fui a Estados Unidos. No sabía el idioma, no sabía vivir sin mis padres. Tenía 17 años y poca ayuda de la gente. Tuve que coger un apartamento, irme al Ikea y montar mi casa. Llegó el momento de los tornillos, que no sabía si sobraban o es que los ponían para que sobraran, pero a mí me sobraron. Sin luz, con velas…y ahí pensé ‘¿En qué momento habré hecho esto?’ Pero tiré para delante. Ha sido duro pero ha merecido la pena el esfuerzo”.

Lo que más echa de menos de España son los “amigos” y la “familia”, pero también el modo de vida de los españoles: “Echo de menos como es la juventud aquí. Como nos juntamos con mis amigos y nos vamos todo el día a Madrid a no hacer nada, porque no hacemos nada, pero estoy con ellos y me lo paso estupendamente. En un banco en el parque contando tonterías. Y también la comida, la de mi madre y la que hay aquí en España. Allí no son de salir, la gente va a los centros comerciales. Mucha gente no lo sabe, pero lo que tenemos aquí da un ambiente de felicidad y de diversión que ayuda muchísimo, sobre todo, a los jóvenes”.

Quiere volver del Mundial con otra medalla

Javier reconoció que la ‘culpable’ de su afición a los patines fue su hermana. “La que tiene la culpa fue mi hermana. La vi patinando y los quise poner. Desde entonces, no me he separado de los patines. Con el patinaje, me vinieron muchas emociones. Moverte tan bien en una superficie en la que no estamos acostumbrados a vivir es una de las cosas que más me han llegado”.

Pese al éxito cosechado en Zagreb, a Javier Fernández no le pesa la responsabilidad de ser el primer español en conseguir una medalla en un deporte sobre hielo. “Hace tiempo que llevo una presión bastante grande. Es complicado hacerte un nombre en tu país y en tu deporte. Con Javier Raya llevo entrenando toda la vida y tengo claro que él tiene que venir conmigo. Así que tengo que hacerlo bien. Ahora la gente quiere más y voy a trabajar al 100% para ello. Ojalá que la próxima vez tenga el privilegio de volver a estar aquí con otra medalla”. Visto lo visto, todo hace indicar que el éxito en el patinaje sobre hielo está asegurado los próximos años. Desde aquí… ¡Mucha suerte!

Javier Fernández (Madrid, 1991) se define como “exigente consigo mismo”, unos minutos de charla con él son suficientes para darse cuenta de que es así. Se acaba de proclamar campeón de Europa de patinaje sobre hielo en Zagreb y ya tiene la mente puesta en el Mundial que se celebrará en London (Canadá) del 10 al 17 de marzo. Con sólo 14 pistas en España, Javier sigue en su lucha constante por “darle un nombre a este deporte en este país”. Todavía sorprendido por el revuelo que ha causado su medalla de oro en el europeo, el patinador madrileño atendió a El Confidencial antes de regresar a Canadá, lugar donde reside y entrena.