Carlos Sainz: "Tengo derecho a seguir intentando ganar el Dakar"

Tras su retirada del Mundial de Rallies en 2005, Carlos Sainz debutó en el Dakar 2006 de la mano de Volkswagen, prueba que ganó en 2010. Su última participación tuvo lugar en 2011, cuando terminó tercero. Ahora, con cincuenta años, el piloto español vuelve a intentar la aventura a bordo del equipo montado por Nasser al Attiyah, con el apoyo de Qatar y de Red Bull. Antes de comenzar este sábado la prueba, Sainz habló con El Confidencial.

Ya ha comentado que su retirada del Dakar fue obligada. Pero, conociendo su trayectoria deportiva y su riguroso y exigente enfoque profesional, ¿por qué este proyecto, con un ‘buggy’ de dos ruedas motrices y un equipo privado?

Creo que habría que matizar varias cosas. Primero, este proyecto es a tres años y, o se trataba de esperar, o de subirse a él en sus inicios, aún a sabiendas de que el nivel de preparación de este año puede ser justo. Por otro lado, y este es un aspecto muy importante, si quería mantener mi relación con Volkswagen (Sainz es asesor del fabricante alemán para el Mundial de Rallies) y a la vez poder correr el Dakar, debía tratarse de un coche que no llevase una marca determinada. Valorando todo, me decidí a hacerlo sabiendo que este año se trataba sobre todo de entender la filosofía del vehículo.

Con cincuenta años, ¿sigue buscando el desafío de la competición? ¿Por qué el Dakar?

En primer lugar, cuando cierro el Mundial de Rallies, el Dakar de la mano de Volkswagen era un objetivo claro, nuevo y nítido, el reto de intentar ayudar a un equipo de lograr sus objetivos. Se consiguió, y a partir de aquí Volkswagen cambió sus planes, pero no yo. Esta es una carrera que requiere mucha atención y preparación, pero el hecho de que sea anual me ha permitido mantener un vínculo a lo que ha sido mi pasión. Aunque a nivel deportivo mi carrera está más que hecha, el objetivo es también ganar, pero desde otra perspectiva. Creo que tengo derecho a seguir intentando ganar esta carrera.

Y con el planteamiento que nos expone, ¿cómo enfocará este Dakar? ¿Cómo decía aquel ciclista profesional, “vamos yendo, vamos viendo”?

Hasta ahora no he cogido el coche, ni tampoco he competido con mi copiloto de este año (Timo Gottschalk). Así que tendré que ir conociendo y ajustando el coche en la medida que se pueda para ir lo más cómodo posible. No es excusa (se ríe), el proyecto se inició hace poco, y tanto Nasser como yo salimos con muy pocos kilómetros, veremos dónde estamos e intentaremos sacar las mejores conclusiones para el futuro. Estas eran las condiciones, o te quedabas en casa.

Va a correr con un ‘buggy’, un coche singular para lo que está acostumbrado, pero ha comentado que en el futuro es una montura que puede ganar en el Dakar

A ver, me baso un poco en la experiencia de Nasser. Cuando el año pasado corrió con el ‘buggy’ de Robbie Gordon me dijo tras acabar la carrera que es un concepto que puede ganar el Dakar. Él no es tonto, es un gran especialista en esta prueba. Si a ello le sumamos que la reglamentación ayuda, no digo que sea un claro ganador, pero sí puede aspirar a la victoria. Es cierto que no es lo mismo un equipo privado como nosotros, con veinte personas, que uno oficial. Y ha querido que colaborase para el desarrollo del coche, las pruebas prácticamente las he hecho yo porque confiaba en mí. Según él, por peso, por motor, recorrido de suspensiones y una serie de motivos más, cree que puede ser un concepto ganador.

Un piloto tan riguroso y perfeccionista, acostumbrado a contar con grandes medios, ¿cómo va a afrontar personalmente este Dakar? ¿Cómo se ha mentalizado para esta nueva situación?

 Bueno, desde luego tienes que ir con otra mentalidad, contar con el hecho de que tienes menos gente, menos medios… Es más aventura, sobre todo este primer año, porque todo es desconocido. Este rallie siempre hay que respetarlo desde el primer kilómetro al último, y da igual el equipo en el que vayas. Pero habrá que estar con una mente más abierta en el día a día. Cuando llegues al vivac no habrá un equipo de ochenta personas esperándote con la seguridad de que el coche estará perfecto al día siguiente. Habrá que tener más comprensión de que nos vamos a encontrar algo diferente.

¿Qué enfoque, qué rasgos se requieren para ganar o luchar por el triunfo en el Dakar?

Está claro que has de ser un piloto rápido y contar con un coche que aguante catorce días. Tienes que contar con un copiloto muy competente que sepa lo que es el Dakar, que sepa llevarte por todo tipo de terrenos, pista o desierto... Para mí, lo que más me costó al principio fue el ejercicio de paciencia que tuve que hacer, primero por mi carácter, y luego por la carrera en sí, el no pensar que está todo perdido cuando tienes un problema… Aquí todo el mundo se equivoca, pero se trata de equivocarse menos que los demás y hacer tu propia estrategia según el material que tengas. Antes conocíamos perfectamente el coche para saber dónde había que ser más conservadores o más competitivos, porque habíamos hecho muchos kilómetros. La gran incógnita este año es saber dónde vamos a estar con el coche, y cómo va a responder.

Conoce el Dakar africano y el americano. ¿En qué terreno se siente más cómodo?

En América me siento muy cómodo, pero en África lo estuve desde el primer momento. Creo que la filosofía ha cambiado muy poco. Los organizadores saben que el éxito del Dakar está en su dureza y su dificultad, esos catorce días que van minando a los competidores poco a poco. Por eso es tan atractivo y un reto tan complicado y difícil. No se han desviado de este libro de ruta ni un ápice. Lo que sí es cierto que varía es la gente, la acogida, los vivac… por las noches no es lo mismo estar en África que en Sudamérica.