La lucha de Valero Rivera: padre, representante y seleccionador de su hijo

Hace ya un tiempo que enterró las dudas sobre su presencia en la Selección pero, por si acaso, ayer echó más tierra sobre ellas. Valero Rivera Folch realizó un casi impecable partido siendo el hombre en el que se apoyó el equipo para desmarcarse de Egipto durante la primera mitad. Seis goles de siete lanzamientos fueron suficientes para marcharse al descanso con un tranquilizador 11-16 favorable a España. Con esa ventaja, el entrenador, su padre y representante, Valero Rivero, le sentó para dar minutos al novato del grupo, el también extremo izquierdo Aitor Ariño.

Valero Rivero tuvo la buena suerte de haber crecido junto a un maestro del balonmano, su padre, y la 'mala' de que éste dirija al combinado nacional desde 2008. Además de luchar para mantener el listón alto de su apellido, debió combatir en su momento contra las suspicacias de una convocatoria por parte de su papá.

El seleccionador sorprendió en octubre de 2011 cuando en la lista de convocados para la Supercup figuraba el nombre de su hijo. Unos meses después, repitió entre los preseleccionados para Londres aunque con un fuerte argumento que venía de Francia: "Ha sido nombrado Mejor Jugador de la liga francesa, mejor extremo izquierdo y también ha sido el segundo máximo goleador de la competición". A partir de ahí, cualquier sospecha de favoritismo estaba anulada. Es más, con goles y actuaciones tan solventes como la de este lunes, esas dudas sobre él se transforman en halagos hacia su entrega.

"En el colegio ya sentía cosas. Me han dicho de todo desde pequeño. Al principio sí me dolía, a nadie le gusta que se metan con él, pero hace tiempo que no me fijo en esto porque, si no, no habría seguido jugando. Se hacía duro pero, o lo llevas bien, o lo tienes que dejar. Es obligatoria, pero tengo una coraza". Poco después de aterrizar en el Nantes, Valero Rivera Folch se sinceró en una entrevista a Mundo Deportivo en la que reconoció que uno de los motivos de su marcha al extranjero fue para ser simplemente "Valero Rivera Folch", sin que nadie le prejuzgara.

De la lucha del hijo a la de su padre

Rivera Senior intentó llevar desde el principio la máxima naturalidad en el asunto de su hijo, al igual que hizo en 2008 el presidente de la Federación, Juan de Dios Román, cuando eligió como seleccionador a un empresario que asesora a equipos como el CAI Zaragoza o el Barcelona Intersport y que posee una agencia de representación (en Londres, ocho de los dieciocho convocados eran representados suyos). "Está autorizado a seguir trabajando con su compañía, porque distingo su actividad en ella de su actividad como seleccionador", señaló Juan de Dios en este sentido.  

Rivera ha vivido con la polémica desde el día de su nombramiento hasta la fecha, con la última decisión de no llamar a Juanín García para la actual cita mundialista. Lejos de venirse abajo, ha trabajado con esa "coraza" a la que hacía mención su hijo para no caer ante críticas que ponían en tela de juicio su ética. "Es una amoralidad, una degeneración del sistema. Es como si un concejal de urbanismo recalifica su finca. No se puede ser juez y parte. La mujer del César no solo tiene que ser honrada, sino que además debe parecerlo", explicaba antes de los Juegos de Londres en El Periódico el agente de, entre otros, Juanín e Iker Romero, Marcel Pagliotta.

Otro representante, David Caballero, fue más fuerte en dicho medio al destacar que "la indignación de los equipos" era "acojonante, pero ni los jugadores ni los clubes" se atrevían a "levantar la voz". Y afirmó rotundamente: "Muchos jugadores saben que no están en la Selección porque no les lleva él", algo que va en la línea de lo indicado por Juanín, "en esta Selección pasan cosas muy raras".

Unos vienen, unos se van y otros permanecerán

Juan de Dios Román, a sus 70 años, pondrá fin a su ciclo en la Federación tras el Mundial de España y, puede ser, que con él se vaya Valero Rivera padre. Pero el nombre y apellido de Valero Rivera se mantendrá en la Selección porque ahora, lo sorprendente, es que el hijo no fuera un fijo del combinado nacional. Se lo está ganando a pulso y este martes intentará demostrarlo de nuevo ante la 'Cenicienta' del grupo en el Australia-España que se disputa en la Caja Mágica a partir de las 19 horas.