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¿Y el fútbol sala español no merecería también un Príncipe de Asturias?
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LOS NUEVOS SUBCAMPEONES DEL MUNDO ACUMULAN DOS MUNDIALES Y SEIS EUROPEOS

¿Y el fútbol sala español no merecería también un Príncipe de Asturias?

¡Qué regusto más amargo! A pesar del extraordinario torneo que la selección española de fútbol sala ha cuajado en el Mundial de Tailandia, lo tuvimos en

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¿Y el fútbol sala español no merecería también un Príncipe de Asturias?

¡Qué regusto más amargo! A pesar del extraordinario torneo que la selección española de fútbol sala ha cuajado en el Mundial de Tailandia, lo tuvimos en la mano, y eso te deja un mal cuerpo que no veas. España fue mejor que Brasil, pero los cariocas se encargaron de alzar al cielo de Bangkok un nuevo título. La estrella que acredita como campeón del mundo finalmente será bordada en la camiseta 'verdeamarela' y no en la roja. A diecinueve segundos para concluir la segunda parte de la prórroga, Neto acabó con las ilusiones de los hombres de José Venancio López, que rozaron la gloria con la punta de los dedos.

Torras y Aicardo nos subían a una nube, y ahí nos mantuvimos hasta que Falcao nos bajó de ella de un zapatazo. La tensión en el Stadium Huamark era palpable, pero no mayor que la del conjunto de hogares españoles que vivimos intensamente la final y tratamos de dar el aliento necesario para lograr una victoria que no llegó. El fútbol sala, lamentablemente, acapara la atención del gran público en ocasiones como ésta, cada dos o cuatro años (en Eurocopas y Mundiales), y el de ayer fue uno de esos puntos álgidos. El espectáculo ofrecido por los jugadores españoles, la tensión e igualdad del partido y el dramatismo en el desenlace han provocado que muchos no vayan a olvidar tan fácilmente lo vivido en la capital tailandesa.

Somos subcampeones, y hay muchos que pueden pensar que ése es el primer lugar de los perdedores. Ni mucho menos. España lleva mucho tiempo haciendo grande a este deporte, ha ganado dos de los siete Mundiales que se han disputado, amén de otros seis títulos continentales, por lo que darle un tinte negativo a la derrota de este pasado domingo no tiene ningún sentido. Sí, es cierto que lo de ayer dolió, a los primeros a los jugadores y al cuerpo técnico de La Roja, pero con la serenidad que dará el transcurrir de los días, todos sabremos apreciar lo que estos futbolistas han logrado.

Los pentacampeones brasileños siguen siendo los dueños del cotarro, pero cada vez que se enfrentan a España son conscientes de la dificultad. Respetan a los nuestros de manera majestuosa, lo que da aún mayor mérito a lo sucedido en las últimas semanas. Y ante este mérito que tanto nos valoran, uno se pregunta si no podría verse recompensado con la concesión de un premio como el Príncipe de Asturias de los Deportes. Nuestro fútbol ya lo tiene, y de manera más que meritoria, pero quizá este deporte también necesita un reconocimiento de este calibre tras veinte años en la élite mundial.

Aprovechar el tirón

Y como suele suceder en estos casos con los deportes minoritarios, oportunidades como ésta deben servir para enganchar al público. El fútbol sala, muy practicado en nuestro país, tiene el enorme hándicap del seguimiento mediático. Ahora es Marca TV la que ofrece cobertura tanto a la liga como a los torneos internacionales, caso del Mundial, pero hacerse un hueco entre el fútbol, la Fórmula 1 y demás disciplinas punteras es harina de otro costal.

Todos son conscientes de que están ante una tarea más que difícil, y asumen que desde hoy vuelvan a un segundo plano informativo, pero seguirán luchando por dar que hablar. La siguiente cita tendrá lugar en Bélgica dentro de dos años, en un Europeo que cada edición se iguala más gracias al crecimiento de países como Italia, Rusia, Ucrania o Portugal. Será el momento de seguir demostrando quién manda en esto en el Viejo Continente; para sacarse la hiriente espina de Tailandia habrá que esperar algo más, hasta 2016.

¡Qué regusto más amargo! A pesar del extraordinario torneo que la selección española de fútbol sala ha cuajado en el Mundial de Tailandia, lo tuvimos en la mano, y eso te deja un mal cuerpo que no veas. España fue mejor que Brasil, pero los cariocas se encargaron de alzar al cielo de Bangkok un nuevo título. La estrella que acredita como campeón del mundo finalmente será bordada en la camiseta 'verdeamarela' y no en la roja. A diecinueve segundos para concluir la segunda parte de la prórroga, Neto acabó con las ilusiones de los hombres de José Venancio López, que rozaron la gloria con la punta de los dedos.

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