¿De qué material está hecho Carles Puyol?

El próximo mes de abril cumplirá treinta y cinco años, tantos como lesiones ha sufrido desde que defiende el escudo del FC Barcelona en el primer equipo y el de la selección española. Luchador, aguerrido, combativo… los calificativos van en una misma dirección cuando hay que definir la principal característica de Carles Puyol. Tantas veces se ha caído y se ha levantado que el hecho de ser uno de los mejores centrales que ha dado el fútbol español ha quedado en un segundo plano. El pasado miércoles se puso la camiseta de Catalunya y, como no podía ser menos, Puyol lo dio todo… en este caso parte de su ceja.

Las palabras 'fútbol' y 'relax' son antónimas en el diccionario de Puyol. ¿Amistoso? Quizás algún día el capitán del Barça sepa el significado de este tipo de partidos. Él siempre va con el acelerador a tope y, de momento, el entrenador de su equipo –en este caso Tito Vilanova- se echará a temblar cada vez que participe en un encuentro no oficial ya que el chico de la Puebla de Segur actuará dejándose lo que haga falta en el campo.

Una contusión craneal y cuatro fracturas sufridas en su rostro. Aquello de ‘hay que partirse la cara por el equipo y los compañeros’ lo lleva al extremo y, para no ser menos con el resto de su cuerpo, se pueden contabilizar desde diciembre de 2000 hasta el pasado mes de octubre otras treinta lesiones: seis en el torso, seis en la pierna derecha, quince en la pierna izquierda y la luxación del codo izquierdo de hace tres meses.

Dos años sin ver a Puyol en un campo

No todas estas lesiones han sido mayúsculas aunque entre todas ha estado unos dos años de baja en sus trece años como profesional. Hasta cuatro veces ha tenido que pasar por el quirófano (osteocondritis con fractura ostocondral en condilo femoral interno y afectación cartílago de la rodilla derecha en 2000; dismorfia septal del tabique nasal en 2003; rotura del ligamento lateral externo de la rodilla izquierda en 2007; tendinopatía del vasto de la rodilla izquierda en 2011). Lo positivo de su ristra de ‘golpes’ es que ninguno le ha conseguido apartar más de tres meses de un campo de fútbol.

Quizás otro jugador en su lugar hubiera arrojado ya la toalla y no sólo por su edad, sino porque ha conquistado todos los trofeos al que un jugador puede aspirar (sólo le falta la Copa Confederaciones con la Selección). Puyol, sin embargo, no ha recibido todavía una señal que le indique la retirada… al menos así lo siente él cuando en mayo de 2012 recalcó que deseaba continuar por “muchos años”.

Pantalón corto y sudadera remangada

Este jueves, Puyol fue el único miembro de la plantilla capaz de entrenar en pantalones cortos y con la sudadera remangada. Criado en las lomas de los Pirineos, es un hombre duro y consciente en todo momento de su privilegiado empleo. “Es tan sencillo ser feliz… lo difícil es ser sencillo”, escribió en Twitter hace un par de semanas para dar los buenos días a sus seguidores. Un ejercicio de reflexión que sirve para comprender un poco mejor por qué se juega el tipo en cada jugada de cualquier partido.

Se le conoce como ‘Tiburón’, en el Mundial de Sudáfrica no marcó un gol sino un 'Puyolazo' y, ni en su equipo ni en la Selección, todavía nadie ha sido capaz de hacerle suplente.

Pese a tener su ojo izquierdo ligeramente inflamado, el zarpazo que recibió este miércoles en el amistoso ante Nigeria no le impedirá estar disponible este fin de semana en el derbi ante el Espanyol. No a este Robocop vestido de futbolista.

Por lo que pone su contrato, Puyol continuará vistiendo la camiseta azulgrana hasta junio de 2016... ¿Será capaz de retirarse a los 38 años? Si de cada caída se levanta más fuerte, será difícil jubilarle.