Mireia Belmonte regresa a España y sigue sin encontrar club y centro de entrenamiento

La pasada semana Melanie Costa pisó el escalón más alto del podio mundialista de piscina corta en Estambul en los 400 metros libres. Tocó bronce en los 200, el mismo metal que Duane da Rocha en la modalidad de 200 espalda. Rafa Muñoz claudicó ante una amigdalitis y otros como Erika Villaécija, Judith Ignació y Aschwin Wildeboer realizaban un papel más que destacado llegando a finales. Mientras, Mireia Belmonte volvía a dar un paso atrás al renunciar, casi de manera definitiva, a instalarse en Niza en el grupo que dirige Fabrice Pellerin y entre los que están Camille Muffat y Yannick Agnel, ambos triple medallistas en Londres. La preocupación a nivel oficial sobre el futuro deportivo de la mejor nadadora nacida en España crece. De inquietud se ha pasado a tener nerviosismo ante lo que está sucediendo.

Belmonte no se siente identificada con la manera de trabajar y con la circunstancia de estar lejos de casa. No se adapta y su decisión parece firme. Según el entorno de la doble medallista olímpica, su llegada a Niza le ha llevado a ver reducida la cantidad y calidad de entrenamientos. En total son unas doce horas menos de trabajo a la semana, algo que no parece dejar satisfecha a la nadadora española.

Los dirigentes del deporte español ya están inquietos ante la falta de noticias de Belmonte cerca de una piscina y sí por lo alejada que parece de la rutina diaria de entrenamiento. Su ausencia en los mundiales de Estambul estaba programada pero no así el retraso que sufre en la acumulación de trabajo con vistas a los mundiales de Barcelona del próximo verano. Por el momento ha vuelto al CAR de San Cugat pero no parece una decisión definitiva. Por el momento no tiene ficha con club alguno y acumula pocas horas de entrenamiento para realizar las mínimas que deberá hacer en primavera.

La puerta del regreso al Club Natación Sabadell parece abierta tras el acercamiento que Mireia hizo antes de probar la aventura francesa. Una carta y una reunión con el presidente y el propio Fred Vergnoux, técnico que le llevó a la elite, pueden valer para una vuelta que tanto esperan Miguel Cardenal, presidente del CSD, y Fernando Carpena, presidente de la Federación de Natación.