Las primeras declaraciones de Eufemiano Fuentes: "También he trabajado con futbolistas"

La magistrada que preside el juicio por la Operación Puerto contra el dopaje en el deporte aplazó la decisión sobre si permitirá o no a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) acceder a las muestras de sangre intervenidas en 2006. Así lo han informado fuentes jurídicas, que señalaron que la juez Julia Patricia Santamaría ha dado a las partes que hicieron esta petición un plazo de tres días para que concreten qué es exactamente lo que requieren y para qué utilizarían ese material. Además, la juez rechazó que las partes puedan acceder al ordenador del médico Eufemiano Fuentes, tal y como también había pedido la AMA, pero admitió la declaración como testigo del ciclista estadounidense Tyler Hamilton. 

En las primeras declaraciones de Eufemiano Fuentes, el principal acusado ha hablado claro, asegurando que los deportistas con los que trató no sólo eran ciclistas, sino que había muchos más implicados, lo que irían en contra de las palabras de Jaime Lissavetzky, que indicaba que en la Operación Puerto sólo se verían implicados atletas relacionados con el mundo de las dos ruedas. "Los deportistas contaban conmigo para un asesoramiento médico, para prepararles la preparación física, porque soy preparador físico, test físicos y médicos... Para hacer un seguimiento médico y velar por su salud. Solicitaban los servicios individualmente. Yo trabajaba con deportistas individuales, no con ningún equipo. Podía ser un ciclista, pero también hay futbolistas".

Preguntado por qué utilizaba motes con los deportistas, el acusado ha respondido asegurando que en 2001 su teléfono fue "intervenido" por algunos periodistas y que desde entonces "le entró el miedo en el cuerpo", por lo que solía ser extremadamente prudente en sus conversaciones. "Pero nunca imaginé que mi teléfono estuviera intervenido por alguien que no fuera de la prensa", añadió. La representante del Ministerio Público también le preguntó por qué las bolsas de plasma y de sangre refrigeradas intervenidas en los registros practicados por la Guardia Civil estaban identificadas con motes y no con los nombres de sus propietarios. "Simplemente por comodidad. Era más corto que poner el nombre y los dos apellidos".

Unos minutos más tarde, y después de responder durante más de tres horas a las preguntas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado, Eufeminao ha decidido no responder a las acusaciones personales: "Señoría, permítame acogerme a mi derecho a no responder a las preguntas de las acusaciones", dijo Fuentes cuando comenzaba el interrogatorio de la letrada Cristina Quero, que representa a la Federación Española de Ciclismo.

De igual manera, Eufemiano criticó a la UCI por los niveles de hematocrito que tiene establecidos en la actualidad: "Subir el hematocrito mas del 50 por ciento es peligroso. Los niveles normales están entre el 42 y 52 por ciento. La UCI estableció un tope de 50 para que nadie fuese a una carrera bajo sospecha. Lo que no entiendo es que aún no hayan puesto un tope inferior de hematocrito. No debía tolerarse que vayan con un 30 por ciento, que es igual de peligroso que si fuese demasiado alto. Yo velaba para proteger la hiperviscosidad de la sangre", señaló.

Hay imágenes que pesan más que una sentencia. La que ayer autorizó la juez Julia Patricia Santamaría en el juzgado de lo penal número 21 de Madrid es una de ellas. Con la prensa de testigo y los flashes crepitando, el quinteto de imputados en el juicio de la operación Puerto por un delito continuado contra la salud pública quedó retratado en una instantánea que lleva el sello de culpables. El juicio formal determinará las responsabilidades; el público ha quedado visto para sentencia.

Eufemiano Fuentes, presunto cabecilla de la red de dopaje descubierta por la Guardia Civil; los exdirectores deportivos José Ignacio Labarta (Comunidad Valenciana), Manuel Saiz (Liberty) y Vicente Belda (Kelme); y Yolanda Fuentes, hermana del doctor canario y exjefa del equipo médico del Comunidad Valenciana quedarán en la retina como los instigadores de una trama de dopaje que no podrá ser juzgada como debe por la ausencia en aquellas fechas de una ley como la que se aprobó en 2007, un año posterior a la investigación desatada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita.

Así lo asumen los propios implicados, que a pie de estrado no dudaron en hacer una queja pública ante la juez. “Esto es innecesario –por la llamada de la prensa por parte de la magistrada- y vejatorio”, espetó Manolo Saiz con gesto serio y de riguroso traje negro. Un enfado que trasladó a los medios nada más ‘escapar’ entre el revuelo a la puerta del juzgado. “Es un trato indigno y vejatorio. Al final se sabrá la verdad”, repitió airado antes de perderse acera adentro. También Yolanda Fuentes, la hermanísima del que muchos consideran el gurú del dopaje, lamentó lo ocurrido ante las cámaras: “Parecemos monos de feria”. Algo que comparte la defensa, que tildó la decisión de la juez de “fusilamiento”. Belda y Labarta fueron en la misma sintonía que el resto, pero en petit comité. Todos salieron heridos y prejuzgados.

Más de 58 medios acreditados y mucho interés de la prensa extranjera    

El revuelo mediático que ha desatado el inicio de la causa de la operación Puerto ha traspasado nuestras fronteras. La implicación de grandes estrellas como los excorredores Jan Ullrich o Iván Basso ha ayudado a ello, pero también el morbo por conocer cómo abordará España un problema tan importante como el dopaje. Hasta ahora, más allá de los Pirineos nos veían como un país laxo con aquellos deportistas que incurrían en prácticas de dopaje. Más si cabe tras conocer cómo Lance Amstrong, dopado confeso, tenía establecido en Girona su cuartel general para llevar a cabo sus planes de mejora mediante trasfusiones y toma de EPO.

La CNN, BBC, L’Equipe, Le Monde, La Gazzetta, DSF, DPA… la lista de medios extranjeros desplazados a Madrid es larga -71 medios, de ellos 39 extranjeros: Italia, Francia, EEUU, Inglaterra, Holanda, Australia o Alemania-. Casi tanto como su interés: muchos esperan poder contar cómo salen a la palestra los nombres de deportistas españoles bajo sospecha, algo que difícilmente sucederá en este procedimiento, donde sólo se juzga la sangre y su utilización y conservación. No habrá sanciones deportivas, sencillamente porque no pueden ser juzgados.

Algo que podría remediar Ana Muñoz. La directora de la Agencia Estatal Antidopaje, que ayer siguió in situ la primera jornada del macrojuicio, ya ha manifestado su intención de pedir “a la juez (Julia Patricia Santamaría) que me remita toda la documentación para saber a quién pertenecen esas bolsas de sangre”. Para ello tendrá que esperar a que concluya el juicio. Entonces puede que sea el momento para desencriptar los nombres con los que están etiquetadas muchas de las 200 bolsas de sangre y plasma incautadas en la operación y que están bajo custodia judicial en un laboratorio de Barcelona. Hasta entonces, todo serán meras especulaciones.