'Maravilla' Martínez, un argentino que pasea la bandera española por todo el mundo

"Hay crisis, pero España es el paraíso si lo comparamos con otros muchos países. Créanme esto pasará". Estas palabras no pertenecen a un discurso de Mariano Rajoy, forman parte del ideario de Sergio 'Maravilla' Martínez (37 años), campeón del mundo de boxeo, ídolo de masas, argentino de nacimiento y español de adopción. El púgil, que hace dos semanas aplastó a Julio César Chávez Jr. llegó a España hace diez años con lo puesto. Llegó cargado de ilusión, pero le robaron la maleta. Se llevaron la ropa, pero no las ganas de triunfar. Se quedó con una mano delante y otra detrás, pero tuvo los arrestos suficientes para salir adelante y terminar paseando las banderas de Argentina y España después de derrotar al mexicano en Las Vegas con el título mundial de los medios en juego. 

Compaginó cinco trabajos mientras seguía formando en el gimnasio la leyenda en la que se ha convertido. Lo pasaba mal porque esos trabajos eran eventuales y apenas cubrían los gastos que tenía, pero engañaba a su madre al decirle que todo le iba de maravilla. "No podía decirle la verdad. Incluso era capaz de mandar algo de dinero para que estuviera tranquila. Incluso durante un tiempo pensó que me había metido a torero", confesó en una entrevista concedida al programa Punto Pelota. Pasó a residir en un pueblo de Guadalajara llamado Alovera, que ni conocía cuando llegó a España después de recorrer media Europa en tren. Ahora alterna periodos de tiempo en Madrid (en el bario de Chamberí), con Oxnard (California) y Buenos Aires. 

Dicen de él que no responde al patrón del boxeador que se aleja de su realidad y se olvida de la humildad de la que suelen proceder todos los púgiles. "Mi primera bolsa importante fue para comprar una casa a mi madre y otra a uno de mis hermanos. Tenía que hacerlo". Ahora ayuda a los boxeadores que empiezan en este deporte, hace las veces de mánager de algunos españoles que se intentan ganar la vida entre las 16 cuerdas. A alguno de ellos como a Campillo ya ha conseguido abrirle la puerta de las veladas importantes de norteamerica. El siguiente es Kike Martínez.

 Su pelea con Chávez, un millón de euros

Su último gesto ha sido el de poner en marcha un gimnasio en el madrileño bario de Entrevías y que servirá para ir formando a jóvenes boxeadores que ambicionen, como él, a convertirse en estrella de su deporte. "Los formaremos con el objetivo de que alguno de ellos pueda ir a Estados Unidos, pero mientras les ayudaremos". Y es que 'Maravilla' se ve reflejado en ellos cuando en 2007 aceptaba combates por 600 euros, cobrando menos que los rivales. Todo con tal de pelear. Ahora en su pelea ante Chávez, cobró menos que su rival que dio positivo.

Tocado en una rodilla, ahora se tomará un tiempo para volver a pasear la bandera española por suelo norteamericano, aunque su próximo sueño, es hombre que los suele cumplir, es llenar el Monumental de River Plate, su equipo de toda la vida. "Sería lindo llenar el estadio de mi equipo. Ver a 70.000 o 80.000 aficionados en el Monumental sería lo máximo y ese es mi objetivo", afirma 'Maravilla'.

Ese combate nunca sería el de la revancha ante Chávez, ni tampoco el esperado encuentro ante Floyd Mayweather, al que lanza algunos mensajes: "Floyd, no te escondas. Sabes que te tienes que enfrentar conmigo y sabes que te va a pasar lo mismo que contra Chávez, te van a crujir todos los huesos. Todos", afirma esperando el momento de verse con el norteamericano. "Cuando miré a la cara de Chávez sabía que le iba a ganar. Me huía con la mirada. No la aguantaba. Fui mejor que él durante 11 asaltos y en el último cuando caía a la lona pensé que era el momento de seguir peleando de ir a por él. Eso hice”, comenta respecto al mexicano.

'Maravilla' regresará en unos días a Buenos Aires para presentar un libro autobiográfico que se titula 'Corazón de Rey'. En Argentina se ha convertido en todo un personaje, perseguido por los aficionados y por la prensa rosa por igual. Elegido el quinto latino más sexy, los rumores en su país apuntaban a un falso romance con una presentadora. Martínez tiene facilidad ante las cámaras lo que le han convertido en una referencia en los programas del corazón.