Mourinho se pasea por Manchester y encuentra el respeto que le falta en España

José Mourinho estuvo ayer en Old Trafford. Quería espiar al Manchester United cara a la próxima eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones y cuyo partido de ida se disputará el próximo 13 de febrero en el Santiago Bernabéu. El técnico madridista vio de cerca a los de Ferguson, pero ayer comprobó que el respeto deportivo está muy por encima de lo que se estila en España. El portugués estuvo en el estadio del que fue su principal rival durante los tres años que pasó en la Premier y encontró respeto y admiración por igual, circunstancia que está muy lejos de encontrar en la Liga. Y es que Mourinho se marchó hacia Manchester con una nueva ración de críticas, justificadas por cierto, y alguna que otra salida de tono como la protagonizada por el diario Sport que abrió su edición de ayer con un fuera de lugar: ‘¡Qué malos sois Mou!', en el que no ha sido el primer ataque desmesurado del periódico catalán.

Su aparición por Inglaterra, en la que no paró de hacerse fotos y de firmar autógrafos en Old Trafford, le ha dejado bien claro que en las Islas se valora más su trabajo que en España. Mourinho nunca ha ocultado que terminará por regresar a la Premier. Roman Abramovich espera que bien el portugués o bien Guardiola ocupen el banquillo la próxima temporada, circunstancia que se repite con el Manchester City con ambos entrenadores. El caso del United es diferente por la presencia de Ferguson, amigo personal del técnico madridista y al que le debe una botella de buen vino tras la visita que el veterano entrenador hizo a la concentración madridista en Manchester con motivo del partido ante el City del pasado mes de noviembre. Ayer, Mou volvió a sentir respeto en su reencuentro con la Premier, algo que ha perdido en España, motivado por los malos resultados de su equipo y por la tensión que genera en más de una ocasión.

El entrenador del Real Madrid no acierta con la tecla en la presente temporada, que todavía puede terminar con éxito en caso de levantar la Décima, pero que de momento invita a pensar en el fracaso deportivo. Por el momento camina a 18 puntos del Barcelona y, tan amigo de los récords, ha firmado su peor primera vuelta y la peor del equipo blanco en cuanto a distancia con el líder de toda su historia. Y es que en la temporada 90-91, el Real Madrid cerró la primera parte del calendario quinto clasificado, a 10 puntos del Barcelona y con siete derrotas, por las cuatro de esta campaña. Al final terminó en tercera posición a 11 puntos del Barcelona y sumando 12 derrotas.

El récord suscrito hoy deja atrás al registro de la campaña 95-96, en la que el Real Madrid terminó la primera vuelta séptimo y a 16 puntos del Atlético de Madrid, en una Liga de 22 equipos y que terminó siendo rojiblanca. En las campañas 2005-06 finalizó la primera ronda de partidos a 13 puntos del Barcelona, por los 12 de la 2008-09, con idéntico rival en la cabeza de la clasificación. En la campaña 80-81 y 76-77 también dio por cerrada la primera vuelta con seis derrotas.

Hay un dato, dentro de lo negativo, al que se agarra el aficionado del equipo madridista. Hace referencia a la 1999-2000, temporada en la que el Real Madrid de Vicente del Bosque firmó la conquista de la octava Copa de Europa, pero que arrancó de la mano de Toshack hasta el undécimo partido de Liga. Cerró la primera vuelta en el puesto décimo tercero a tan sólo cuatro puntos del Deportivo, que terminó siendo campeón. Ese Real Madrid llegó a la final de París fuera de la Champions y su triunfo en la final ante el Valencia, dejó al Zaragoza compuesto y sin la presencia que se había ganado durante todo el año. El problema que puede aparecer es que la Liga se haga demasiado larga y la falta de intensidad y malos resultados pueda crear un mal ambiente dentro del club y entre la afición. Ante este panorama, la presencia en la Copa alimenta que equipo y afición no den el paso definitivo hacia el divorcio.