El balonmano y la senda de la España de Scariolo

Lo del pasado sábado en la Caja Mágica supuso un curioso deja vu que nos hizo retrotraernos al mes de agosto, concretamente a los Juegos de Londres. Los comentarios e interpretaciones acerca del partido y el resultado del España-Croacia del Mundial de balonmano se asemejaron, y mucho, al España-Brasil del torneo olímpico de baloncesto. Y es que nunca una derrota dolió menos, en esta ocasión por evitar a Francia en el camino hacia la final y en aquella por no cruzarse con el temido ‘Dream team’ estadounidense.

Vaya por delante que los de Valero Rivera se dejaron el alma en pos de la victoria, pero debemos tener en cuenta que Croacia es una selección potentísima y que la victoria balcánica podía entrar en los planes de cualquiera. Pero una vez certificada la derrota, habrá que mirar el lado positivo. Nos quitamos de en medio un hipotético cruce de cuartos de final ante Francia (antes habrá que derrotar hoy a Serbia), doble campeona olímpica y del mundo y, a priori, el camino parece ligeramente más asequible en ese objetivo claro de luchar por las medallas. Incluso en semifinales también nos ahorraríamos un durísimo rival como la Dinamarca de Mikkel Hansen.

Le pasó a la selección de Sergio Scariolo, Pau Gasol, Navarro y compañía en Londres. Derrota ante Brasil en la última jornada de la primera fase, tercer puesto de grupo y por el lado contrario a Estados Unidos en el cuadro. También por entonces se especuló con la ‘dulce’ derrota, pero lo que hay que mirar es el desenlace del torneo. España llegó a la final y se colgó la plata en una de las mejores finales de la historia de los Juegos, precisamente ante USA, rival al que todos quisieron evitar y al que sólo la Roja puso en apuros.

La profesionalidad de los nuestros está fuera de toda duda, aunque algunos, como el guardameta croata Mirko Alilovic, se empeñen en alimentar la polémica. “España ha hecho cosas raras al final, no eran capaces de marcar goles ni cuando teníamos dos menos en pista. No voy a decir que se han dejado ganar. Nosotros no tenemos miedo a nadie”, comentaba al final del encuentro el jugador del Veszprem.

Lo que está claro es que el resultado ante los grandes favoritos al oro no ha significado una catástrofe, para que nos vamos a engañar. “Si no aprovechamos esta oportunidad, es para matarnos”, admitía un jugador de la Selección, según apuntan nuestros compañeros de Radio Marca. El Mundial llega a su punto álgido y, a partir de este momento, lo hecho hasta ahora poco importa. Los pupilos de Valero Rivera son conscientes de lo que se juegan y de la responsabilidad que tienen ante todo un país, por el hecho de ser el anfitrión.

Nada podrá demostrar si la pérdida del liderato de grupo en el último momento puede suponer algo positivo para las huestes ‘hispanas’. De momento, en lo único que hay que pensar es en Serbia, próximo adversario y ante el que España tratará de disipar cualquier tipo de dudas, si es que aún le quedan a alguien.